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EDITORIAL: Fundamento filosófico para sembrar iglesias


NOTA DEL EDITOR: El siguiente es sexto de una serie de seis porciones sobre la iniciación de iglesias en comunidades hispánicas. Es un extracto de Cómo Sembrar Iglesias en el Siglo XXI, publicado en el 2002 por Casa Bautista de Publicaciones (Editorial Mundo Hispano), www.casabautista.org.

FORT WORTH, Texas (BP)–Una de las preguntas más importantes que el sembrador de iglesias necesita contestar es: ¿Cuál es mi filosofía y mi estrategia con respecto a empezar nuevas iglesias? Tendrá que contestar también las siguientes preguntas: ¿Cuál es mi meta para la nueva congregación? ¿Será siempre una hija o llegará a ser una iglesia autónoma y reproductora? A fin de lograr este último objetivo, el sembrador de iglesias tiene que conocer a fondo y adoptar la filosofía de la siembra de iglesias autóctonas.

Para que algo sea autóctono (planta, animal) tiene que ser originario de un ambiente en particular. Por ejemplo, el bananero es autóctono de un clima tropical. Para mantenerlo vivo en climas más fríos uno tiene que construir y mantener un invernadero. Esto es costoso y artificial y no es conducente a una reproducción espontánea. Hay varias características mencionadas por el misiólogo Allen Tippet que las iglesias deben tener si han de ser autóctonas: (1) autoimagen, (2) autofuncionamiento, (3) autogobierno, (4) autosostén, (5) autopropagación, (6) autoministerio.

Autoimagen significa que la nueva iglesia llega a la etapa de madurez cuando se ve a sí misma como la iglesia del Señor Jesucristo en la comunidad. No es meramente una extensión de otra iglesia en otra parte sino la iglesia que el Señor ha colocado allí con una misión específica.

Autofuncionamiento significa que la congregación lleva a cabo todas las actividades de la iglesia (p. ej.: adoración, instrucción, ordenanzas). En Hechos 2:40-47 vemos a una iglesia que evangelizaba, discipulaba, adoraba, oraba, tenía comunión fraternal y ministraba a otros. La iglesia que autofunciona es la que realiza estas actividades bajo el liderazgo del Señor.

Autogobierno significa que la nueva iglesia llega a la etapa de madurez en que toma sus propias decisiones y planifica su propio futuro. Estas decisiones se relacionan con reuniones (hora, lugar, duración), su liderazgo (pastor, otros líderes), su sede (alquilada, comprada, edificada), sus finanzas (presupuesto, procedimientos), etc.

Autosostén significa que la iglesia se hace cargo de sus propias obligaciones financieras por medio de las contribuciones (diezmos, ofrendas, regalos) de sus miembros. Esta iglesia no desarrolla una dependencia de fuentes externas sino que espera ser, con la ayuda del Señor, la que provee los recursos necesarios para el personal, los materiales, edificios, programas, etc.

Autopropagación significa que la iglesia toma en serio la Gran Comisión y está dedicada a la tarea de cumplirla ganando almas y estableciendo iglesias.

Autoministerio significa que la iglesia utiliza sus propios recursos económicos para ser de ayuda cuando hay necesidades en su comunidad.

Aunque estas características de iglesias autóctonas puedan parecer muy sencillas, se aplican de muchas maneras a los distintos contextos socioculturales. A fin de desarrollar iglesias contextualizadas en el siglo XXI, es necesario dar atención a la forma como se aplican estas características. En otras palabras, estas características de una iglesia autóctona se deben aplicar en una forma que sea relevante a la cultura en la cual ministra la iglesia. Es de suma importancia tener una filosofía autóctona para que las iglesias se desarrollen y se multipliquen en tal forma que causen un impacto en sus ciudades y sus comunidades.
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Daniel R. Sánchez es profesor de misiones en el Seminario Teológico Bautista Southwestern donde además sirve como vicedecano, maestrías y director, Instituto Scarborough de Iniciación de Iglesias Y Crecimiento en la Escuela Roy Fish de Evangelismo y Misiones.

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