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COMPENDIO CULTURA: Presidentes universitarios reviven el debate sobre la edad mínima para beber;…


NASHVILLE, Tenn. (BP)–Más de 100 presidentes universitarios, algunos de escuelas tan importantes como Duke, Dartmouth, Syracuse y John Hopkins, han revivido el debate acerca de disminuir la edad mínima para beber de los 21 a los 18 años, argumentando que permitir a los adolescentes el beber legalmente pudiera de hecho disminuir las borracheras entre los estudiantes universitarios.

El grupo, llamado la Iniciativa Amatista debido a que se creía que esta gema griega protegía de la intoxicación, señaló en una declaración que el Congreso aprobó la Ley Nacional de la Edad Mínima para Beber en 1984, imponiendo una multa del 10 por ciento del presupuesto estatal para carreteras a cualquier estado que pusiera el límite de la edad para beber por debajo de los 21 años.

“Veinticuatro años después, nuestra experiencia como presidentes universitarios nos convence de que no está funcionando que sea 21 años,” dijo el grupo de presidentes y cancilleres. “Se ha desarrollado — a menudo fuera del campus — una cultura de ‘borracheras’ peligrosas y clandestinas.

La educación sobre el alcohol que demanda abstinencia como la única opción legal no ha dado como resultado un cambio constructivo significativo en el comportamiento entre los estudiantes,” añadieron. “Los adultos menores de 21 años son considerados capaces de votar, firmar contratos, servir en jurados e enlistarse en el ejército, pero se les dice que no tienen la madurez para tomarse una cerveza. Al escoger usar identificaciones falsificadas, los estudiantes hacen cosas no éticas que erosionan el respeto por la ley.”

El grupo pregunta, “¿Cuántas veces debemos reaprender la ley de la prohibición?” y luego lanza un llamado a los oficiales electos para que apoyen un debate público acerca de la edad para beber, considerando si el 10 por ciento del fondo para carreteras anima o inhibe el debate, y ofrecer nuevas ideas acerca de la preparación de los adultos jóvenes para que tomen decisiones responsables sobre el alcohol.

Moana Jagasia, una estudiante en Duke University, dijo a Baptist Press que apoya la disminución a la edad mínima para beber.

“No hay tanta diferencia de madurez entre los 18 y los 21 años,” dijo. “Si la edad es menor, estarías expuesto antes, y así no te asustas cuando llegues al campus.”

Donna Shalala, presidenta de la Universidad de Miami, se negó a firmar la declaración de la Iniciativa Amatista.

“Recuerdo los campus universitarios cuando la edad mínima era 18 años, y honestamente creo que hemos avanzado en algo,” dijo a Associated Press quien fuera la secretaria de servicios de salud y humanos durante la administración de Clinton. “No tiene sentido alguno regresarlo a las escuelas preparatorias.”

El grupo Mothers Against Drunk Driving dijo que el bajar la edad mínima para beber pudiera acarrear más accidentes automovilísticos fatales, reportó AP, y piensan que la coalición de presidentes universitarios está buscando un escape fácil a un problema que preferirían no tener en sus campus. Las oficiales de MADD, dijo AP, han invitado a los padres a que reconsideren la seguridad de las universidades cuyos presidentes firmaron la declaración.

“Está muy claro que la edad mínima para beber de los 21 años no se aplicará en esos campus,” dijo Laura Dean-Mooney, presidente nacional de MADD.

Más del 40 por ciento de los estudiantes universitarios reportaron por lo menos un síntoma de abuso o dependencia del alcohol, y AP encontró que entre 1999 y 2005, 157 personas en edad universitaria, entre los 18 y 23 años, bebieron hasta morir.

Los oficiales escolares a veces no son modelos a seguir. Por ejemplo, Robert Paxton, presidente de Iowa Central Community College por 13 años, renunció en agosto después de que se publicó una fotografía en The Des Moines Register donde se le mostraba en un bote ayudando a verter cerveza de un tarro en la boca de una mujer joven. Y en agosto, un decano de la Universidad Carnegie Mellon en Pennsylvannia fue acusado tres veces de manejar borracho en un periodo de ocho días.

HALLMARK AÑADE TARJETAS DE ‘MATRIMONIO DE HOMOSEXUALES’ A SU REPERTORIO — Hallmark, la cadena de tarjetas de felicitaciones más reconocida a nivel nacional, ha añadido una línea de tarjetas celebrando el “matrimonio de homosexuales” a raíz de la decisión de la Suprema Corte de California para permitir que las parejas del mismo sexo se “casen.”

Las tarjetas presentan dos trajes de esmoquin, corazones empalmados o flores entrelazadas con mensajes de felicitaciones por dentro. Una dice, “Dos corazones. Una promesa.” Evitan utilizar el término “matrimonio de homosexuales” porque no es legal en la mayoría de los estados, pero no hay que usar mucho la imaginación para adivinar el tema.

“Cuando he tenido que ir de compras para los bebés o bodas de amigos gay tengo buena suerte para encontrar algo en tiendas estrafalarias,” dijo a Associated Press Kathryn Hamm, presidenta de la página de internet gayweddings.com. “Pero si estás en una tienda genérica… los símbolos para el novio y la novia o estas palabras aparecen en la mayoría de las tarjetas. Se vuelve difícil encontrar algo que sea neutral pero con algo de estilo.”

Así que Hallmark está llenando ese vacío.

“Es nuestra meta ser tan relevante como nos sea posible a la mayor cantidad de personas que podamos,” dijo a AP Sarah Gronberg, vocera de Hallmark.

Janice Crouse, directora del Centro Beverly LaHaye de Concerned Women for America, expresó su desilusión debido a la decisión de la compañía Hallmark por proveer tarjetas que promueven la homosexualidad.

“Al enlazarse con la moda más reciente generada por el grupo de interés especial homosexual, Hallmark está negando su imagen de ser una compañía integral que promueve en sus productos los valores estadounidenses y los principios a favor de las familias,” dijo Crouse en una declaración.

“Los negocios estadounidenses tienen una responsabilidad corporativa ante el público que compra sus productos,” añadió Crouse. “En vez de reforzar campañas de los grupos de intereses especiales como los activistas homosexuales, corporaciones como Hallmark deberían estar protegiendo a la cultura estadounidense de aquellas fuerzas que destruirían a la familia y crearía un ambiente público que dañaría el bienestar general, especialmente el bienestar de los niños.”

Hallmark dice que las tiendas pueden decidir si quieren añadir la línea de tarjetas del “matrimonio de homosexuales” a su colección.

‘ESPOSAS AMAS DE CASA’ GANAN POPULARIDAD – Las feministas intentaron librarse de ellas, pero ahora parece que más mujeres jóvenes adultas lo están adoptando. Según un reciente artículo publicado en CNN.com, las esposas amas de casa son el más reciente símbolo de estatus.

“Dice, ‘Ganamos el dinero suficiente para que no tengamos que trabajar los dos fuera del hogar,” de acuerdo con Scott Haltzman, autor de “La vida secreta de la mujeres casadas felices.” Y especialmente con las recientes presiones económicas, a menudo es un lujo visible y extremo tener una esposa ama de casa.”

En muchos de los casos, las mujeres no tienen hijos, y no trabajan desde su casa, señaló el artículo. Sólo se quedan en casa porque la disfrutan y se alegran de tener un tiempo extra para dedicárselo a sus esposos.

“Ya no nos estresamos,” dijo Anne Marie Davis, una esposa de 34 años en Texas. Hace diez años ella era una “abrumada” maestra de inglés en la escuela preparatoria, dijo, y no le quedaban tiempo para más. Ahora, ya que se dedica a su hogar, dice que su nuevo estilo de vida la ha hecho más feliz y le ha acercado más a su esposo.

Sin tener un ambiente laboral altamente estresante absorbiendo la mayoría de su tiempo, Davis ahora puede hacer trabajos caritativos, leer, escribir y explorar nuevos pasatiempos como la costura, describe el artículo.

“En los últimos años, muchas mujeres con mucha educación y entrenadas para una carrera han decidido quedarse en casa,” dijo Haltzman. Él calcula que más del 10 por ciento de las 650 mujeres entrevistadas quienes han elegido quedarse en casa no tienen hijos, señalando así una nueva tendencia entre las mujeres que cuidan de su hogar a tiempo completo sin tener todavía el título de “madre ama de casa.”
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Erin Roach escribe para Baptist Press.

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