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EDITORIAL: Doce Razones para decirle NO al Papa (se llame Francisco o de otra forma)

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FORT WORTH, Texas (BP) — “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24).

1. La Escritura es suprema palabra de Dios y no comparte la autoridad con nadie ni nada (se llame tradición, magisterios, concilios o papas).

2. Dios tiene una gloria que no comparte con nada ni con nadie (se llame iglesia, María, santos o papas).

3. No hay más que un mediador entre Dios y los hombres: Jesús hombre. Todo otro es un farsante (se llamen santos, María o papas).

4. El único vicario de Jesús es el Espíritu Santo, no ningún Pedro, Juan, Juan Pablo o Francisco.

5. El ser humano no puede colaborar con nada para su salvación. La salvación no se compra con buenas obras, o con obras religiosas. Nuestras obras por más buenas que sean son inmundicia delante de Dios si se ocupan para querer salvarnos.

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6. La única obra que Dios acepta para salvación es que creamos en la BUENA OBRA de Jesús al morir por el pecador. El ser humano está muerto en sus pecados y no puede obrar nada para salvarse. Las buenas obras que Dios mira con agrado son aquellas que el humano hace no para salvarse, sino porque ya ha sido salvo. La salvación es algo que Dios regala al que pone su fe en Jesús y su obra ( No en misas, rezos, santos, María o papas).

7. La iglesia es y será siempre sierva de la Palabra de Dios nunca señora o madre de ella.

8. La verdadera iglesia no está conformada por la curia y el magisterio romano. La verdadera iglesia son todos los creyentes en Cristo unidos en un solo cuerpo espiritual por el Espíritu Santo.

9. La verdadera misión de la iglesia no incluye el gobernar sobre el mundo en imitación de los gobiernos y naciones humanas. La verdadera misión de la iglesia es la proclamación y la vivencia de la salvación por gracia, siguiendo el patrón de comportamiento del Jesús bíblico y no el de los políticos seculares.

10. La verdadera iglesia de Jesús no lucra ni oprime moral, sexual o económicamente de los desvalidos. No se hace de oídos sordos del abusado, no impone votos de castidad que la Escritura no manda, no protege al depredador sexual.

11. La verdadera iglesia no vende la fe por la comodidad temporal. Tener buenas relaciones con el mundo aunque debe perseguirse con todos los medios cristianos disponibles, no debe imponerse por medio de olvidar la naturaleza única del Dios Trino y del verdadero mensaje del Evangelio de gracia. No podemos aceptar el falso ecumenismo interreligioso.

12. La verdadera iglesia debe decirle no a los gestos simbólicos que no tienen substancia. Ningún rito religioso o sacramento que pretenda humildad o busque popularidad humana deberá suplantar la verdadera y radical obediencia a Dios antes que a los hombres.

Solo la gloria de Dios, solo Cristo, solo la Escritura, solo la gracia, solo la fe.