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Diálogo interreligioso acerca de la conversión amerita ser vigilado, dicen observadores


NASHVILLE (BP)–Los evangélicos deberían prestar cuidadosa atención a un propuesto código de ética que prohibiría los esfuerzos “no éticos” para persuadir a la gente a que acepte a Cristo, según han dicho dos líderes bautistas del sur.

En agosto, la Alianza Evangélica Mundial se unió al Concilio Mundial de Iglesias y al Concilio Pontificio Católico Romano en un diálogo sostenido en Toulouse, Francia, cuyo propósito es crear un código de conducta que prohíba la “presión indebida” en las personas para [lograr] que cambien de religión.

Mientras que la iniciativa afirma el “derecho fundamental, inviolable y no negociable” de compartir la fe personal, los delegados involucrados en una reunión del grupo de estudio en mayo de 2006 también lanzaron un llamado para que las personas religiosas “se curen” de la “obsesión de convertir a otros.”

La reunión de 2006 incluyó a representantes del budismo, hinduismo, islamismo, judaísmo y religiones indígenas tradicionales, así como a católicos romanos y delegados del Concilio Mundial de Iglesias. El grupo fue llamado, por lo menos en parte, para hablar sobre las quejas acerca de la cantidad de personas que antes estaban en esas tradiciones y que ahora se afilian con las iglesias evangélicas.

LEYES ANTI-CONVERSIÓN

El rápido crecimiento del cristianismo evangélico a nivel mundial ha desatado persecución y leyes de anti-conversión donde las autoridades creen tener prioridad de lealtad religiosa, dijo Hal Poe, profesor de fe y cultura en Union University, en Jackson, Tenn.

“En muchas partes del mundo, la religión se ve como una cosa cultural — esta es tu religión porque esta es tu cultura,” dijo Poe. “Por la misma razón, la conversión es concebida como un asunto más cultural, étnico, no como un asunto de fe. Las personas son consideradas como si pertenecen a un grupo religioso simplemente por su ubicación geográfica.”

La Alianza Evangélica Mundial espera que el código de conducta que condena los métodos no éticos de evangelismo persuada a los gobiernos a que retiren las leyes que castigan a las personas que cambian su afiliación religiosa — y a aquellos que los instan a hacerlo.

Sus promotores esperan que el código “cumpla varias metas: ser una herramienta de apoyo en la discusión con los gobiernos en cuanto a las leyes anti-conversión, ayudar en el avance de la causa de la libertad religiosa, tratar las preocupaciones de otras religiones acerca del proselitismo cristiano e inspirarlos a considerar sus propios códigos, así como ayudar a calmar las tensiones dentro del mismo cristianismo,” según una declaración dada a conocer el 15 de agosto en el portal de internet de la Alianza Evangélica Mundial, worldevangelicalalliance.com.

‘RESURGIMIENTO DEL ISLAMISMO’

El que la Alianza Evangélica Mundial se haya unido al diálogo, pudiera llamar la atención en ciertos lugares en el mundo donde el islamismo radical está forzando a las personas a someterse a la ley islámica y persiguiendo a los cristianos que se niegan, dijo Greg Thornbury, decano de la Escuela de Estudios Cristianos en Union University.

“Creo que la participación de la AEM se debe ver en contraste con el resurgimiento del islamismo y sus métodos coercitivos de conversión que provienen de sus textos y tradiciones en el Corán y el Hadith,” dijo Thornbury. “La AEM ha sido la voz líder en llamar la atención hacia la persecución que los cristianos sufren en muchas tierras con mayoría musulmana. Quizás un código de ética para el evangelismo marcará un contraste entre la manera en que el islam y el cristianismo entienden la conversión.”

Mientras que la historia del cristianismo incluye el uso de la fuerza para expandir su influencia, los cristianos de hoy le han dado la espalda a la coerción en las misiones, dijo Thomas Schirrmacher, director del Instituto Internacional para la Libertad Religiosa de la AEM, ante el grupo reunido en agosto.

“El cristianismo y sus iglesias en conjunto han tomado el camino correcto en los últimos cien años, absteniéndose más y más de la violencia, no involucrándose en guerras y guerras civiles, y no usando medios políticos o presión económica para las misiones,” afirmó Schirrmacher. “Hay un desarrollo claramente opuesto en el islam, donde la aceptación islámica de la violencia para conquistar el mundo construye brechas dentro de la comunidad musulmana, incluso donde por siglos habían vivido en paz con otros grupos.”

LA COERCIÓN ‘NO CUENTA’

De hecho, los cristianos evangélicos son el grupo que menos presiona a las personas para tomar decisiones religiosas ya que creen que la fe auténtica es una elección personal, dijo Poe.

“El problema con la idea de sobornar a las personas o usar algún otro medio para seducir a alguien para que se ‘una’ a un grupo cristiano — como algunas compañías ofrecen alicientes para lograr que se acepte una tarjeta de crédito — es que no está funcionando,” expresó Poe. “La mayor preocupación de un evangélico es que la gente llegue a conocer al Señor Jesucristo como su Salvador, y eso sólo sucede a través de la fe.”

“Desde nuestra perspectiva, una metodología cuyo objetivo es engañar o engatusar a alguien para que se ‘convierta en cristiano’ no es válida. Nosotros creemos que ese tipo de ‘conversión’ no cuenta.”

Un código de conducta que intenta avanzar, en lugar de restringir, la misión del evangelismo estaría bien, dijo Poe, pero la iniciativa del Vaticano y del CMI listan a los esfuerzos de alcance tales como las escuelas y los hospitales como ejemplos [de métodos] que engatusan a la gente para que se conviertan al cristianismo.

“Una de las preocupaciones que parece estar motivando estos esfuerzos parece ser el deseo de detener cualquier tipo tangible de misiones o participación en el mundo –hospitales, ayuda en hambrunas, escuelas, misiones agriculturales — todo lo tangible que se ocupe de las necesidades físicas de la gente,” comentó. “Jesús fue conmovido constantemente por la compasión, el curar a los enfermos y alimentar a las multitudes. Yo me preocuparía por cualquier intento de restricción de lo que está en el corazón de Su misión.”

Mientras que muchos pueden coincidir en que los sobornos, el acoso y las amenazas son maneras no éticas de ‘convertir’ a la gente, un código de ética enfrentaría el serio reto de que cada grupo cree que el otro está pasándose de la raya, dijo Schirrmacher.

“Tendremos que discutir si podemos denominar el problema sólo en términos de (buen) evangelismo y misiones y (mal) ‘proselitismo,” comentó. “Dudo si esto realmente ayudaría mientras que no resistamos la tentación de siempre llamar ‘evangelismo’ a lo que hacemos nosotros y llamar ‘proselitismo’ a lo que los otros hacen.”
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Mark Kelly es un escritor independiente residente en Gallatin, Tenn.

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  • Por Mark Kelly