[1]NASHVILLE (BP) — El lunes (18 de nov.) la popular cadena estadounidense de comida rápida, Chick-fil-A, Inc., anunció una nueva política en relación con las donaciones caritativas. De acuerdo con un comunicado en línea, la política, que tendrá efecto en 2020, enfocará las donaciones caritativas de la compañía en las áreas de hambre, indigencia y educación.
En 2019, la Fundación Chick-fil-A, la rama filantrópica de la compañía, donó a más de 300 organizaciones caritativas. Bajo la nueva política, la fundación va a distribuir $9 millones de dólares en donaciones prometidas el próximo año y limitará su asociación a solo una entidad benéfica por cada una de sus tres iniciativas.
En su anuncio, la fundación mencionó que en 2020 estará expandiendo sus asociaciones con Junior Achievement USA para apoyar la educación de la niñez y Covenant House International para encarar la indigencia juvenil. Adicionalmente, la fundación también anunció planes para “apoyar a más de 120 comunidades dedicando $25,000 a un banco de comida local en cada nueva inauguración de Chick-fil-A.”
Chick-fil-A es uno de los restaurantes con más rápido crecimiento en la nación. Con ventas totales en 2019 que superan los $10 billones, Chick-fil-A, que es conocido por sus sándwiches de pollo crujiente y sus comerciales basados en vacas es ahora la tercera cadena de comidas más grande en los Estados Unidos, detrás solamente de McDonald’s y Starbucks.
A pesar de su rápido crecimiento, la compañía con base en Atlanta ha enfrentado intensa crítica en años recientes por sus donaciones caritativas a grupos que se oponen al matrimonio del mismo sexo. Bajo la nueva política, la fundación ya no distribuirá fondos al Compañerismo de Atletas Cristianos (FCA), al Ejército de Salvación, o al Hogar para Jóvenes Paul Anderson, las tres anteriores organizaciones asociadas cuyos puntos de vista sobre la homosexualidad encendió la crítica de Chick-fil-A.
Establecida en 2012, la Fundación Chick-fil-A ha distribuido más de $52 millones en donaciones para apoyar la “educación, el espíritu empresarial y los programas de desarrollo de liderazgo” en comunidades locales donde Chick-fil-A opera sus franquicias. Chick-fil-A no ha atribuido el cambio de política del lunes a la crítica o a la presión externa. Más bien, la compañía dice que la nueva política refleja una filosofía de dar más considerada.
“Nuestra meta,” dijo en un comunicado Tim Tassopoulos, presidente y director ejecutivo de Chick-fil-A, Inc., “es donar a las organizaciones más efectivas en las áreas de la educación, la indigencia y el hambre … Con base religiosa o no, ninguna organización será excluida de una futura consideración.”
Además de su nuevo acercamiento basado en la iniciativa, la fundación también anunció que “ya no hará compromisos de muchos años y que reevaluará su asociación filantrópica anualmente para permitir el máximo impacto.” La fundación tuvo previamente asociaciones de muchos años tanto con el FCA como con el Ejército de Salvación, que terminaron en 2018.
Respondiendo al anuncio de Chick-fil-A, el Ejército de Salvación entregó un comunicado el lunes expresando que lamentaban la decisión de la fundación de “desviar los fondos a otras organizaciones de hambre, educación e indigencia.” En el comunicado, el Ejército de Salvación dijo que “como el mayor proveedor de servicios en el mundo” ellos sirven a más de 23 millones de individuos por año y es probablemente “el mayor proveedor de ayuda a la pobreza de la población LGBT.”
El primer restaurante de Chick-fil-A abrió en Georgia en 1946. Desde ese tiempo, los valores cristianos conservadores de su fundador, Truett Cathy, quien murió en 2014, le han dado forma tanto a la compañía como a su cultura. Además del compromiso de la compañía con la filantropía, la influencia de la fe y los valores de Cathy se refleja la práctica de la cadena de restaurantes de permanecer cerrados los domingos.
Pero al haberse expandido Chick-fil-A hacia regiones fuera del sur, los valores conservadores de la compañía y los puntos de vista religiosos de la familia Cathy, quien ha retenido el control de Chick-fil-A, han enfrentado una respuesta negativa en ciertos mercados.
De acuerdo con bisnow.com, a principios de este año, legisladores exitosamente previnieron que Chick-fil-A abriera restaurantes en los aeropuertos de San Antonio, Texas, y Buffalo, N.Y. Adicionalmente, a ocho días de estar en contrato, al primer Chick-fil-A en abrir en el Reino Unidos el dueño de la propiedad donde se ubica el restaurante les dijo que “no serían bienvenidos” a extender el contrato debido a su “percibida posición anti LGBT.” Las expansiones en Canadá y Escocia también se han encontrado con protestas debido a las posturas de la compañía sobre la sexualidad.
La crítica pública hacia el restaurante data de por lo menos 2012, cuando Chick-fil-A enfrentó un severo contragolpe después de que Dan Cathy, el director ejecutivo de la compañía, expresó su oposición al matrimonio del mismo sexo. Ese mismo año, Chick-fil-A dejó de hacer donaciones a ciertos grupos conocidos por su oposición a las causas de LGBT. Sin embargo, la compañía continuó colaborando con organizaciones como el FCA y el Ejército de Salvación para financiar tipos específicos de trabajo caritativo, incluyendo campamentos de verano que benefician a niños desfavorecidos.
La misión de la Fundación Chick-fil-A es “nutrir el potencial en cada niño.” Además de sus donaciones caritativas planeadas para 2020, la compañía también manifestó que continuaría financiando becas para los empleados de Chick-fil-A y que también retribuirá a las localidades comunitarias mediante su programa de “Reconocimientos Verdadera Inspiración.” Chick-fil-A anticipa que sus donaciones en efectivo para el 2020 totalizarán aproximadamente $32 millones, incluyendo la continuada inversión en revitalizar los esfuerzos de la comunidad Westside de Atlanta.