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Alcanzando a los musulmanes: Intercambiando el temor por el amor


RICHMOND, Va. (BP)–No es que los musulmanes no estén respondiendo al evangelio, dice el estratega Sam McAlister*de la Junta de Misiones Internacionales. El asunto, dice, es que la mayoría de los musulmanes nunca han oído o han visto a un cristiano comprometido viviendo la vida cristiana.

El islam reclama casi un cuarto de la población del mundo — 1.57 billones de musulmanes. Pero el temor — que sienten tanto los musulmanes como los cristianos — se clasifica hoy en día entre las más significativas barreras que separan a los musulmanes del mundo del evangelio.

Después del 11 de septiembre del 2001, la cultura occidental colectivamente marcó a los musulmanes como yihadistas suicidas empecinados en la islamización del globo tanto política como religiosamente a través del temor que producen los actos de terrorismo. Aunque estos estereotipos se van suavizando a medida que el entendimiento de los estadounidenses acerca del islam crece, fuertes sentimientos anti musulmanes perduran cuando la guerra con los grupos terroristas continúa en Afganistán e Irak.

Lo que es más, la fobia de los estadounidenses hacia el islam no parece parar en el umbral de la iglesia. Una encuesta de más de 1.000 pastores protestantes publicada por LifeWay Research en diciembre del 2009 mostró que el 77 por ciento de los pastores evangélicos están de acuerdo un poco o fuertemente en que el islam es una “religión peligrosa,” aunque el estudio no exploró los asuntos específicos detrás de su preocupación.

Entonces, ¿qué significa todo esto a la luz del mandato de Jesús de hacer discípulos de todas las naciones?

McAlister, quien dirige la estrategia de IMB para esparcir el evangelio entre la gente de Asia Central, cree que los cristianos deben trascender sus propios prejuicios si están comprometidos a llevar a cabo la Gran Comisión. El problema real, dice, es la “falta de amor” por los musulmanes lo que causa que los creyentes respondan con temor y los odien en vez de amarlos como lo hace Dios.

“Los estereotipos que se ven en los medios occidentales no son más ciertos acerca del mundo musulmán que decir que todos los estadounidenses son mafiosos de la ciudad de Nueva York o vaqueros del lejano oeste,” dice McAlister.

LOS MUSULMANES SON RECEPTIVOS

McAlister añade que hay malentendidos ampliamente extendidos y profundamente sostenidos entre los musulmanes acerca de lo que creen los cristianos. A diferencia de los estadounidenses, dice, los musulmanes no separan la religión y las identidades etno-culturales — dejar de ser uno es dejar de ser lo otro. Y, ellos no entienden cómo Jesús puede ser parte de la divina trinidad si Dios es uno.

Estas diferencias y malentendidos ayudan a explicar por qué la decisión de seguir a Jesús como Señor es tan difícil para los musulmanes y por qué muchos equivocadamente asumen que lo que ven en la popular cultura perpetuada por Hollywood representa los ideales de los cristianos.

“La demostrable diferencia en la vida de los creyentes también es una herramienta clave de testimonio, particularmente en las áreas de honestidad, moralidad, amabilidad y vida familiar. Estos son enormes adornos para las buenas nuevas,” dice él. “Sin excepción, donde nos hemos plantado y hemos profundizado en el idioma y la cultura, establecido relaciones y aguantado hasta el final, hemos visto fruto para el evangelio.”

EL TEMOR PARALIZA AL TESTIGO

Es particularmente frustrante que el elevado temor al islam de los creyentes estadounidenses pueda frenarlos para compartir el mensaje de la verdad a los musulmanes en un tiempo sin precedente de avance del evangelio en el mundo musulmán, dice McAlister.

Jim Haney, director de investigación global para la IMB, dice que algunos de los grupos más sensibles al evangelio son los musulmanes. Solo en el 2008, los misioneros bautistas del sur y sus compañeros nacionales bautizaron a más de 12.700 creyentes y comenzaron 1.300 nuevas iglesias entre los grupos de gente musulmana. Los misioneros también se enlazaron por primera vez con 30 grupos de musulmanes no alcanzados, que totalizan más de 35 millones de personas.

Sin embargo Haney señala que los bautistas del sur no tienen que ir a Asia o al Medio Oriente para compartir a Jesús con los musulmanes — pueden empezar en sus propios vecindarios.

“Si usted tuviera la oportunidad de ver a un musulmán en su comunidad llegar a Cristo, ¿le gustaría que sucediera?” pregunta Haney. “O, ¿es su odio por los musulmanes tan grande que no los ve como personas en necesidad del evangelio? Para nosotros [los estadounidenses], los musulmanes son como eran los samaritanos para los judíos — queremos evitar su territorio. Pero Jesús buscó a los samaritanos.

“Si vamos a efectivamente a involucrarnos con los grupos de personas musulmanas, no va a ser debido a la estrategia, va a ser debido a que los amamos. Tal vez el amor es la estrategia.”
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*El nombre ha sido cambiado. Don Graham escribe para la Junta de Misiones Internacionales.

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  • Por Don Graham