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EDITORIAL: Como Ayudar a Mi Iglesia


KANSAS CITY, Mo. (BP)–Recientemente me mudé a otro estado. Lo primero que mi familia y yo acostumbramos hacer es buscar una iglesia. El tener una iglesia es tan importante para nuestra familia como lo es nuestro hogar. Mi iglesia no es perfecta y naturalmente una de las razones para esto es que yo soy parte de la iglesia y yo no soy perfecto. Pero, yo amo a mi iglesia y también a mi pastor. Yo tengo la determinación de hacer todo lo posible para participar activamente con otros en la iglesia para alcanzar a un mundo perdido. Permíteme compartir algunas maneras de cómo ser una gran ayuda a la iglesia local.

— Se fiel en tu participación. El liderato de tu iglesia ha tomado tiempo durante la semana para prepararse para ministrarte a ti. El poder contar con tu fiel participación cada semana seria de gran ánimo para ellos. Asiste a la adoración y se parte de esa bonita experiencia. Ve esperando que Dios hará grandes cosas. Recuerda que servimos al Dios vivo. Tú puedes crear un ambiente positivo en la iglesia. Deja que comience contigo.

— Apoya al pastor y lideres. Mi iglesia respalda a mi pastor económicamente y en oración. Sin embargo, el no es un siervo bajo contrato ministerial con la iglesia ni tampoco un esclavo. Yo necesito ser parte del ministerio total de la iglesia para que mi pastor pueda dedicar más tiempo al estudio de la Palabra. Sé que mi pastor tiene una gran pasión de evangelizar pero yo también necesito responder al mandato de Cristo de “Id.”

— Ora por los líderes de la iglesia. Necesito ser fiel en no solo orar por mi pastor sino también por todo el liderato de mi iglesia. Un lugar donde podemos comenzar es desarrollando relaciones con cada lidere de la iglesia. ¡Oh! Pero el hacer esto toma mucho tiempo. Sí, pero esto será una gran inversión de tu tiempo personal. Mientras más conozco a mi pastor y el liderato de la iglesia mas fácil es confiar en su liderazgo.

— Usa tus dones espirituales. El Señor me ha dado ciertos dones espirituales. Yo no puede hacerlo todo en mi iglesia, ni tampoco quiere el Señor que lo hagamos todo en la iglesia. Mis dones han de ser usado de tal manera que la iglesia sea edificada. ¿Conoces tú cuales son tus dones espirituales?

— Practica la mayordomía. Amigo, la palabra mayordomía ha tomado un giro negativo en el lenguaje de muchos cristianos. Tenemos que cambiar la actitud de cómo vemos la enseñanza de la mayordomía. Muchos dicen erróneamente, “Hay, tengo que darle dinero a la iglesia.” En vez, debemos de reconocer el gran gozo y privilegio de dar fielmente a la obra de Dios. Cuando uno capta lo mucho que Dios hace por nosotros diremos con gran gozo, “Que privilegio el dar a la obra del Señor.” De esta manera soy partícipe de la misión global de mi iglesia. ¡Que privilegio! Además, es un mandato de Dios. Yo nunca he podido darle más a Dios de lo que El me ha dado a mí. Se fiel en dar a tu iglesia. Un buen comienzo es el 10% de tu salario. Mi familia y yo participamos financieramente con varios ministerios pero el diezmo lo damos a través de mi iglesia local.

— Se parte de la solución. No hay iglesia que sea perfecta. Yo necesito ser parte de la solución y no ser parte de los problemas.

Privilegio servirle a Dios a través de la iglesia. Dios quiere usarte de una manera grandiosa.

¡Bendiciones!
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Gustavo Suárez es profesor de iniciación de iglesias y director del centro Nehemías para Iniciación de Iglesias en Norte América en el Seminario Bautista Teológic de Midwestern.

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