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Cómo orar por el presidente Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris, y los miembros del Congreso

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Como cristianos, tenemos la responsabilidad de orar por los líderes de nuestra nación. Independientemente del partido político del presidente o de las posturas sobre asuntos diversos, he estado orando fielmente por cada presidente y vicepresidente durante décadas. Nuestra primera y más alta lealtad es siempre al Señorío de Jesucristo y luego a las palabras que Él nos da en la Biblia, la Palabra del Dios viviente, con respecto a cómo vivir.

Por lo tanto, ¿cómo debemos orar por nuestro nuevo presidente, Joe Biden, y por nuestra nueva vicepresidenta, Kamala Harris? Quiero compartir algunas consideraciones para cuando ustedes y su iglesia oren por ellos diariamente. Sí, necesitamos orar por ellos diariamente. La Biblia dice en 1 Timoteo 2:1, 2: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.”

  1. Reconozcan ante Dios que Él los ha puesto en esos puestos de autoridad. Daniel 2:21 dice que Dios cambia los tiempos y las épocas; pone y depone reyes.
  2. Pídanle a Dios que proteja al presidente Biden y a su esposa, también a la vicepresidenta Harris y a su esposo, de las fuerzas del mal que puedan desear hacerles daño.
  3. Apelen a Dios que Él provea su sabiduría al presidente Biden y a la vicepresidenta Harris de manera que ellos vean lo que Dios desea y sean influenciados por aquellos a su alrededor que les den el consejo correcto.
  4. Pídanle a Dios que los empodere para que hagan decisiones que protejan a nuestra nación en todo momento, lo que nos llevará a poder tener vidas tranquilas y sosegadas en toda santidad y dignidad.
  5. Apelen a Dios tenazmente que el presidente Biden y la vicepresidenta Harris y que todos en su administración encuentren maneras de trabajar con ambas cámaras del Congreso que los lleven a resoluciones para las más apremiantes necesidades que enfrenta Estados Unidos hoy.

Así como Jeremías instruyó al pueblo de Dios que estaba en el exilio en Babilonia, nosotros necesitamos recordar lo que la Biblia dice en Jeremías 29:7: “…pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad.”

Dios es capaz de crear soberanamente gente y circunstancias para llevar a cabo su voluntad. Todos los líderes de nuestra nación necesitan dirigir con espíritu de humildad, respeto los unos por los otros, un espíritu de entendimiento, y una determinación de cooperar por el bien común de Estados Unidos. Solamente Dios puede traer un espíritu de paz en las relaciones juntos. Esta cooperación es necesaria para colaborar por el bien de nuestra nación.

Necesitamos que nuestros líderes se llenen de la sabiduría de Dios. Necesitamos que nuestros líderes se llenen continuamente de valor para dirigir y proteger nuestra nación.

Independientemente de quiénes sean el presidente, el vicepresidente, el presidente de la Cámara de Representante, o el líder de la mayoría del Senado, necesitamos orar por los líderes de nuestra nación. Sin importar el partido político en el poder, ellos están sujetos al poder de Dios y necesitamos orar por ellos. Orar por el presidente Biden y todos los líderes de la nación no tiene nada que ver con su partido o afiliación. Sí tiene, sin embargo, todo que ver con su responsabilidad personal como cristianos.

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Estados Unidos necesita orar hoy más que nunca antes. A la vez que nos enfrentamos a múltiples crisis, nuestro mayor problema continúa siendo espiritual. De hecho, nuestra crisis espiritual es la causa fundamental de la mayoría, sino de todos, los otros asuntos que enfrenta nuestra nación. Proverbios 14:34:”La justicia enaltece a una nación, pero el pecado deshonra a todos los pueblos.”

Esto es por lo que debemos continuamente invocar a Dios para que traiga reavivamiento espiritual sobre su iglesia y despertar espiritual a Estados Unidos. Por su gracia y para su gloria, necesitamos traer el Gran Despertar a Estados Unidos ahora de manera que las naciones puedan oír de Él y conocerlo personalmente.

Ahora es el momento de liderar.