[1]FRESNO, Calif. (BP)–Influenciando a los niños es una gran responsabilidad en estos días. He tenido el privilegio de trabajar con niños y niñas. Soy testigo del poder de Dios y la influencia de adultos en la vida de muchos. La Biblia, nuestro Libro de instrucción dice “Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de el” (Prov. 22:6).
Al tratar de influenciar, es necesario tener una vida que puede ser de ejemplo al niño. Muchas personas se frustran porque los niños no hacen lo que deben hacer. No cabe duda que es un trabajo difícil, pero no imposible.
Si somos seguidores de Cristo, tenemos el poder de Dios para influenciar. La influencia viene cuando estamos con los niños.
Hay muchos que desean influenciar sin tener contacto con los niños. No podemos influenciar por larga distancia. Debemos buscar la manera de proveer instrucción personalmente mientras están creciendo. Si esperamos demasiado tiempo, cuando queremos influenciar, muchas veces es muy tarde. Ya el niño creció y muchos no quieren aceptar los ejemplos de un adulto. Hay que mantener contacto continuo para que reconozcan nuestro amor y sigan nuestras vidas. Recuerdan que los mejores maestros en el hogar son los padres que tienen una relación personal con Cristo Jesús.
Ahora más que nunca, necesitamos suplicar a Dios consejo para mejor asistir a nuestros niños. Que Dios nos de fuerza en este proceso.
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Fermín Whittaker es el director ejecutivo de la Convención Bautista del Sur en California. Los materiales en español publicados por esta convención se encuentran en http://www.csbc.com/languageresources.
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