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Bautistas del Sur designan a 64 misioneros en Celebración de Envío

Chris y Casey Willis crecieron en Augusta, Georgia. Ambos asistieron a Warren Baptist Church y son ahora, como adultos, enviados por Warren como misioneros a Uganda junto con sus cuatro hijos. Foto de Karen McCutcheon


NASHVILLE (BP) – El presidente de la Junta de Misiones Internacionales (IMB), Paul Chitwood hizo una confesión a los miles reunidos en el Music City Center el lunes (14 de junio). A medida que avanzaba el año 2020, dijo, reto tras reto hacía que los objetivos de la IMB parecieran cada vez más inalcanzables.

“Me cuestionaba a veces si podríamos hacer todo lo que es necesario para designar, entrenar y desplegar a nuevos misioneros en medio de una pandemia global,” dijo él en la Celebración de Envío de la IMB. “Pero por la gracia de Dios y con Su ayuda, el envío de ustedes como misioneros a través de IMB no ha ni siquiera desacelerado.

Bautistas del Sur alaban durante la Celebración de Envío de la IMB de 64 nuevos misioneros el 14 de junio. Foto de Karen McCutcheon

“Hemos tenido muchos obstáculos y más que suficientes interrupciones, sin embargo, han sido nombrados más de 500 nuevos misioneros desde que empezó la pandemia…Nuestro trabajo no se ha visto frustrado.”

Sesenta y cuatro misioneros fueron presentados en preparación para unirse a los 3.631 nombrados por la IMB y enviados a través del mundo. La vasta mayoría de los nuevos misioneros estaban detrás de una pantalla, ya que no podían ser identificados debido a cuestiones de seguridad en su lugar de servicio.

Varios sí podían ser identificados y les contaron sus historias a los asistentes. Brandon y Lisa Gregory viajarán a Estonia este otoño, donde ayudarán en los esfuerzos de plantación de iglesias. Esa hambre de llevar el Evangelio comenzó en su luna de miel hace ocho años en Irlanda.

“Andábamos dando la vuelta el Día de San Patricio y solo pudimos encontrar a una persona que había oído sobre San Patricio, y era un misionero,” dijo Brandon. “No pudimos encontrar una iglesia tampoco. Eso desencadenó dentro de nosotros un deseo de ir al campo.”

En una visita a los padres de Brandon en Washington, oyeron del ministerio en Reliance Fellowship en West Richland, 200 millas al suroeste de Seattle. Se unieron a Reliance y continuaron en el ministerio de la iglesia mientras Brandon asistía a clases a través del Seminario Gateway.

Una traba que hay que enfrentar es aprender a hablar estonio, el cual no es común fuera del país. El entrenamiento en la lengua vendrá a través de la IMB, pero en el entretanto los Gregory están usando una variedad de maneras para por lo menos oír el idioma y comenzar a acostumbrarse a él. Eso incluye buscar música de Estonia en línea, y de todas las cosas, episodios de Peppa Pig en YouTube en estonio para sus dos niños de 4 y 2 años.

“Debemos estar para las misiones cada día – los 365 días del año,” dijo el presidente de la IMB, Paul Chitwood en la Celebración de Envío de 64 nuevos misioneros el 14 de junio. “¿Con qué frecuencia están las naciones en su corazón? ¿Con qué frecuencia oran para que las etnias alrededor del mundo escuchen las buenas nuevas del Evangelio?” Foto de Karen McCutcheon

Chris y Casey Willis crecieron en Augusta, Georgia. Ambos asistieron a la Warren Baptist Church y son ahora, como adultos, enviados por Warren como misioneros a Uganda junto con sus cuatro hijos.

La familia ha vivido en Uganda desde setiembre de 2018, y ha levantado sus propios fondos para trabajar junto con un equipo de IMB que ministra entre los refugiados que huyen de la guerra de Sudán del Sur.

“Aún antes de eso, Chris y yo habíamos hablado de cuánto nos encantaría ser parte de las misiones,” dijo Casey.

La vida en las misiones extranjeras tuvo que superar sus propios obstáculos. La pareja se casó y Chris aceptó un trabajo sólido y estable como representante de reclamaciones en la Administración del Seguro Social (SSA). Tuvieron un bebé, luego otro, después dos más. Casey los educó en casa mientras Chris trabajó durante 16 años en la SSA.

“Estábamos muy cómodos, pero empezó a inquietarnos que había algo más para nosotros,” admitió Casey.

Además, surgió un descontento en el trabajo de Chris. Ambos dicen que Dios los llevó de nuevo a tener un corazón para el campo misionero. Ambos fueron en viajes misioneros separados a Uganda. En 2015, la pareja también comenzó a trabajar con el ministerio de refugiados en la Clarkston International Bible Church cerca de Atlanta. Los dos dicen que esa experiencia les suavizó el corazón para el trabajo con refugiados.

Otro factor influyente en su llamado a las misiones es su iglesia de origen. Roger Henderson, expastor de misiones de Warren Baptist y exdirectivo de la IMB, realizó un viaje a Uganda con Chris. Antes de pensionarse, se aseguró de que la pareja experimentara el trabajo en la zona y en Sudán del Sur.

“Warren tiene corazón para enviar misioneros,” dijo Casey. “Ellos nos han apoyado mucho y su cultura nos guio a orar para entrar a las misiones.”

Los Gregory también notaron cómo Dios había trabajado en ellos tanto individual como colectivamente para llegar a este punto. El padre de Lisa creció en Israel y Palestina, donde trabajó como contacto con misioneros cristianos. Ella oyó esas historias y sintió el deseo de ir y servir también.

Dios también dirigió su camino de muchas otras maneras mediante conversaciones con su familia y amigos. La abuela de Brandon era una cristiana muy influyente que lo llevaba a la iglesia y le leía historias del misionero David Livingstone.

Lisa Gregory señaló un poderoso ejemplo del entendimiento de la necesidad que tienen otros del Evangelio a través de la hija de 4 años de la pareja, Amira. Un día, de camino a la iglesia, el trayecto las llevó junto a una mezquita donde se celebraba el último día de Ramadán con globos y decoraciones. Amira le preguntó sobre eso y luego de oír acerca de la religión diferente, hizo una observación directa.

“Pero mamá,” dijo. “Solo hay un Dios. ¿Quién se lo va a decir a ellos?”

Chitwood instó a todos los asistentes a ver su misión como una que literalmente no termina y ser uno de los que responda al reto de Amira.

“Debemos estar para las misiones cada día – los 365 días del año,” dijo. “¿Con qué frecuencia están las naciones en su corazón? ¿Con qué frecuencia oran para que las etnias alrededor del mundo escuchen las buenas nuevas del Evangelio?”

Aunque no todos los que escuchan la Palabra de Dios serán salvos, admitió él, el papel de los misioneros y de aquellos que los sostienen permanece inalterado – entregar el Evangelio.

“Alguien será salvo,” declaró Chitwood. “Alguien de cada nación. Alguien de cada tribu. Alguien de cada pueblo. Alguien de cada lengua estará frente a Su trono.

“Es por eso que estamos aquí [juntos]. Nuestro trabajo no ha terminado.”