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EDITORIAL: ¡Gracias Señor!

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KANSAS CITY, Mo. (BP)–Sin duda alguna estamos viviendo en días muy difíciles. Algunos meses atrás la instituciones financiaras de nuestro país experimentaron una sacudida cuyos golpes se sintieron en todo el mundo. El pronóstico financiero global no es muy positivo. El retiro de muchas personas se ha reducido a grandes por las perdidas en el mercado financiero. Muy pronto, se sentirá este golpe en nuestras congregaciones. Veremos personas que tendrán que trasladarse a otro estado o país a razón de perder su trabajo. Otros que no pueden pagar su renta o hipoteca. En fin, el panorama antes nosotros está muy oscuro y no se ve la luz del sol por ninguna parte.

Esta descripción aunque muy real hoy no es la visión del cristiano. La pregunta que yo personalmente me hago con mucha frecuencia es, ¿De dónde soy yo? La respuesta cada vez es que yo soy simplemente un peregrino regando las semillas del evangelio mientras voy a mi destino final — “el cielo.” Juan 13:21-38 muestra a los discípulos en un momento de estremecimiento y confusión de su fe. Jesús anuncia que uno de ellos le iba a entregar. El panorama era tan oscuro como el que enfrentamos nosotros hoy día. Cada uno se preguntaba, Señor, ¿Soy yo?

El problema principal no creo que fue quien lo iba a entregar. Yo creo que los discípulos, al igual que nosotros hoy, tenían una perspectiva terrenal y no celestial. Ellos buscaban solucionar sus problemas sin reconocer que Cristo era la solución. Cristo presenta palabras alentadoras para estos discípulos y también para cada uno de nosotros hoy.

“No se turbe vuestro corazón…(Juan 14:1)” — porque “yo he rogado por ti.” Qué bueno el saber que nuestro Padre celestial ora por nosotros. Pedro lo experimento en un momento difícil — “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti (Lucas 22:31).”

“No se turbe vuestro corazón…(Juan 14:1)” — porque “Voy, pues a preparar lugar.” Tenemos una mansión que Dios está preparando para cada uno de nosotros que hemos aceptado a Jesús como salvador personal. ¿Eres tú uno de ellos? Aunque debemos de vivir vidas responsables también tenemos que poner nuestra perspectiva en las cosas eternas y no temporales.

“No se turbe vuestro corazón…(Juan 14:1)” — porque “Os tomaré a mí mismo.” Escucha a Jesús hablándote de una manera personal. (Tu nombre), yo personalmente vendré por ti. Aunque tu panorama este oscuro y te encuentres hoy en un callejón sin salida — recuerda las palabras del señor.

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En esta semana examina tu vida y observa las muchas bendiciones aun en medio de la oscuridad de tu día. Jesús es la “luz de mundo” y por tanto no tengas miedo de la oscuridad o problemas temporales. Permite que Dios te use con palabras alentadoras con una persona en esta semana. ¡Bendiciones!
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Gustavo Suárez es profesor de iniciación de iglesias y director del centro Nehemías para Iniciación de Iglesias en Norte América en el Seminario Bautista Teológic de Midwestern.