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Brotes de fe en los pueblos flotantes de Camboya

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NOTA DEL EDITOR: La Ofrenda de Navidad Lottie Moon suplementa las donaciones al Programa Cooperativo para así apoyar a más de 5,600 misioneros bautistas del sur que comparten el Evangelio en otros países. Este año, la meta de la ofrenda son $175 millones. El tema de la ofrenda Lottie Moon 2009 es “¿Quién falta? ¿Quién irá?” y se enfoca en vencer las barreras que impiden que se escuche y se acepte el Evangelio en varias partes del mundo y en la misión que la Gran Comisión nos dio a todos los cristianos para “id y haced discípulos a todas las naciones.” La Semana de Oración por las Misiones Internacionales 2009 está programada del 29 de noviembre al 6 de diciembre. Puede encontrar recursos en inglés sobre la ofrenda yendo a www.imb.org/offering y en español yendo a www.hispanos.imb.org/lottie.

KBAL TAOL, Camboya (BP)–David* nunca imaginó que usaría a los fantasmas como una manera de compartir el Evangelio.

Un obrero cristiano en Camboya, David estuvo visitando las poblaciones flotantes en el Lago Tonle Sap, el mayor lago de agua fresca en el sureste de Asia, y se le presentó la necesidad de encontrar un bote y un chofer. Andrew,* a quien David había llevado a Cristo hace 18 meses, se ofreció a tomar ese trabajo.

David conoció a Tim* durante uno de esos viajes de reconocimiento en la población de Kbal Taol. Ambos comenzaron a hablar de asuntos espirituales, y David le dio una Biblia a Tim. Después de varias visitas, Tim invitó a David y a Andrew a cenar a su casa. Antes de que llegaran, Andrew le dio un consejo a David.

“Es buena la manera en que tú hablas de Dios, pero sería mejor comenzar de otra manera,” dijo Andrew.

“¿Cómo debería comenzar?” preguntó David.

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“Tienes que hablar de fantasmas,” contestó.

“¿De fantasmas? ¿Por qué?”

“Porque la gente aquí tienen miedo de los fantasmas,” le dijo Andrew. “Necesitan saber que este Dios Creador es más poderoso que los fantasmas.”

La entretejida comunidad de Kbal Taol es el hogar de aproximadamente 350 familias vietnamitas y 450 familias khmer (camboyanos). Está a dos horas en bote del pueblo más cercano –Siem Reap en el norte de Camboya. Aunque algunos residentes dicen ser budistas, que es la religión predominante, muchos viven temerosos de los espíritus que ellos creen les causan daño.

Ya que es difícil para los vietnamitas obtener los derechos a la tierra en Camboya, la mayoría elige vivir en el agua. Como la mayoría de los hombres son pescadores, vivir en el agua significa que están más cerca de su lugar de empleo. Salen por la noche a arrojar las redes y las recogen temprano la mañana siguiente. Las mujeres pasan sus días cosechando el pescado atrapado con las redes. Luego llevan los pescados a vender en Siem Reap.

“Los vietnamitas que viven en el agua son diferentes de los que viven en la tierra,” dijo David. “Son más comunitarios y orientados hacia la familia. Comparten la comida unos con otros cuando escasea.”

Los niños van a la escuela, donde enseña Tim, o ayudan en la pesca durante la temporada alta. En lugar de ir en bicicleta a visitar a un amigo, los niños de incluso 6 ó 7 años se lanzan en un bote y reman hasta el bote vecino o a unas cuantas “calles” más abajo para ver a sus amigos.

Hasta el 2008, nadie en este pueblo había escuchado la historia de Jesús.

Pero eso cambió la noche cuando llegaron a cenar David y Andrew a la casa de Tim.

Tim también había invitado a unos vecinos a la cena, incluyendo al padre de Andrew, quien vive en el bote vecino. Después de cenar, la conversación entró en el tema espiritual. Tim había comenzado a leer la Biblia que le dio David y tenía varias preguntas.

“Tim y yo habíamos estado hablando por tres horas, y otros hombres se estaban quedando dormidos,” dijo David. “Luego, como a las 9 en punto Andrew me retiró de la conversación.”

“Ya es hora que hables de los fantasmas,” le dijo Andrew.

Así que David comenzó una conversación sobre los fantasmas compartiendo la historia del hombre rico y Lázaro en Lucas 16. Él les explicó que los fantasmas no son espíritus de los muertos si no ángeles caídos y espíritus malvados enviados por Satanás.

“Los hombres se despertaron,” dio David riéndose. “[Ahora] sí ponían atención.”

A la medianoche, sin embargo, los visitantes se fueron a dormir antes de tener que comenzar el día pescando muy temprano. Pero Tim todavía tenía más preguntas.

Finalmente, Tim le preguntó a David, “Dime cómo alguien puede convertirse en un hijo de Dios.”

David le explicó el Evangelio, y Tim oró para recibir a Cristo. Eran las 3 a.m.

“Esta ha sido la visita más larga que he hecho,” dijo David sonriendo.

Tim dice que la vida es mejor desde el día en que confió en Cristo.

“Yo [todavía] doy clases a los niños… [pero ahora] todos los días oro y le pido a Dios que me ayude….”
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* Los nombres reales se han cambiado. Tess Rivers escribe para la Junta de Misiones Internacionales.