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DESDE LOS JUEGOS OLÍMPICOS: Dos medallas de oro vienen por fe;…


BEIJING (BP)–La lanzadora de disco de los Estados Unidos Stephanie Brown Trafton y la remadora de los Estados Unidos Anna Cummins fueron fortalecidas por su fe en Dios cuando obtuvieron respectivas medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing.

Trafton, quien dirige un estudio bíblico en la villa olímpica, tiró 64.74 metros en el primero de los seis tiros en la final del lanzamiento femenino de disco el 18 de agosto. Esa distancia se mantuvo, cuando Trafton ganó la medalla de oro — la primera a nivel internacional.

“Me di cuenta que Cristo tiene el poder de hacer que lo imposible sea posible en mi vida,” dijo Trafton antes de competir. “Ahora creo que puedo hacer cosas que él ha puesto en mi camino en tanto busque en él la fortaleza.

“El resultado de mi temporada está fuera de mi directo control, pero mientras me mantenga disciplinada, sé que puedo,” añadió. “Si es la voluntad de Dios, lograré mi meta de ganar una medalla olímpica.”

La cubana Yarelys Barrio se llevó la medalla de plata con un tiro de 63.64 metros. El oro de Trafton es la primera medalla de oro en el lanzamiento del disco de los Estados Unidos desde 1932 cuando Lillian Copeland ganó el evento en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.

Cummins, cuyo pastor de jóvenes la ayudó a llegar a Jesús, y sus compañeras ganaron la medalla de oro en el evento de remo de ocho mujeres en el Parque Olímpico de Remo y Canotaje Shunyi Shuny con un tiempo de 6:05.34, casi dos segundos más rápido que las holandesas. Rumania se llevó el bronce.

Su fe en Cristo también le da propósito al deporte que Cummins ha llegado a amar tanto.

“Debido a que Dios me da mi valor y que no puedo ganarlo remando, siento que estoy menos propensa a los altos y bajos asociados con mi rendimiento,”, dijo Cummins. “Dios es mi mayor fan. Él siempre me amará no importa cómo yo lo haga. Y, él tiene las más duras expectativas -– perfección -– así que siempre estoy tratando de mejorar.”

Además de Cummins, el equipo de los Estados Unidos consiste de Erin Cafaro, Lindsay Shoop, Anna Goodale, Elle Logan, Susan Francia, Caroline Lind, Caryn Davies y Mary Whipple. Visite el sitio Web de Cummins en www.mickelsoncrew.com.

MEDALLA DE BRONCE — Hyleas Fountain, antes de ganar la medalla de bronce en el heptatlón femenino en Beijing, pensaba que podría ser su tiempo para glorificar a Dios en las Olimpiadas.

En las pruebas olímpicas de los Estados Unidos en el 2004, Fountain terminó de cuarta, algo difícil para ser parte del equipo. Ella le dijo a la radio “Compartiendo la Victoria,” un ministerio del Compañerismo de Atletas Cristianos, que enfocarse en la soberanía de Dios la ayudó a sobrellevar esa desilusión.

“Fue un poco exasperante porque estaba debutando en la universidad y fui allí pensando que iba a ser parte del equipo,” dijo Fountain, la atleta de 27 años. “Obtuve el cuarto lugar y estaba devastada. Pero pensé: ‘Dios obviamente me hizo esto por alguna razón, solamente para decirme que tal vez necesito trabajar un poquito más fuerte.’ Era solamente el tiempo de otras chicas… vi el gran plan general y pensé: ‘Obviamente Dios hace las cosas por una razón y yo voy a tener mi tiempo. Solamente debo tener paciencia.'”

Mucha de su motivación, dijo, viene de la certeza de que Dios le dio un talento atlético por alguna razón.

“No creo que me haya dado este talento sin ninguna razón. Siento que necesito usar este talento, y sueño con eso todo el tiempo,” le dijo a FCA.

Este año en las pruebas olímpicas, Fountain ganó cinco de los siete eventos, registró cinco de los mejores puntajes personales y estableció en conjunto el mejor puntaje personal para volverse la campeona de hepatlón de los Estados Unidos. Sin embargo, al dirigirse a los Juegos Olímpicos, Fountain mostró respeto por sus contendientes.

“No voy a poner a nadie en segundo plano,” dijo, de acuerdo a NBCOlympics.com. “Es el día de alguien, la medalla de alguien.”

Sin embargo, el 17 de agosto Fountain ganó la primera medalla para los Estados Unidos en el hepatlón femenino desde que Jackie Joyner-Kersee la ganara en Barcelona en 1992. Tropezó en los 100 metros con obstáculos y en el salto alto, tuvo problemas en el salto largo y con la jabalina pero corrió un récord personal en la carrera de 800 metros para cerrar la brecha y finalizar en tercer lugar detrás de dos atletas de Ucrania.

Antes de los Juegos Olímpicos, Fountain le dijo a FCA que Filipenses 4:13 la llevaría a través de los tiempos difíciles.

“Siempre pienso que ‘Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.’ Aun cuando me siento decaída, es cuando pienso en ello. Tuve un mal día ayer en la práctica con el salto alto, pero entonces pensé en eso. Todo va a estar bien, Cristo me va a fortalecer, y mi día llegará.'”

El Washington Post publicó un artículo acerca de los atletas que públicamente planearon reconocer lealtad a Dios en Beijing a pesar de las enérgicas medidas del gobierno chino en relación con organizadas demostraciones públicas de fe. Fountain fue citada en el artículo, que dice que ella típicamente elevó los brazos al cielo e hizo una pequeña oración después de cada uno de los siete eventos.

“Esa es mi celebración,” dijo. “Esa es mi manera de darle gracias a Dios por darme esta oportunidad.”
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Compilado por Erin Roach escritora del personal de Baptist Press.

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