Hija se une a su madre en gratitud a Mission:Dignity
DALLAS (BP) -- Estela Rangel era hija de un pastor y, como tal, cuando se casó con su esposo, David, solo le exigía una cosa: "Nunca seas pastor." De niña, se había sentido presionada para ser perfecta en los ojos de la iglesia y, ahora, como adulta, quería una vida distinta. "Pero Dios tenía sus propios planes", afirma Estela. Después de cinco años de matrimonio, David comenzó a hablarle acerca del llamado que sentía de ser pastor. Los dos eran voluntarios en un ministerio de la ...