VANCOUVER, Wash. (BP)–Multitudes de jóvenes y niños se dirigen ya a la escuela por el nuevo año académico. Para algunos, éste es el nuevo comienzo de un viaje y para otros es la culminación de doce años de estudios.
Como padre, tengo la responsabilidad de vigilar que mi hijo no aprenda algo que esté en desacuerdo con la enseñanza bíblica. También, debo ser un modelo y enseñar a mi hijo a ser “luz y sal” en su escuela, a considerarla como un campo misionero.
Hay investigaciones recientes que muestran que en una semana los niños pasan un promedio 3.5 minutos teniendo conversaciones relevantes con sus padres mientras que pasan un promedio de 1,680 minutos viendo televisión. Este hecho resalta la importancia de crear y mantener una buena relación y comunicación con tu hijo. La educación cristiana comienza en casa y propaga las semillas del evangelio en un campo misionero importante, como las escuelas primarias y secundarias.
Quisiera compartir estas sencillas sugerencias contigo para así tener un impacto positivo en la escuela:
En primer lugar, ora por tu hijo y por sus maestros. Dedicar unos minutos cada semana para caminar alrededor de la escuela orando por los estudiantes, maestros y por protección a la escuela.
En segundo, establece comunicación con el maestro de tu hijo a través de mensajes electrónicos enviándole notas para expresar tu aprecio por el trabajo que invierte en tu hijo.
En tercer lugar, aprovecha cada oportunidad de entablar una relación con otros padres. Mi hijo juega fútbol americano en su escuela preparatoria. Mientras él está en prácticas, yo aprovecho para conocer a los otros padres. Busca cosas que tengan en común.
En cuarto lugar, involúcrate como voluntario para ayudar en la cafetería o en la oficina de la escuela.
En quinto lugar, alienta a tu iglesia para hacer algo por la escuela durante el año, ya sea llevar bolsitas con caramelos para los maestros en días especiales, hacer una presentación cultural sobre tu herencia hispana, o sobre las diferentes maneras en que se celebra la navidad en nuestros países.
Y por último, si tus finanzas lo permiten, acepta a un estudiante extranjero en tu hogar como visitante.
Estas son algunas maneras en que tú, como padre, puedes ser un modelo de impacto cristiano para la escuela de tu hijo — el campo misionero de tu familia. ¡Les deseo que tengan mucho éxito en este año escolar!
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Gustavo Suárez es el director tesorero de Northwest Baptist Convention, https://www.nwbaptist.org.