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Cristianos perseguidos de México provocan ‘un hecho histórico sin precedentes’


MÉXICO (BP) — Los cristianos evangélicos en los pueblos rurales del sur de México han sufrido persecución durante décadas.

Durante muchos años, su sufrimiento pasó desapercibido excepto por los grupos vigilantes de la persecución como Solidaridad Cristiana Mundial, Interés Cristiano Internacional (ICC por sus siglas en inglés), Puertas Abiertas, y la Voz de los Mártires.

Pero la difícil situación de los protestantes finalmente está obteniendo alguna atención mediática.

En lo que ICC llamó un “hecho histórico sin precedentes,” 13 legisladores estadounidenses de la Comisión de Derechos Humanos Tom Lantos enviaron una carta a la procuradora general de México, Arely Gómez González, que requiere el enjuiciamiento de los transgresores de la libertad religiosa.

En pueblos de cuatros estados mexicanos, sincretistas o católicos “tradicionalistas,” que han mezclado el catolicismos con sus prácticas paganas indígenas, han perseguido a los evangélicos por lo menos desde los 1970s, dijo el director de defensa de ICC Isaac Six, quien señaló más de 150 casos de persecución solamente en años recientes.

Los cristianos han sido despedidos, obligados a exiliarse, e inclusive encarcelados durante años bajo acusaciones falsas — especialmente en Chiapas, dijo Emily Fuentes, portavoz de Puertas Abiertas. “Los tradicionalistas” ven la mezcla de sus creencias católicas y tribales, rituales y supersticiones como parte de su identidad cultural, por lo que perciben a los evangélicos como una amenaza, dijo ella.

La persecución frecuentemente comienza pequeña, como suspender los servicios de electricidad o de agua por una disputa como la de pagar al fondo del pueblo por las festividades religiosas, dijo Six. Los rituales de los festivales a menudo incluyen el uso de licor o de drogas, lo que motiva a los evangélicos a rehusarse a participar, añadió. Algunas veces los desacuerdos escalan a amenazas o violencia.

Recientemente, las autoridades le dijeron al convertido al protestantismo Lauro Pérez Núñez que dejara el pueblo de La Chachalaca, en el distrito de Santiago Camotlán, Oaxaca, por violar la “costumbre” local de mantenerse en las creencias tradicionalistas, de acuerdo al Monitor de Vigilancia Mundial (WWM por sus siglas en inglés).

Pero tal crimen no existe — la constitución de México garantiza la libertad de religión.

“Al principio había como 16 familias en el pueblo que practicaban [el cristianismo evangélico],” dijo Pérez Núñez. “Pero las acusaciones de que estábamos en contra de las creencias de la mayoría, que estábamos intentando ir en contra de la comunidad, hizo que muchos dejaran de expresar sus ideas.”

Las autoridades encarcelaron a Pérez Núñez varias veces y demandaron que renunciara a su nueva fe.

“Como no acepté, me dijeron que terminarían sacándome del pueblo y que no me reconocerían más como ciudadano,” dijo él. Las escuelas locales rehusaron enseñarles a sus hijos.

En 2016, Pérez Núñez apeló y una corte de distrito decretó que él podía regresar a su hogar; sin embargo, la comunidad todavía insistió en que se fuera. Los lugareños amenazaron con matarlo, y una turba rodeó la casa de su madre amenazando con incautarla si él no huía.

Casos anteriores fueron inclusive más severos. En 1997, las autoridades arrestaron a 79 hombres en la región Acteal de Chiapas por participar en una masacre. Muchos eran evangélicos inocentes del crimen. Algunos pasaron más de una década en prisión bajo cargos falsos, de acuerdo a Puertas Abiertas. La caridad ayudó a pelear por los falsamente acusados, asegurando la libertad para todos menos uno para el 2015. A ellos sin embargo no se les permitió regresar al hogar.

Six espera que la carta de los legisladores estadounidenses y una reciente visita de David Saperstein, embajador en misión especial de EE.UU. para la libertad religiosa internacional, “envíe una señal a las autoridades mexicanas que hay un costo diplomático por ignorar estas transgresiones” y los motive a actuar.

“Vemos esto como una falta de voluntad política, no como una falta de capacidad política,” señaló.