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Corte Suprema falla a favor de los derechos gays y transexuales

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WASHINGTON (BP) — La Corte Suprema de EE.UU. emitió una decisión crucial hoy (15 de junio) sobre los derechos de los gays y transexuales que resultó en protecciones de larga duración y sin discriminación a la cobertura legal en el lugar de trabajo por la “orientación sexual” y la “identidad de género.”

Los jueces dictaminaron en una decisión 6-3 que la categoría “sexo” en el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 se aplica a los empleados homosexuales y transexuales. El presidente del tribunal supremo John Roberts y el juez Neil Gorsuch — típicamente entre los miembros conservadores de la corte alta — se unieron a la mayoría de los cuatro miembros del ala liberal. Los jueces Clarence Thomas, Samuel Alito y Brett Kavanaugh disintieron.
Russell Moore, presidente de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética (ERLC) de los bautistas del sur, y otros afectados por la decisión expresaron preocupaciones por el impacto sobre la libertad religiosa y el significado de las palabras en las leyes.
La decisión “tendrá implicaciones sísmicas para la libertad religiosa y activará potencialmente años de demandas y luchas en la corte acerca de lo que esto significa, por ejemplo, para las organizaciones religiosas con convicciones religiosas acerca del significado del sexo y la sexualidad,” escribió Moore.
Los precedentes de la decisión “significarán que los legisladores realmente no sabrán por lo que están votando para aprobar — porque las palabras pueden cambiar el significado cultural dramáticamente entre el tiempo de la aprobación y algún futuro caso en la corte,” dijo.
John Bursch, vicepresidente de abogacía de apelación de la Alianza en Defensa de la Libertad, dijo en una divulgación escrita que la inclusión de “sexo” en las leyes de derecho civil era “para proteger la igualdad de oportunidades de las mujeres. Lo que le permite a la corte o burócratas gubernamentales redefinir un término con un significado tan claro e importante socavando esas mismas oportunidades — para lo que la ley fue diseñada que debía proteger.”
Los defensores de los derechos gays y transexuales celebraron la decisión de la corte.
Alphonso David, presidente de la Campaña de Derechos Humanos, describió la decisión como “una victoria histórica” para los derechos gays y transexuales.
El fallo de la Corte Suprema, sin embargo, “difícilmente debe ser sorprendente, dado lo que ha cambiado culturalmente el significado de sexo y sexualidad,” escribió Moore. “Que la ‘revolución sexual’ sea apoyada aquí tanto por los ‘conservadores’ como por los ‘progresistas’ en la corte también debe ser de poca sorpresa para aquellos que han observado los desarrollos en cada una de las esquinas ideológicas de la vida estadounidense.”
Escribiendo por la mayoría, Gorsuch — uno de los dos nominados por el presidente Trump en la corte — dijo: “Un empleador que despide a un individuo por ser homosexual o transexual despide a la persona por características o acciones que no serían cuestionadas en miembros de un sexo diferente. El sexo juega un papel necesario y no disimulable en la decisión, exactamente lo que el título VII prohíbe.”
Gorsuch reconoció que los miembros del Congreso que respaldaron el Título VII hace 56 años no habría esperado el fallo de la corte, pero dijo, “los límites de la imaginación de los redactores no suministraron razón para ignorar las demandas de la ley.”
Un empleador que despide a un empleado hombre por una atracción hacia los hombres mientras lo tolera en una empleada mujer es culpable de discriminación, dijo Gorsuch. El “sexo” del trabajador hombre “juega un papel inconfundible e inadmisible en la decisión del despido,” escribió.
Alito discrepó con la decisión de la corte con un fuerte disenso, y la describió como una “legislación” en vez de una “decisión judicial.”
“Un descaro mayor de nuestra autoridad para interpretar los estatutos es difícil de recordar,” escribió Alito. “La Corte trata de convencer a los lectores que es meramente hacer cumplir el estatuto, pero eso es absurdo.
“… la pregunta en estos casos no es si la discriminación por la orientación sexual o la identidad de género debe ser desechada. La pregunta es si el Congreso hizo eso en 1964. Indiscutiblemente no lo hizo.”
El Congreso repetidamente ha considerado que la legislación incluya las protecciones a los derechos civiles por la “orientación sexual” y “la identidad de género” pero ha omitido hacerlo, escribió Alito. El año pasado, la Casa de Representantes aprobó la Ley de Igualdad, la cual habría protegido ambas clasificaciones, pero el Senado no ha actuado en ella.
En su opinión, Gorsuch dijo que la mayoría está preocupada por preservar la protección de la Primera Enmienda del libre ejercicio de la religión para los empleadores. Él expresó esperanza de que la Ley de Restauración de la Libertad de Religión (RFRA) — una ley federal de 1993 dijo él, que “opera como un súper estatuto” — pueda “reemplazar los mandatos del Título VII en casos apropiados.”
Cómo esas normas de libertad religiosa se relacionan con el Título VII “son preguntas para casos futuros también,” reconoció Gorsuch, sin embargo.
El abogado bautista del sur Michael Whitehead dijo que la corte alta “dejó abiertas para casos futuros las preguntas sobre los derechos de las organizaciones religiosas y los ciudadanos religiosos de vivir su fe y su conciencia religiosa en la plaza pública. El desacuerdo sobre el significado de ser hombre o mujer no debiera ser tratado como discriminación malintencionada.”
Whitehead y su hijo Jonathan, abogados en Kansas City, Mo., escribieron escritos amigos de la corte; Michael por el Instituto de Libertad Religiosa y Jonathan por las 24 organizaciones estatales del Concilio Político de la Familia.
Moore de la ERLC dijo que los “retos legales y legislativos” producidos por el fallo “son difícilmente las consideraciones más importantes. Lo que es más importante es que la iglesia vea dónde la visión bíblica de la sexualidad y la familia no está en sintonía con la dirección de la cultura estadounidense.”
En cuanto a la sexualidad, la iglesia “ha estado y estará” en su tradición de 2,000 años cimentada en la Biblia, escribió él. Para que la iglesia haga eso, “significará enseñarle a la siguiente generación de cristianos por qué [las distinciones entre hombre y mujer] son buenas, y no interminablemente elásticas,” dijo Moore.
La ERLC y otras organizaciones religiosas firmaron el año pasado escritos amigos de la corte de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. que sostenían que “sexo” en el Título VII no incluye ni “orientación sexual” ni “identidad de género.”
La decisión de la Corte Suprema llegó en tres casos consolidados que oyó en argumentos orales en octubre de 2019, dos que trataban la “orientación sexual” y uno en relación con la “identidad de género.”
Los casos de “orientación sexual” involucraban a empleados en New York y Georgia que dijeron que fueron despedidos debido a que eran gays, mientras que el caso de “identidad de género” incumbía a un empleado masculino en una casa funeraria en Michigan que fue despedido después de que le dijo al dueño que se identificaba como mujer y planeaba comenzar a usar ropa de mujer.
Dos cortes de apelaciones — el Segundo Circuito en New York City y el Sexto Circuito en Cincinnati — dictaminaron en 2018 que los individuos gays y transexuales, respectivamente, están protegidos bajo la categoría de “sexo” en la ley federal de empleo. El 11o Circuito en Atlanta, sin embargo, decidió el mismo año que “sexo” no se refiere a “orientación sexual.” El Sexto Circuito falló a favor del empleado en el caso de “identidad de género.”
Aunque “sexo” fue largamente interpretado como en referencia solamente a si una persona es biológicamente mujer u hombre, el Departamento de Justicia bajo el presidente Obama determinó que también abarcaba a las personas que se identificaban como gays o transexuales. El Departamento de Justicia del presidente Trump ha regresado a la interpretación previa.
La decisión en la consolidación de los casos es titulada Bostock v. el Condado Clayton.