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Articulos en Español by Por Stephen Douglas Wilson

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La Carta Magna y el surgimiento de la libertad religiosa

PADUCAH, KY. (BP) -- Hace 800 años el 15 de junio de 1215, un grupo de nobles ingleses en Runnymede forzaron a un renuente rey Juan a endosar un documento de protestas en contra de la autoridad real. Escrita por Esteban, el arzobispo de Canterbury, la Carta Magna fue diseñada para que fuera una avenencia entre los nobles rebeldes y el rey. La obra contenía alusiones para proteger la libertad religiosa que, notablemente, sería adoptada por Inglaterra, EE.UU. y mucho del occidente actual en los siguientes siglos.

PRIMERA PERSONA: Acerca de esos pastores …

MAYFIELD, Ky. (BP) -- El relato de los pastores en el pasaje de Navidad de Lucas (Lucas 2:8-20) continúa fascinando a los lectores modernos. Al recibir el angélico mensaje de que el Mesías había nacido en la cercana Belén, estos pastores dejaron su bien protegido rebaño de ovejas para buscar las buenas nuevas. Los teólogos nos dicen que el mensaje de los ángeles representaba la anunciación de Dios del nacimiento de su Hijo a la gente común de Israel, pero ¿quiénes eran esos pastores? Los pastores de Belén persistían una honorable ocupación que también se preciaron de tener varios personajes del Antiguo Testamento, incluyendo a Abel, Abraham, Isaac, Jacob, Raquel, Moisés, David, Job y Amós -- solamente para mencionar a algunos. Ellos mayormente cuidaban rebaños de ovejas de cola ancha (ovis laticaudata) que todavía pueden ser encontrados en Tierra Santa hoy en día. Alusiones a la altamente preciada "grasa de la cola" de esas ovejas pueden ser encontradas en Éxodo 29:22 y Levítico 3:9. En términos de los quehaceres diurnos y nocturnos, los pastores eran responsables de apacentar y abrevar las que estaban a su cargo, protegerlas del robo por parte de los humanos y de la depredación, y de trasquilarlas a su debido tiempo, ordeñarlas para obtener los productos lácteos y proveerlas para los sacrificios rituales o el consumo humano durante las festividades importantes. Como regla general, las ovejas de producción de leche o de producción de lana eran muy valiosas para ser parte del menú diario.

EN PRIMERA PERSONA: Los bautistas del sur no han adoptado la Navidad desde siempre

MAYFIELD, Ky. (BP)--Después de 1845, los bautistas en el sur [de los Estados Unidos] y la comunidad de fe de los bautistas del sur originalmente no le daban mucho significado a la Navidad. La celebración no fue reconocida como un día especial de alabanza en ninguna de las confesiones bautistas históricas, las alusiones a ella son raras en los volúmenes de historia bautista antes de 1880, y la fiesta, en las mentes de muchos ministros bautistas, poseía una asociación con lo mundano e incluso con el paganismo. Tales opiniones todavía se pueden encontrar entre algunos bautistas del sur hoy en día, quienes dicen, "El Nuevo Testamento no nos ordena que celebremos un festival conmemorando la natividad."       Sin embargo, según Emyl Jenkins, un historiador de la navidad en el sur, la gente sureña tenía una antigua tradición que celebraba la festividad como una popular en honor del nacimiento de Cristo. En una época cuando la Navidad estaba llegando lentamente desde la Nueva Inglaterra (Boston no celebró la Navidad si no hasta 1856), los sureños la habían declarado una celebración legal en la mayoría de los estados comenzando por Alabama, Arkansas y Luisiana en la década de 1830. Las comunidades sureñas y sus familias observaban la fecha con gran entusiasmo. Incluyendo en esta celebración habían costumbres regionales distintivas tales como la popular cena de carne de puerco (no de pavo); el mayor uso de casi cualquier cosa que fuera verde y natural para hacer decoraciones además de las típicas ramas de acebo, arbustos de hojas perennes y el muérdago; descarga de armas de fuego; fuegos artificiales; fogatas. Estas actividades de celebración se realizaban junto con otras más profundas, relacionadas con el nacimiento del Señor.       Es probable que antes de la Guerra Civil la mayoría de los bautistas del sur casi minimizaran por completo la celebración de la Navidad en sus iglesias, aunque ellos participaron en las actividades navideñas con sus familias y en sus comunidades. Estos bautistas del sur ejercieron su libertad cristiana acerca de los días especiales que Pablo citó en Romanos 14:5-6 y encontraron actividades y costumbres festivas, aunque mesuradas, de celebrar el nacimiento de Cristo.       Después de la Guerra Civil, los bautistas del sur comenzaron un lento proceso de incorporación de los temas y actividades navideños en sus programas y servicios en la iglesia. Una razón para ello fue la creciente popularidad de la Navidad durante la Era Victoriana. Las iglesias cantaban coros, implementaban obras teatrales alusivas a la Navidad y eventos para niños y actuados por los niños, y crearon una serie de sermones basados en los relatos de Mateo y Lucas acerca del nacimiento y la infancia de Jesús, todos como medios válidos para proclamar el Evangelio y enseñar la doctrina de la encarnación a los creyentes de cualquier edad.

EDITORIAL: Una Mirada a los nacimientos navideños

MAYFIELD, Ky. (BP)--Los nacimientos navideños, tal como éste al frente del edificio de la Suprema Corte de Justicia de los EE UU, constituyen un medio a través del cual la comunidad cristiana testifica acerca de la encarnación del Señor, ante una población estadounidense cada vez más diversa.       Los nacimientos navideños, ya sean actuaciones en vivo o usando figuras de los personajes bíblicos, pueden encontrarse en virtualmente todas las comunidades estadounidenses donde hay cristianos. Han existido desde los tiempos de la Colonia en los Estados Unidos y, antes de ella, en Europa por ya muchos siglos. La tradición le da el crédito a San Francisco de Asís, por crear el primer nacimiento navideño a inicios del siglo XIII.       Casi cada época de Adviento y cada Navidad está cubierta con ciertas controversias en conexión con los nacimientos navideños y su exhibición. El robo de ciertas figuras del nacimiento, tales como la del bebé Jesús, se han señalado en los últimos años. Algunas figuras sólo se han recuperado al ofrecer recompensas por ellas.       Otras escenas del nacimiento de Jesús se han calificado como ofensivas por la comunidad cristiana cuando los bromistas han insertado ahí otras figuras que no se relacionan con el nacimiento de Cristo (muñecos de nieve, San Nicolás, etc.). Hay un debate continuo centrado en poner o no los nacimientos navideños en propiedades financiadas con erarios públicos. Aunque es interesante que incluso la Casa Blanca sigue exhibiendo un nacimiento.       A pesar de tales controversias, los nacimientos navideños han sido una parte importante del paisaje estadounidense en diciembre, desde antes de la creación de la república. Al ser promovidos, la comunidad cristiana del país ha alertado a la toda la sociedad sobre la importancia de la primera venida del Señor a nuestra cultura.       Una escena navideña del nacimiento de Jesús, aunque no es un substituto de la testificación individual ante los ciudadanos del país, ha sido un testigo colectivo de los cristianos estadounidenses ante la gran comunidad nacional durante la época navideña. Ya que los nacimientos son tan aceptados por la población en general, la comunidad cristiana estadounidense encontrará los medios para continuar con esta tradición incluso si tales exhibiciones reciben más y más críticas por parte de aquellos que las encuentran cuestionables.       Sin embargo, y a pesar de la importancia de su testimonio colectivo ante la sociedad estadounidense, internamente la comunidad cristiana debe reconsiderar seriamente algunos aspectos de la exhibición de nacimientos navideños. Por ejemplo, típicamente ellos muestran simultáneamente la visita de los pastores y la de los magos (sabios de oriente) en la misma noche, cuando en realidad, esos eventos pudieron haber estado separados incluso por dos años de diferencia (Mateo 2:16). Los nacimientos navideños, tal como se han hecho actualmente, compactan lo sucedido en dos años en tan sólo un evento de una noche, por ende presentando una imagen incorrecta de estos eventos bíblicos que sucedieron por separado.