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‘Culpables del cargo que se nos imputa’ dice Dan Cathy acerca de la perseverancia en la fe de Chick-fil-A

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CARY, N.C. (BP) — Dan Cathy supervisa uno de los negocios más exitosos del país. Como presidente y jefe de la oficina de operaciones de Chick-fil-A, Cathy dirige un negocio que tiene 1.608 restaurantes que tuvo ventas por más de $4 billones de dólares el año pasado. Ellos venden pollo y entrenan a los empleados a enfocarse en valores enraizados en la Biblia.

Su padre, S. Truett Cathy comenzó el negocio en 1946 cuando él y su hermano, Ben, abrieron un pequeño restaurante en Atlanta conocido como The Dwarf Grill (la Parrilla Enana), conocida luego como Dwarf House (la Casa Enana). En 1967, su padre abrió el primer restaurant Chick-fil-A en Atlanta. Hoy en día, Chick-fil-A es la segunda cadena de restaurantes de comida rápida de pollo más grande en EE.UU. con base en un sistema anual amplio de ventas.

El éxito de Dan Cathy no ha borrado los valores bíblicos que aprendió cuando era niño en una iglesia bautista. Él es un cálido hombre promedio que está profundamente comprometido a ser un fiel testigo de Cristo. Y está completamente involucrado en la Iglesia Bautista New Hope en Fayetteville, Georgia. Él guía los esfuerzos de Chick-fil-A para proveer genuina hospitalidad, de manera que los clientes tengan una experiencia excepcional al comer en un restaurante Chick-fil-A.

“No afirmamos ser un negocio cristiano,” dijo Cathy en una reciente visita a North Carolina. En una conferencia de líderes de negocios hace muchos años, él escuchó al hombre de negocios cristiano Fred Roach decir: “No existe un negocio cristiano.”

“Eso me llamó la atención,” dijo Cathy. Roach prosiguió diciendo: “Cristo no murió por una corporación. Él murió por ti y por mí.”

“En ese espíritu… [el cristianismo] se trata de una relación personal. Las compañías no son salvas o perdidas, pero sí los individuos,” añadió Cathy.

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“Sin embargo como organización podemos operar sobre principios bíblicos. De manera que eso es lo que afirmamos que somos. [Estamos] basados en principios bíblicos, le pedimos a Dios y le suplicamos que nos dé sabiduría en las decisiones que hacemos acerca de la gente, los programas y las sociedades que tenemos. Y él nos ha bendecido.”

En vez de dirigir desde su oficina corporativa en Atlanta, Cathy elige pasar la mayor parte del tiempo visitando a la creciente familia de la cadena de restaurantes e interactuando con los miembros comprometidos del equipo de Chick-fil-A. Sus acciones son el resultado de creer que trabajar en el campo provee un entendimiento más claro de las necesidades de los clientes de Chick-fil-A. Dirigir desde la línea de fuego también lo capacita personalmente para transmitir su espíritu de siervo a los más de 61.000 empleados de la cadena.

Cathy cree firmemente que los cristianos son misioneros en el lugar de trabajo. “Jesús tiene mucho que decir acerca de la gente que trabaja y vive en la comunidad de negocios,” dijo. Su meta en el lugar de trabajo es “tomar la verdad bíblica y ponerle piel. …Estamos hablando de la forma en que nuestro desempeño en el lugar de trabajo debe enfocarse en cómo erigimos respeto, armonía y relaciones con otros, lo que abre la entrada para interesar a la gente en conocer a Dios.

“A través de todo el Nuevo Testamento hay una estrategia de evangelismo relacionada con nuestro desempeño en el trabajo. …Nuestro trabajo debe ser un acto de adoración. Nuestro trabajo debe ser nuestro campo de misión. Mientras estemos en este país, no pensemos que tenemos que ir en viajes misioneros obteniendo un pasaporte. …Si eres obediente a Dios vas a ser un evangelista en la calidad del trabajo que haces usando eso como portal para compartirlo [a Cristo],” dijo.

Cuando se le preguntó si el éxito de Chick-fil-A se le atribuye a los valores bíblicos, Cathy dijo rápidamente: “Creo que son inseparables. Dios quiere darnos sabiduría para que tomemos buenas decisiones y elecciones.” Al citar Santiago 1:5, habló de cuán a menudo él le pide sabiduría a Dios.

Cuando se le cuestionó acerca de la política de Chick-Fil-A de “Cerrado los Domingos” Cathy respondió: “No era un problema en 1946 cuando abrimos nuestro primer restaurante. Pero cuando los estándares de vida y los estilos de vida cambiaron, la gente se volvió más activa los domingos.”

La política no ha cambiado a través de los años cuando los centros comerciales comenzaron a cambiar sus políticas abriendo los domingos.

“Siempre hemos puesto en nuestros contratos de arrendamiento que tendremos cerrado los domingos,” dijo Cathy. “Hemos tenido un registro de que estábamos generando más negocios en seis días de lo que los otros inquilinos generaban en siete [días].”

“Aunque los desarrolladores no tenían ninguna identidad en absoluto con nuestro propósito empresarial de glorificar a Dios y de ser mayordomos fieles de lo que se nos ha confiado y de tener una influencia positiva en todo lo que llega a tener contacto con Chick-fil-A, ellos sí se identificaron con los cheques de pago de alquiler que le llenamos al centro comercial, los cuales estaban basados en nuestras ventas.

Así que, ellos le haría una excepción a Chick-fil-A cuando no le harían ninguna excepción a nadie más, simplemente porque sabían que les pagaríamos más de alquiler que cualquier otro inquilino que abriera los siete días de la semana.”

Algunos se han opuesto al apoyo de la compañía a la familia tradicional. “Bien, culpables del cargo que se nos imputa,” dijo Cathy cuando se les preguntó acerca de la posición de la compañía.

“Somos más defensores de la familia — la definición bíblica de la unidad de la familia. Somos un negocio propiedad de la familia, un negocio dirigido por la familia y estamos casados con nuestra primera esposa. Le damos gracias a Dios por eso.

“Funcionamos como negocio de familia…nuestros restaurantes están típicamente dirigidos por familias, algunos son solteros. Queremos hacer cualquiera cosa que podamos hacer para fortalecer las familias. Estamos mucho más comprometidos con eso,” enfatizó Cathy.

“Pretendemos perseverar en eso,” dijo. “Sabemos que pudiera no ser popular para todos, pero gracias al Señor, vivimos en un país en el que podemos compartir nuestros valores y funcionar con base en los principios bíblicos.”
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K. Allan Blume es editor de Biblical Recorder, publicación de noticias de la Convención Estatal Bautista de North Carolina.