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$50 se convierten en ‘un faro para el Señor’

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BASTROP, La. (BP)–Una cosecha de donaciones ha estado retoñando desde que Grace Baptist Church (Iglesia Bautista Gracia) plantó la semilla.

La gente está dispuesta a pagar la cuenta de un extraño en una cafetería, pagar la gasolina del siguiente carro o pagar la receta de otra persona en la farmacia.

Los simples actos de bondad se han hecho más comunes en Bastrop, Luisiana, desde que Grace Baptist Church comenzó su programa de alcance “Grace Devuelve” el 23 de agosto, cuando los miembros de la iglesia fueron desafiados a bendecir a alguien de la comunidad con $4.000 que la iglesia distribuyó ese día en sobres que contenían diferentes cantidades.

Quizá lo más notable fue que los $50 que la cosmetóloga Debora Hindmon recibió aumentaron a cerca de $10.000 en trabajo dental para una compañera, Debra Ham, quien había estado orando intensamente cerca de tres años por los urgentemente necesarios dientes que ella no podía costearse.

“Yo probablemente no hubiera podido hacer esto si [Chris Wright, el pastor de la Grace Baptist] no nos hubiera dado el dinero y nos hubiera desafiado” a ponerlo en acción para el Reino de Dios, dijo Debora.

Con la ayuda de amigos, Debora narró la experiencia en su publicación: “Grace Devuelve,” y fue transmitido en Grace Baptist.

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Jim Ingram, pastor de la First Baptist Church de Bastrop, incorporó el DVD en su serie de sermones de diciembre; April Sistrunk, quien lloraba mientras contribuía a la causa y les pedía ayuda a otros, está planeando mostrar el DVD en su grupo de estudio bíblico en North Bastrop Church of God (Iglesia de Dios del Norte de Bastrop). Otros han dicho que también contarán la historia, dijo Debora.

En respuesta al llamado de su pastor, el primer desafío de Debora fue decidir qué hacer con el sobre de ella. Antes de abrirlo, se comprometió a triplicar cualquiera que fuera la cantidad que estaba adentro.

“No sé a quién, o lo que se vaya a hacer, pero dame algo grande,” oró Debora a Dios.

Abrió el sobre luego en la tarde y descubrió los $50, los cuales triplicó a $150 con su propio dinero.

“El lunes en la mañana, me senté derecha en la cama y miré a Dan y le dije: ‘Dan, voy a comprarle una dentadura a Debra Ham,'” dijo Debora, cuando relataba la conversación con su esposo. “Él me miró y dijo, ‘Esa es una maravillosa idea, pero ¿sabes en lo que te estás metiendo y cuánto dinero vas a necesitar?'”

Su esposo dobló los $20 que había en su sobre y así se añadieron $40 a la colecta de Debora. Ese fue solo el principio.

Ese mismo lunes, la colecta de Debora se elevó a $870, solamente compartiendo su historia con aquellos que encontraba en sus mandados diarios.

“No tuve que trabajar mucho para obtener el dinero. Tomó como dos días para reunir la gran cantidad,” dijo Debora. “Solamente oré cada día: como quiera que esto vaya a suceder, permite que suceda.”

Una de las clientas de Debora del salón Cuttin’ Up & Co. , una jovencita de 17 años que había recibido $170 como regalo de cumpleaños, se dejó solamente $10 para ella y le dio el resto a Barbara.

“Si yo tuviera una hija, esa es la clase de corazón que quisiera que ella tuviera,” registró Debora en su narración. “Ella solamente tiene 17 años y se dejó solamente $10 para comprarse algo para cenar.”

A sugerencia de una amiga, el martes en la mañana Debora compartió su búsqueda con el doctor Chad Gardner, quien se especializa en odontología cosmética e implantes, y él ofreció hacer el trabajo en forma gratuita. Debora solamente necesitaría pagar el trabajo de laboratorio.

“Ellos dijeron que nunca habían oído acerca de una iglesia que diera $4.000 a la gente de la comunidad,” dijo Debora refiriéndose al doctor Gardner y su esposa. “Ellos querían ser parte de ello. No querían ser dejados por fuera. Dijeron que esto iba a ser grande para nuestra comunidad y que querían aprovecharlo.”

“Gracias, Jesús. Gracias Jesús” fue la inmediata exclamación de Debra Ham. Ella tenía solo siete dientes. Durante años de sufrimiento, el reflujo ácido se había comido el esmalte de los dientes lo que le produjo caries y pérdida de piezas dentales.

“Cuando no se tienen dientes no se puede hacer muchas cosas y el estómago se arruina,” dijo Debra. “No se puede comer porque no se puede masticar.”

Debra también sufrió emocionalmente a lo largo de los años dado que trabajaba con el público como peluquera en el salón. “Estaba muy consciente de eso. De todas maneras soy una persona tímida,” dijo.

La primera cita con el doctor Gardner fue el 14 de septiembre. Luego de examinarla, el doctor Gardner descubrió que Debra necesitaba dos implantes y cirugía oral, además de extracciones y dentaduras. Él hizo la mayoría del trabajo el 19 de octubre y le dio a Debra una dentadura completa — y la oportunidad de testificar en todas partes de Bastrop.

“Ha habido muchos comentarios en la comunidad,” dijo Debra. “He testificado y le he dicho mi historia a diferentes personas y todos se han quedado sorprendidos de lo que pasó.”

Ingram de First Baptist, cliente de Debora en el salón, supo de la causa y comenzó a apoyarla al ver una bran bendición en la historia de Debora, especialmente que ella relató los detalles.

“Lo he visto antes [el dar milagroso], pero nunca lo había visto tan bien documentado, dijo Ingram. “Creo que Grace Baptist y otras iglesias que se han comprometido a extenderse afuera de la iglesia e ir a la comunidad se han puesto en un lugar para ver lo que Dios puede hacer con recursos limitados.

“Cuando sí respondemos a la manera en la que Dios nos llama, entonces podemos ver lo que Dios puede hacer,” dijo Ingram. “Nos volvemos más conscientes de cuánto desea él establecer su Reino.”

Debra verdaderamente ve eso.

“Verdaderamente muestra lo que el Señor puede hacer con el pequeño talento,” dijo Debra. “Les digo a todos que yo soy un faro para el Señor.”
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Diana Chandler es escritora independiente y miembro de Irish Channel Christian Fellowship en New Orleans. Este artículo apareció primero en la publicación de noticias Baptist Message (www.baptistmessage.com), de la Convención Bautista de Luisiana.