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Así están liderando internacionalmente el cuidado de los huérfanos las organizaciones cristianas sin fines de lucro

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Nota del editor: el domingo (7 de noviembre) es el domingo de los huérfanos y las viudas en la Convención Bautista del Sur.

De todos los afectados trágicamente por la pandemia de COVID-19, los 1,5 millones de niños que perdieron a sus padres o abuelos en todo el mundo pueden ser los casos más desgarradores. A raíz de tal pérdida, los defensores internacionales del bienestar infantil han reforzado los esfuerzos para cuidar a estos niños que han quedado huérfanos.

Muchos de esos defensores son organizaciones cristianas sin fines de lucro como Faith to Action Initiative (FAI) y Lifeline Children’s Services. Ambos grupos existen para brindarles a las iglesias y comunidades lo que necesitan para ayudar a los huérfanos y niños vulnerables, en el nombre de Jesús.

“COVID ha tenido un impacto increíblemente terrible en las familias y los niños de todo el mundo”, dijo Herbie Newell, presidente de Lifeline Children’s Services. “Es pobreza multiplicada; es la impotencia y la desesperanza multiplicadas “.

FAI y otros han comenzado un movimiento para brindar la mejor atención posible a los huérfanos. Hace más de 30 años, los líderes mundiales se comprometieron con un acuerdo internacional que otorgaba a los niños los mismos derechos humanos que a los adultos. Sin embargo, no fue hasta el 2019 que el grupo firmó y adoptó una resolución que se comprometía a priorizar el cuidado familiar sobre el cuidado institucionalizado para los niños.

En un evento reciente de UNICEF que celebró la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de 1989, FAI presentó una carta en la que instaba a los gobiernos a reconocer el importante papel que desempeñan las organizaciones cristianas sin fines de lucro en el cuidado de los huérfanos y a incluirlas en los esfuerzos de reforma del cuidado. Un informe de Better Care Network encontró que uno de los grupos más grandes que apoyan a los orfanatos en el extranjero son las iglesias evangélicas y protestantes.

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A pesar de esa realidad, dijo el director ejecutivo de la FAI, Elli Oswald, a veces puede parecer que las reformas de la ONU son más como mandatos que soluciones colaborativas.

“Creemos que es importante que los cristianos compartan sus experiencias”, dijo Oswald. “Ellos [pueden entonces] construir su rango de responsabilidad sobre los cambios que deben ocurrir”.

En la carta, FAI propuso que se requiera que los países regulen la inversión de fondos de las organizaciones cristianas sin fines de lucro, para garantizar que sus contribuciones se destinen exclusivamente a sus objetivos de atención familiar.

La resolución del 2019 y la medida para reconocer el liderazgo cristiano en el cuidado de los huérfanos es aún más importante hoy, ya que el resultado inesperado de una pandemia mundial dejó a muchos sin familias nucleares. Un cambio hacia el cuidado basado en la familia a nivel internacional, a través del apoyo económico, el cuidado por familiares, la crianza en hogares temporales y la adopción, ayudará a crear mejores resultados para los niños, que se desenvuelven mejor en esos entornos.

En los Estados Unidos, el orfanato ha sido cosa del pasado desde la década de 1960, cuando el cuidado de huérfanos pasó a ser la crianza en hogares temporales casi exclusivamente financiado por el gobierno. Pero los orfanatos todavía prevalecen en muchas partes del mundo. Y aunque a menudo son la mejor atención disponible y ciertamente son importantes para los niños que no tienen otras opciones, la atención institucional no es óptima.

FAI y otros grupos, en última instancia, esperan crear opciones de atención basadas en la familia en todas partes. En el 2019, todos los estados miembros de la ONU se comprometieron a avanzar hacia este objetivo, pero el proceso no es rápido ni fácil. Si bien los gobiernos se han mostrado dispuestos a trabajar con organizaciones religiosas, FAI y sus coaliciones, incluidas World Vision, Bethany Christian Services y Catholic Relief Services, quisieran que los cristianos obtuvieran un lugar más destacado en la mesa. Al hacerlo, podrían cambiar las reformas a prioridades más centradas en el Evangelio, arraigadas en el modelo de familia que Dios creó desde el primer día.

Parte de este cambio, dijo Oswald, incluiría reformas para equipar económica y estratégicamente a las familias vulnerables antes de que sea necesaria la atención de los huérfanos. Muchos de los llamados niños huérfanos en países en vías de desarrollo en realidad tienen al menos uno de los padres vivo. Pero debido a que los sistemas sociales no les ofrecen la estabilidad económica que necesitan para continuar siendo padres a través de tal reto, los niños a menudo terminan institucionalizados. Parte de la reforma del cuidado de huérfanos incluiría destinar dinero a familias intactas que solo necesitan un poco de ayuda para sobrevivir tiempos difíciles.

Centralizar las organizaciones cristianas en las conversaciones sobre el cuidado de los huérfanos es de gran importancia. Pone el Evangelio al frente y al centro y amplifica las voces de los más comprometidos con el cuidado de los niños con sus carteras y sus vidas. La Biblia llama a todos los cristianos a “cuidar de los huérfanos” (Santiago 1:27), y está claro en la historia de la creación que la unidad familiar es la intención de Dios para el florecimiento de todas las personas (Génesis 1).

“Es de vital importancia que la Iglesia trabaje unida para garantizar que las instituciones sean el último recurso para los niños vulnerables que no tienen familia”, dijo Newell. “La adopción sigue siendo una excelente manera de vivir el Evangelio, y estamos agradecidos de trabajar con tantas familias cristianas amorosas para facilitar eso”.

Con tantos temas divisivos en juego en todo el mundo, hay uno en el que casi todos pueden estar de acuerdo: mantener a los niños de todo el mundo seguros, alojados, alimentados y amados.