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Capellanes jubilados advierten en contra de revocar ‘No preguntes’

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WASHINGTON (BP)–Las carreras de muchos si no de la mayoría de los capellanes militares terminará si la política “No preguntes, no digas” en contra del servicio homosexual abierto es revocada, más de 40 capellanes militares jubilados contienden en una carta con fecha 28 de abril dirigida al presidente Obama y al secretario de defensa Robert Gates.

La carta advierte que revocar la política impactará negativamente la libertad religiosa y podría incluso afectar la presteza militar y el nivel de las tropas debido a que el ejército podría marginar las creencias religiosas “profundamente arraigadas.”

Los capellanes militares, dijeron los capellanes jubilados, “son integrales para mantener la moral alta.”

“Marginar a un gran grupo de capellanes, entonces, inevitablemente dañará la presteza al disminuir la moral,” dice la carta. “Similarmente, convertir a los cristianos ortodoxos — tanto capellanes como soldados — en soldados, marineros, aviadores o infantes de marina de segunda clase cuyas sinceras y arraigadas creencias son comparables con el racismo no puede ayudar al reclutamiento o a la retención.”

Obama y Gates han declarado su apoyo a la revocación de “No preguntes, no digas” pero por lo menos la mitad de los miembros del Estado Mayor Conjunto han expresado reservas acerca de su posible revocación, la cual requeriría acción de parte del Congreso.

Cambiar la política, dice la carta, podría influenciar todo en la capellanía, desde lo que un capellán puede decir en un sermón a lo que puede decir en una sesión de consejería. Los capellanes jubilados, dice la carta, están “profundamente preocupados” de que los cambios amenacen la libertad religiosa de los capellanes y de los miembros del servicio.

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Si la política es cambiada, los capellanes que no se amolden “podrían correr el riesgo de recibir acusaciones finalizadoras de carrera de insubordinación y discriminación,” dice la carta.

Keith Travis, líder de equipo del equipo de evangelismo de las capellanías de la Junta de Misiones de los Bautistas del Sur de Norte América, firmó la carta. Un ex capellán del ejército de EE. UU. y de las reservas del ejército de EE. UU., dijo que la capellanía “como la conocemos hoy en día pende de un hilo.”

“Es una coyuntura crítica en este punto para el ministerio y la capellanía,” le dijo Travis a Baptist Press. “Si esta política es revocada, hay efectos secundarios y terciarios que tomarán lugar en los que la gente no está pensando y ni siquiera ve en este momento.”

Travis añadió: “Eso podría limitar a nuestros capellanes en lo que pueden predicar. ¿Pueden siquiera predicar sobre el pecado? ¿Puede llamarse la homosexualidad pecado?”

La carta fue firmada por capellanes jubilados procedentes de diferentes trasfondos de denominación, incluyendo bautistas del sur, episcopales, presbiterianos y luteranos.

“Póngalo más simple, si el gobierno normaliza el comportamiento homosexual en las fuerzas armadas, muchos (si no todos) los capellanes confrontarán una profunda y difícil elección moral: si tienen que obedecer a Dios u obedecer a los hombres,” dice la carta. “Esta elección debe enfrentarse, ya que los cristianos ortodoxos — los cuales representan un porcentaje significativo de creencia religiosa en las fuerzas armadas — no afirman el comportamiento homosexual.”

La carta añade: “Al poner el comportamiento homosexual al mismo estatus amparado de característica innata e inofensiva como la raza y el género, las fuerzas armadas les darán a las sinceras creencias religiosas de muchos capellanes y miembros del servicio el rango de intolerancia comparables con el racismo.”

Los capellanes bajo esa nueva política estarían presionados a atenuar sus enseñanzas y a evitar los “elementos clave” de su fe y práctica. Adicionalmente, la carta dice que los capellanes que predican a través de todos los libros de la Biblia “presentarían inevitablemente enseñanzas religiosas que identifican el comportamiento homosexual como inmoral.”

“Por lo tanto, aunque los capellanes lleven a cabo su tarea ante Dios de predicar las doctrinas de su fe, se encontrarían a sí mismos diciendo palabras que están en inequívoco conflicto con las políticas oficiales,” dice la carta.

La carta de los capellanes jubilados dice que revocar la actual política podría inclusive impactar:

— a los capellanes que enseñan clases sobre liderazgo moral y ética en las bases de las fuerzas armadas y sus extensiones.

— a los capellanes que dirigen los programas de Vínculos Fuertes del Ejército, el cual se enfoca en fortalecer los matrimonios y las familias de los miembros del servicio. Si “No preguntes, no digas” es revocado, dice la carta, es solamente un asunto de tiempo antes de que las parejas homosexuales soliciten participación en el programa, poniendo a los capellanes que nieguen esa petición en peligro de recibir una queja de discriminación.

— la habilidad de los capellanes de aconsejar de acuerdo a sus creencias.

“Si los capellanes contestan tales preguntas [durante las sesiones de consejería] de acuerdo a las doctrinas de su fe, aseverando que las relaciones homosexuales son pecaminosas y dañinas, entonces ellos corren el riesgo de recibir acusaciones finalizadoras de carrera de insubordinación y discriminación,” dice la carta.

Los capellanes jubilados dicen que ellos hablan explícitamente por los capellanes en servicio que “pueden arriesgarse a recibir acusaciones de insubordinación o discriminación” si ellos manifiestan las mismas preocupaciones.

Los capellanes jubilados dicen que ellos no están diciendo que los capellanes deben evitar ministrar a los homosexuales.

“Por lo contrario, creemos que Dios ama a todos, que él desea que todos escuchen y reciban la verdad, y él nos llama a decir esa Verdad,” dijeron los capellanes jubilados. “Pero condonar conductas que Dios dice que son dañinas y pecaminosas podría tanto violar el llamado religioso de los capellanes como traicionar a los miembros del servicio que confían en que ellos les den el consejo santo.”

Además de Travis, David Mullis, capellán jubilado de la marina que también fue comisionado por los bautistas del sur, firmó la carta.
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Michael Foust es editor asistente de Baptist Press. Lea la carta completa de los capellanes online en http://www.telladf.org/UserDocs/DADTLetter.pdf.