STRAWBERRY, Ala. (BP) — James Carson ha observado la iglesia que ama atravesar por mucho durante los pasados dos años. Cuando el edificio se incendió en agosto de 2018, él vio el humo desde su casa a través de los pastizales para las vacas. Fue un largo proceso, pero reconstruyeron.
Y ahora observa desde su casa de nuevo como su amada familia de la iglesia en Warrior Creek Baptist Church en Strawberry pasa por otra crisis — un brote de COVID-19.
Más de 40 miembros, incluyendo al pastor Darryl Ross, contrajeron el virus después del reavivamiento anual de la iglesia durante la semana del 19 de julio.
“Ahora mismo dicen que esta área es un foco,” dijo Carson, veterano de la Segunda Guerra Mundial en un artículo presentado en mayo por “The Alabama Baptist.” “Esto un impacto para nosotros.”
Carson está en sus 90s y — junto con su esposa Dot quien también se considera de alto riesgo para los severos efectos del virus — no ha asistido a la iglesia desde abril por recomendación de su doctor. Sin embargo, dijo que los cultos adentro estaban guiados por los protocolos de distanciamiento social.
La iglesia, que está localizada en una comunidad rural al sur de Huntsville y que generalmente tiene entre 80 y 100 en los cultos, se reunió por un tiempo durante la pandemia en cultos desde el coche.
En junio, Warrior Creek Baptist volvió a ciertas reuniones normales. La semana pasada, el reavivamiento anual de una semana comenzó como de costumbre — pero esta semana solamente lo hicieron hasta el jueves.
Ahí fue cuando Ross supo que uno de los hombres que asistió había salido positivo, aunque no presentó síntomas. La iglesia cerró el reavivamiento, y “para el viernes en la noche, tenía miembros enfermos en todas partes,” le dijo Ross a Al.com.
Ross también salió positivo, pero le dijo al medio de noticias que tenía pocos síntomas.
No se requirieron mascarillas para el reavivamiento, las cuales dijo Ross muchos omitieron; él dijo que aquellos que asistieron practicaron el distanciamiento social a un nivel en el que estaban a gusto. Él le dijo a Al.com: “Si te sentías cómodo dando la mano, dabas la mano. Si no te sentías cómodo, no lo hacías.”
Hasta ahora nadie con el COVID-19 ha sido hospitalizado, pero dos de los casos fueron serios, de acuerdo con Ross. Él le dijo al Alabama Baptist que, aunque el grupo ha estado bastante enfermo, están “mejorando.”
