DANVILLE, Va. (BP) — “Solo quisiera despertar y que esto haya sido solamente una pesadilla, pero no puedo despertar.” Estas fueron las palabras de María del Pilar, esposa de Miguel Ángel Carbajal que se había ahogado hace unos días en Ivy Lake. Miguel había venido algunas veces a nuestra congregación, asistido a dos de nuestros campamentos en otros años y este año también quería participar de nuestro campamento familiar en Agosto. El había escuchado el evangelio varias veces, y según sus amigos, al parecer había tomado una decisión por Cristo.
Cuando llame a la su esposa María del Pilar en México, tuve uno de esos momentos tan difíciles que realmente no sabes que puedes decir. Así que simplemente decidí escucharla, y dejarla que se desahogue del dolor que sentía. Pilar me contó que Miguel le contaba de las veces que había venido a nuestra iglesia, y que sentía paz al oír la Palabra de Dios y ver el gozo de los hermanos. Nos contó de los planes que tenían cuando Miguel regresara a México. Y ahora todo parecía desmoronarse. Miguel tenía 3 hijos, Cesar de 16 años, Mariana de 10 años y el pequeño Miguel Ángel de 5 años. Justamente hace 5 años que no los veía.
Después de oírla por un tiempo le conté que Jesús también había experimentado la perdida de su buen amigo Lázaro. Jesús había estado muy cerca de Lázaro y sus hermanas. Cuando murió Lázaro, Marta y María expresaron su frustración por la ausencia de Jesús cuando Lázaro murió. Ellas dijeron: “Si hubieras estado aquí, él no habría muerto.” Le conté que este es un sentimiento común en los que pierden a alguien, pero nuestra esperanza está justamente en lo que respondió Jesús aquel día: “Yo soy la resurrección y la vida.” ¡Cristo les mostró que El es una esperanza presente!, no sólo en el futuro, sino en este instante de dolor. Pregunté a Pilar que si ella hubiese muerte en vez de Miguel, donde estaría en la eternidad.? Comenzamos a profundizar, y ella entendió que Cristo había venido a buscarla hace 2000 años y entregó su vida a Cristo. Sus palabras fueron hermosas: “Ahora sé que estaré con Cristo, porque he creído en Cristo y me he arrepentido de corazón.” ¡Alabado sea Dios!
La congregación de Nuevo Amanecer Spanish Campus de Thomas Road Baptist Church celebró un funeral para que los amigos de Miguel en Lynchburg pudieran despedirse, y a través de Skype asistieron de alguna manera María del Pilar y su familia. Vinieron varias personas que no asisten a ninguna iglesia. El servicio fue en Español pero hubo traducción al Inglés. Ese día la iglesia pudo mostrar que su amor es más que palabras, ya que la congregación estuvo involucrada en la recaudación de fondos junto con negocios de la ciudad en la comunidad para poder mandar el cuerpo a México. Se necesitaban un total de $2600 dólares, y se pudo recaudar más de $6000 producto de diferentes actividades que se hicieron. El dinero extra será enviado a la familia para ayudarles económicamente en este tiempo.
Los amigos de Miguel no pudieron salvarle a tiempo, pero algo sabemos, si Miguel puso su confianza en Cristo, entonces Cristo mismo le tomó de la mano, mientras cerró los ojos a esta vida, el abrió sus ojos a una nueva vida en la eternidad. Y ahora en la ausencia de Miguel, Dios buscó a su familia y trajo victoria de vida para su familia. Dios es más que vencedor en todas las circunstancias, y definitivamente El no desperdicia un dolor y es capaz de traer belleza de las cenizas.
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Este artículo originalmente apareció en el Proclaimer, revista noticiosa de la los Bautistas del Sur Conservadores de Virginia. Sergio Guardia es Pastor de Nuevo Amanecer, Danville, Va.
