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EDITORIAL: Honrando a las Madres


KANSAS CITY, Mo. (BP)–Este año el día de las madres coincide con el cumpleaños de mi mama. Ella cumplirá 94 años y todavía está llena de energía y sabiduría. Aunque, por los años, su vista se ha desgastado todavía toma tiempo en leer la Palabra de Dios. Yo recuerdo ese día, hace ya más de veinte años, cuando mi mama entregó su vida a Cristo.

Proverbios 31:28-31 presenta el retrato de la mujer virtuosa. Aquí observamos la virtud que la Sabiduría puede ofrecer. Yo creo que cada uno de nosotros podemos recordar las veces que nuestra madre echó al lado el cansancio para proveer para nuestras necesidades. La rica comida que sus manos prepararon. El vestuario tan limpio y sin arrugas que vestíamos. Las horas de desvelo que le causamos a nuestras madres – pero sin ninguna queja allí estaba nuestra madre. Aunque sus obras eran impulsadas solo por ese amor maternal era reconocido de tal manera que el esposo e hijos se levantan y le llaman “Bienaventurada.”

La mujer descrita aquí es responsable, trabajadora, tiene compasión, se prepara para el futuro, es buena maestra, es dedicada a su familia y sobre todo “teme a Jehová Prov.1:7).” Dale gracias a Dios por tu mama. Recuerda en este día especial las cosas buenas que ella te impartió a una edad temprana que ha impactado tu vida.

En mi país había una costumbre de ponerse una rosa roja si tu mama aun vive y una blanca si ella ha fallecido. Recuerdo un poema que yo acostumbraba entregar a mi madre cada año en este día especial. No sé quién es el autor original de este poema — pero espero lo leas pensando en tu querida mama.

Madrecita del alma querida
en mi pecho yo llevo una flor
no te importe el color que ella tenga
porque al fin tu eres madre una flor.

tu cariño es mi bien madrecita
en mi vida tú has sido y serás
el refugio de todas mis penas
y la cuna de amor y verdad

aunque amores yo tenga en la vida
que me llenen de felicidad
como el tuyo jamás madre mía
como el tuyo no habré de encontrar.

Gracias Señor por Tu incomparable amor y el regalo de nuestra mama.
–30–
Gustavo Suárez es profesor de iniciación de iglesias y director del centro Nehemías para Iniciación de Iglesias en Norte América en el Seminario Bautista Teológic de Midwestern.

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  • Por Gustavo Suárez