NOTA DEL EDITOR: La siguiente es la tercera parte de una serie de seis partes acerca de la iniciación de iglesias en comunidades hispanas. Es un extracto de Cómo Sembrar Iglesias en el Siglo XXI, publicado en el 2002 por Casa Bautista de Publicaciones (Editorial Mundo Hispano), www.casabautista.org.
FORT WORTH, Texas (BP)–El evangelismo es una parte indispensable de la siembra de iglesias. El sembrador de iglesias necesita acercarse a personas que no conocen a Cristo o que no asisten a ninguna iglesia, entablar amistad con ellas, establecer un nivel de confianza, comunicar las verdades básicas del evangelio, guiarlas a tener una fe personal en Jesucristo, bautizarlas en la comunión de la iglesia y guiarlas en un discipulado continuo. Depender de la orientación y la obra del Espíritu Santo, como se ha enfatizado en el capítulo anterior, es el primer paso de la tarea evangelizadora. Cuando de métodos de evangelización se trata, muchos tienden a pensar que existe uno solo y generalmente este es el que los intimida o uno con el cual se sienten muy incómodos. El estudio del Nuevo Testamento revela que el Espíritu Santo guió a la iglesia primitiva a utilizar una amplia variedad de métodos de evangelización. Entre ellos, cabe destacar la evangelización masiva, la evangelización en grupos célula y la evangelización personal.
EVANGELIZACIÓN MASIVA
La iglesia primitiva utilizaba una variedad de métodos de evangelización masiva. Mientras pudieron hacerlo, predicaban el evangelio en el templo en Jerusalén (Hech. 5:42). Al esparcirse a otras regiones predicaban en las sinagogas. La estrategia de Pablo y sus compañeros era ir primero a la sinagoga en cada ciudad y presentar a Cristo como el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento. Cuando se les cerraban las puertas de la sinagoga, encontraban otros lugares públicos. Pablo, por ejemplo, usó la escuela de Tirano (Hech. 19:9). Los cristianos también predicaban al aire libre (Hech. 3), en los mercados (Hech. 17:17) y en los estadios (Hech. 17:19). En cada caso vemos que la iglesia primitiva adaptaba su metodología a las circunstancias, no limitándose a un solo método. Cuando encontraba obstáculos al usar un método, sencillamente buscaba otras maneras y otros lugares para predicar a Cristo.
EVANGELIZACIÓN EN GRUPOS CÉLULA
Evangelizar en grupos célula era otro método utilizado por la iglesia primitiva. En Hechos encontramos que la familia era la unidad social básica. Esto se nota en el concepto de la palabra griega oikos, que básicamente incluía a la familia, a amigos íntimos y, en ocasiones, a los trabajadores domésticos. En Hechos se menciona al oikos o grupo célula en hogares utilizados para oración (12:12), comunión fraternal (21:7), la cena del Señor y comunión fraternal (2:46), adoración (20:7), testimonio (10:22-24; 16:32), instrucción (5:42) y discipulado (18:26). El Nuevo Testamento menciona los hogares de Jasón (Hech. 17:5), Justo (Hech. 18:7), Lidia (Hech. 16:15), Estéfanas (1 Cor. 1:16; 16:15) y la madre de Juan Marcos (Hech. 12:12). El grupo célula en los hogares hizo uso de la unidad fundamental de la sociedad de aquella época. Uno de los medios de comunicación más eficaces era la familia. Además de esto, como afirma McGavran, la evangelización en grupos célula incluía tener a los integrantes de la familia como líderes. Esto contribuía automáticamente a la presentación del mensaje en formas que eran relevantes a la cultura local y hacía posible que se establecieran muchos grupos célula en los hogares. No dependían de la disponibilidad de edificios grandes para llevar a cabo su estrategia evangelizadora.
EVANGELIZACIÓN PERSONAL
Los cristianos de la iglesia primitiva utilizaban una variedad de métodos de evangelización personal. Estos incluían: evangelización por medio de visitas; evangelización espontánea; y evangelización por medio de la amistad.
EVANGELIZACIÓN POR MEDIO DE VISITAS
Consistía en esfuerzos constantes por testificar a personas en momentos específicos en lugares específicos. Se decía de los cristianos primitivos que “todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y anunciar la buena nueva de que Jesús es el Cristo” (Hech. 5:42).
EVANGELIZACIÓN ESPONTÁNEA
Se aprovechaban las oportunidades inesperadas del curso normal de la vida para testificar. Pablo, por ejemplo, habló a unas mujeres que se habían reunido a orillas de un río resultando en la conversión de Lidia (Hech. 16:14). También, después de su naufragio, Pablo aprovechó la oportunidad para testificar ante el hombre principal de la isla (Hech. 28).
EVANGELIZACIÓN POR MEDIO DE LA AMISTAD
El Nuevo Testamento registra varios ejemplos de evangelización por medio de la amistad. Andrés llevó a su hermano Simón Pedro al Señor para que pudiera escucharle: “Este encontró primero a su hermano Simón y le dijo: ‘Hemos encontrado al Mesías’…” (Juan 1:41). Felipe hizo lo mismo con su amigo Natanael (Juan 1:45). Cornelio hizo algo parecido con sus relaciones y amistades cuando había “invitado a sus parientes y a sus amigos más íntimos” a fin de que pudieran escuchar el evangelio (Hech. 10:24). Así se superaban las barreras de desconfianza e incredulidad porque la persona que les extendía la invitación era alguien en quien confiaban. Cuando Natanael, por ejemplo, expresó sus dudas sobre Jesús al preguntar: “¿De Nazaret puede haber algo de bueno?” (Juan 1:46), Felipe le contestó sencillamente; “Ven y ve”. Porque Natanael confiaba en Felipe, fue y encontró salvación en Jesús.
EVANGELIZACIÓN SUTIL
Además de emplear métodos directos de evangelización, la iglesia primitiva utilizaba métodos sutiles. En su libro Evangelism In The Early Church (La evangelización en la iglesia primitiva), Michael Green presenta la posibilidad de que los cristianos del primer siglo hayan utilizado las decoraciones en sus hogares como una manera de despertar el interés de sus visitas a fin de hablarles de Cristo. Algunas de estas decoraciones eran mosaicos con escenas de la cena del Señor, el símbolo del pez y de personas en actitud de oración.
EVANGELIZACIÓN LITERARIA
El Evangelio de Lucas es un ejemplo de la evangelización literaria que llevaba a cabo la iglesia primitiva. Lucas escribe a Teófilo “para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido” (Luc. 1:4). Estas “cosas” eran las “que Jesús comenzó a hacer y a enseñar” (Hech. 1:1, 2). El libro de Hechos es otra carta de Lucas a Teófilo para instruirle más en la fe. Los otros Evangelios son esfuerzos por presentar la vida, el ministerio y el mensaje de Jesucristo a diferentes públicos en particular. Juan, por ejemplo, explica su propósito al escribir cuando dice: “Pero estas cosas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31).
Aunque los cristianos no contaban con las herramientas tecnológicas que tenemos hoy (radio, televisión, teléfonos, computadoras, máquinas de fax, aviones, etc.) usaban todos los medios a su disposición para evangelizar. Cuando una puerta se cerraba, buscaban otra a fin de continuar su tarea de cumplir la Gran Comisión. Uno de los desafíos más grandes que enfrentan los sembradores de iglesias es el de desarrollar métodos evangelísticos apropiados para alcanzar a sus comunidades.
–30–
Daniel R. Sánchez es profesor de misiones en el Seminario Teológico Bautista Southwestern donde además sirve como vicedecano, maestrías y director, Instituto Scarborough de Iniciación de Iglesias Y Crecimiento en la Escuela Roy Fish de Evangelismo y Misiones.