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‘Bienvenidos’: Se reinician los servicios de alabanza en varias iglesias

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FARMERSVILLE, Texas (BP) — La alegre hospitalidad del domingo en el santuario de First Baptist Church en Farmersville le recordó al pastor Bart Barber una escena de la versión musical sobre el cuento de hadas “La Bella y la Bestia.”

El servicio de alabanza en First Baptist Farmsville fue el primero en semanas durante la pandemia del COVID-19 donde los miembros se saludaron, tocaron música o desarrollaron alguna actividad como voluntarios dentro del santuario.

“Verlos servir el domingo me recordó la escena de ‘Bienvenidos’ en La Bella y la Bestia y el gozo que todos sintieron, desde el candelabro hasta la tetera, al poder servir otra vez,” dijo Barber. “Había un gozo palpable en la cara de aquellos que encontraron una manera de servir otra vez.”

Por todo el país, algunas iglesias practicaron las recomendaciones de seguridad y ajustaron sus rutinas al reanudar los servicios de alabanza en la iglesia por primera vez desde hace casi dos meses. Entre estas iglesias figuran Easthaven Baptist Church en Kalispell, Mont., y Country Estates Baptist Church en Midwest City, Okla. Las Iglesias siguieron ofreciendo sus servicios de alabanza a través del internet.

El diácono Gary Edwards era una de estas personas felices de estar otra vez en el servicio de alabanza en First Baptist Farmersville. “Pedirle a un diácono que se refugie en casa es como poner a un pez en la orilla del mar,” dijo Edwards. “Tenemos que regresar al océano tan pronto como sea posible.”

No fue un domingo como los demás. First Baptist Farmersville desarrolló planes de seguridad consultando al personal de administración de emergencias de la ciudad. La iglesia marcó espacios de distancia social en una fila de entrada, usó solamente un punto de entrada al edificio, reclutó ujieres para controlar el tráfico a pie, y creó un área de sobrecupo en el gimnasio de la iglesia, dijo Barber. Un equipo de voluntarios desinfectó el santuario y el gimnasio entre los dos horarios de los servicios de alabanza y un ujier manejó el acceso al baño al limitar su uso una familia a la vez.

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“La vida ‘normal’ para nuestra iglesia implica un pequeño ejército de anfitriones, ujieres, maestros, miembros del coro, instrumentalistas, equipo de técnicos y otros. Para cada uno de esos creyentes, su medio de servicio semanal es un regalo que dan al Señor,” dijo Barber. “Rápidamente puede convertirse en una parte de su identidad como discípulo. El cerrar el campus no les ha permitido servir de esa manera. … Sí, la gente necesita alabar a Dios, pero había subestimado su hambre espiritual de servicio.”

Los miembros siguieron las normas del distanciamiento social, con una asistencia combinada de unos 120 en ambos servicios de alabanza, dijo Barber, comparado con el promedio de 350 en asistencia antes de COVID-19.

El regreso cauteloso de Easthaven Baptist Church al servicio de alabanza en un edificio se dio en un sitio que ha sido poco impactado por la pandemia. Montana tiene una de las menores tasas de contagio de COVID-19 en un estado, con 457 casos confirmados y solamente 16 muertes en un estado con una población de 1.07 millones, según el Centro de Recursos John Hopkins. Pero una de las dos muertes de COVID-19 en el condado Flathead fue la de un miembro de Easthaven que murió hace un mes, según John Dowling, el pastor de adultos jóvenes y universitarios.

La mega congregación tomó muchas precauciones para garantizar la seguridad y comodidad, atrayendo a sus cuatro servicios una asistencia combinada de cerca de un cuarto de la asistencia normal de 1,000.

“No queríamos ser ingenuos, si no dar un paso de fe y no tener miedo,” dijo Dowling. “Somos una de las mayores iglesias bautistas del sur en Montana, y también tuvimos un miembro que murió por COVID-19. Queríamos ser muy sensibles ante esto a la vez que queríamos poder reunirnos. Fuimos muy conservadores porque queríamos ser un buen ejemplo.”

La Iglesia logró practicar el distanciamiento social al remover la mitad de las sillas y reconfigurar el espacio para mantener seis pies de distancia entre núcleos familiares en cada fila de sillas. Los anfitriones y ministros en todos los servicios usaron mascarillas, las puertas se adaptaron para estar siempre abiertas y evitar contacto, se ubicaron canastas centradas para depositar las ofrendas y las tarjetas de respuesta y las familias entraron y se sentaron una a la vez.

“Fuimos cautelosos de más para mostrar sabiduría,” dijo Dowling, “y también para poner el ejemplo de liderazgo sabio en medio de circunstancias desafiantes.”

La parte de la alabanza musical de cada servicio fue pregrabada y se mostró en las pantallas, con sermones predicados en vivo, dijo el pastor Daniel Lambert en un video de invitación publicado en Easthaven.org.

“Los servicios de este fin de semana realmente serán una ‘Watch Party’ [en Facebook]. No habrá una banda de alabanza en vivo en el escenario,” dijo Lambert. “Sin embargo, también te aviso que voy a ser el invitado sorpresa de las fiestas, y voy a estar predicando en los cuatro servicios en vivo, porque ya no aguanto más.”

Easthaven está reanudando las actividades semanales regulares poco a poco y gradualmente reduciendo las capas de seguridad los domingos. El próximo domingo, por ejemplo, los anfitriones no van a usar mascarillas, pero la distancia social va a continuar.

Country Estates Baptist Church en Midwest City, Okla., tuvo dos servicios de alabanza en vez de uno solo. La asistencia combinada en los servicios de alabanza fue de unos 100, dijo el pastor principal Steve Holland, comparado con la asistencia de 250 antes de COVID-19.

“Hemos oído que la mayoría de los miembros de nuestra iglesia quiere comenzar a regresar,” dijo Holland. “El gobernador del estado de Oklahoma autorizó eso para las iglesias que consideren hacerlo si quieren … hablé con casi todos los que asistieron a los dos servicios y todos estaban muy emocionados de regresar y apreciaron mucho que hayamos reabierto.”

Se usaron diferentes puertas de entrada para cada servicio; mascarillas, guantes y gel antibacteriano para las manos fueron provistos, se practicó el distanciamiento social y el santuario se desinfectó entre un servicio y otro. Holland dijo que la mayoría de las personas en la categoría de alto riesgo se quedaron en casa, y sólo asistieron cinco o seis miembros de su población vulnerable.

“La mayoría de ellos se quedaron en casa y han comunicado que probablemente se quedarán en casa un par de semanas más,” dijo Holland, “y por ahí del 17 o posiblemente el 24, siempre y cuando sigan disminuyendo [los casos de COVID-19], es probable que comiencen a regresar.”

No se han reanudado las actividades entre semana, pero la oficina de la iglesia ofrece un devocional diario a través de Facebook.