- Baptist Press - https://www.baptistpress.com -

EDITORIAL: Cambia Vidas

[1]

NASHVILLE, Tenn. (BP)–La palabra de Dios cambia vidas. Obra hoy en medio de este mundo turbulento y sacudido. Da vida a lo que está muerto y suministra energía, aliento y poder a aquello que parece estático.

Cada vez que tenemos un encuentro verdadero con ella revela su fuerza y mensaje. Ayer la oí y me convenció de pecado. ¡Qué don tan maravilloso!

Es poderosa y tiene más filo que cualquier espada de dos filos. Su alcance va más allá de lo que podemos ver, oír y pensar. Es cortante, precisa y efectiva. Hoy la vi actuar en la vida de un amigo al vencer una tentación. La vi dar fuerzas a una esposa desesperada y motivar a un joven a ir a un viaje misionero al Cairo, Egipto. La notamos al sentir nuestro corazón palpitar rápidamente cuando escuchamos Su dulce voz llamarnos a unirnos en Su misión. Esta semana lo observé al mirar al maestro de la Escuela Dominical presentar su lección con lágrimas en los ojos.

Penetra tan profundo que divide el alma. Perfora con poder el espíritu, las coyunturas y los huesos. Es asertiva y reveladora. De ella no podemos esconder nada. Lo sé. Ilumina el alma. Renueva la mente. Fortalece el espíritu. Esta mañana notamos su orientación. Nos daba luz. Abría nuestro entendimiento. No lo puedes creer. ¿Lo recuerdas? El problema era tú y yo. Su palabra era lámpara a nuestros pies en medio de la obscuridad de la noche.

Ella juzga los pensamientos. Descifra los sentimientos de nuestro corazón. ¿Pesa mis pensamientos? Oh sí, los examina. Los retrata mejor que la más perfecta radiografía. La sentimos aclarar dudas e inquietudes. Disipa nuestras preocupaciones. Disuelve los temores. Es capaz de borrar pensamientos malos y dañinos. Experimentamos el poder de su limpieza como agua fresca que enjuaga profundamente y desinfecta el alma. Lava nuestra mente de los gérmenes y la infección del pecado.

Sentimos la grandeza de su santidad cuando como martillo quebranta el alma. Desecha las malas intenciones. Las pone en una bolsa de basura y las echa a la profundidad del mar. Cubre y protege nuestra mente.

[2]

Descubre las intenciones. Revela con transparencia el centro de nuestras intenciones. Nos ayuda a evaluar nuestra forma de pensar y con ello nos transforma. Nos cambia.

Lo sabemos. Lo hemos experimentado. Hemos sentido el bálsamo de su consuelo. Nos ha llenado de esperanza cuando no teníamos ninguna. Nos lleva a las alturas de su entendimiento para descubrir una vez más que nos ama. Nos deja caer al vacío más profundo hasta sentir que abajo están sus brazos eternos para sostenernos. Esa palabra nos cambia. Nos hace ver que no necesitamos nada mas, sino a Él. Por eso, debe tener prioridad en mi vida. Su estudio y exposición debe ser nuestro deleite. Memorizarla debe convertirse en nuestro gozo y obedecerla nuestro mayor placer.

Oh Palabra Viva, sigue cambiándonos hasta que nos parezcamos tanto al Maestro que nos confundan con El.
Porque El vive,
–30–
Luis R. López es el Director de LifeWay Español de LifeWay Church Resources en Nashville, Tenn. http://www.LifeWay.com/espanol