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EDITORIAL: La importancia de decidir basado en valores bíblicos


Estos últimos meses, en realidad ya casi dos años, nos hemos visto arrinconados a tomar decisiones importantes para nosotros, nuestras familias, y nuestra comunidad de iglesias. Todos hemos tenido que hacer ajustes importantes, y ver como podemos guiar nuestras vidas y de aquellos que lideramos para poder llegar a un buen puerto. No es la primera vez que como seres humanos somos enfrentados a una crisis global; ha habido pandemias antes, los cristianos históricamente han sufrido persecución o restricciones en distintas ocasiones. Por ello, es importante volver a nuestras bases al momento de tomar decisiones. Las bases que no se mueven, y que son capaces de sostenernos en el tiempo. Estas bases son nuestros valores, y como líderes espirituales, nuestras bases deben ser valores bíblicos, porque como dijo nuestro Señor Jesucristo: “el cielo y la tierra pasarán, más mi palabra no pasará”.

Hoy veremos las razones para desarrollar los valores bíblicos al momento de toma de decisiones, y como estos valores nos pueden sostener en medio de la crisis.

Romanos 12

1Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Pablo ya había pedido a los creyentes que presenten sus cuerpos a Dios en los capítulos 6 y 7. Dijo que deberíamos presentar los miembros de nuestro cuerpo a Dios para que Dios los use. Y en este pasaje está repitiendo el mandamiento como nuestro deber más importante para con Dios. Esta será la manera de experimentar de una manera real la voluntad de Dios, y por lo tanto experimentar a Dios.

Una EXPERIENCIA transformará nuestro conjunto de valores. Pablo ha explicado y espera que hayamos entendido las misericordias de Dios, pero ahora nos dice que nuestra experiencia debe ir más allá del mero entendimiento; quiere que seamos conscientes de la misericordia recibida y experimentada, y eso debe tener un impacto en cómo recibimos este llamado de Dios. Es algo que no debemos olvidar fácilmente.

Pablo nos dirá que para pasar del deseo de cambio al estilo de vida de adoración, necesitamos renovar nuestra mente; esto nos ayudará a luchar contra la batalla externa del mundo que quiere moldearnos a su forma de pensar. Para ganar, debemos dejar que Dios modifique nuestro pensamiento con su palabra todos los días porque el mundo está luchando contra nosotros todos los días. Dejamos que la palabra de Dios modifique nuestro pensamiento, y entonces seremos capaces de experimentar la voluntad de Dios, que es buena, aceptable y perfecta. Cuando lo experimentamos una y otra vez, nuestros valores se reforman y se establecen en nuestras vidas.

Nuestro encuentro con Dios es algo único y personal. Dios quiere una relación de amor conmigo, y las circunstancias generalmente se verán diferentes de una persona a otra. Cuando recién fui salvado por Cristo me conecté a una iglesia. En esta iglesia un hermano se acercó y me animó a participar con él en un discipulado. Esto tuvo un impacto significativo en mi vida espiritual y mi amor por el discipulado y las misiones. El discipulado me ayudó a formar valores que tuvieron un impacto significativo en mi vida y en las decisiones que luego tomaría en mi vida, y en especial imprimió en mi una pasión por el discipulado. He escuchado otros testimonios de personas que tuvieron un encuentro con Dios a través de un viaje misionero, y como impactó su vida con amor por las misiones. Otros tuvieron un encuentro con Dios a través de una predicación, un libro o una enseñanza, y esto les dio pasión por la enseñanza por la palabra de Dios. Dios tiene una forma de conectarse con cada uno de sus hijos. El objetivo es el mismo con cada uno de ellos, que lo conozcan y lo den a conocer. Aunque todos tenemos que hacer discípulos, algunos tendrán una mayor pasión por este tema. Aunque todos tenemos que ser estudiantes de la palabra, algunos se conectarán de una manera especial a través del estudio y la enseñanza de la Palabra. Lo mismo ocurre con las misiones, la plantación de iglesias, la evangelización, etc.

Dios se revela a nosotros a través de Su palabra, nos sacude, obedecemos lo que nos ha mostrado, y eso hace que lo conozcamos en una conexión más profunda, y ahora queremos que otros lo conozcan como lo hicimos nosotros.

¿Ha notado que aquellos que sienten pasión por el discipulado atraerán a ese tipo de líderes? ¿Y su ministerio tendrá un mayor énfasis en esto? O, aquellos que aman la plantación de iglesias, verán a un plantador de iglesias en cada creyente comprometido que conozcan. A los maestros les apasionará enseñar a otros y querrán formar maestros fuera de sus congregaciones. Todos tenemos la tendencia de liderar con nuestros valores. ¡Y esto genial! Pero, para tener equilibrio, necesitamos otros conjuntos de dones, para que el cuerpo de Cristo pueda crecer en todos los aspectos.

Efesiso 4

de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Como vemos, nuestros valores son formados por una experiencia personal con Dios, y se van afirmando a medida que los transmitimos a otros a través del discipulado, mentorando y enseñando. Este es un ciclo de vida que va solidificando nuestra fe y la fe de otros alrededor de nosotros.

El otro aspecto importante es que nuestros valores, o convicciones, o mejor aún, nuestra fe nos sostendrá en momentos de incertidumbre. Cuando aparece la crisis (que hemos aprendido que hay garantía que va a aparecer) podemos recordar que Dios nos llamó, se reveló a nosotros, que dimos pasos de confianza en él y le obedecimos, Dios se ha probado a sí mismo. Entonces, cuando las cosas son difíciles, tenemos nuestros valores para sostenernos y ayudarnos a avanzar en fe en el Dios que se ha revelado a nosotros anteriormente. Podemos seguir confiando en él a pesar de la crisis en la que él permite que estemos, porque es Dios quien nos ha llevado a ese momento, entendemos que debe tener una razón, y sabemos que podemos confiar en sus propósitos.

Hay un aspecto mixto de los valores. Son formados por la manera en que Dios se revela a nosotros, y cuando los ponemos en práctica solidifica nuestra fe en Dios. Además, cuando tiempo después aparece la crisis, los valores nos recuerdan quien es Dios, nos ayudan a seguir confiando en él, a mantenernos firmes. Y de pronto, esto afirma y nos revela aspectos de Dios que no hubiéramos podido conocer de otra manera, de manera que nuestros valores y nuestra fe se vuelven aún mas solidos. El propósito de Dios es que lo conozcamos y le demos a conocer.

Hay poder en la palabra de Dios; poder para transformar nuestro pensamiento y, por lo tanto, la forma en que hacemos nuestro ministerio y nuestra vida, y poder para sostenernos durante la crisis. Incluso si el exterior está temblando, nuestro ser interior no temblará porque está afirmado en Dios.

    About the Author

  • Sergio Guardia

    Sergio Guardia es el Catalizador de Liderazgo Hispano en el estado de Virginia para la Convención Bautista del Sur (SBC de VA).

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