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EDITORIAL: La importancia de la comunión cristiana

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FORT WORTH, Texas (BP)–La palabra griega koinonia describe una de las realidades más importantes del cristianismo. Se puede traducir como comunidad y en ocasiones he visto que algunos la traducen como compañerismo aunque me parece que la palabra comunión es la que mejor refleja el sentido original y profundo de su significado. La comunión o koinonia tiene como fundamento que Cristo es la base esencial de todos sus seguidores. Sin importar su trasfondo, educación o preferencias, Cristo une íntimamente a todos sus seguidores en El. Todos los creyentes tienen en común a Cristo y El hace que todas las diferencias sean secundarias e insignificantes.

La unidad de los creyentes es uno de nuestros propósitos principales y una realidad esencial de la fe cristiana. La noche que fue entregado para morir por nuestros pecados Jesús oró por sí mismo, por sus discípulos y por todos los que habrían de creer en El por el testimonio de sus seguidores. Esta oración se encuentra en Juan 17 y en ella se destaca la importancia de la comunión cristiana. Jesús pide que los creyentes sean uno de la misma manera que El y el Padre son uno (v. 11, 21). De hecho, la unidad de los cristianos es importante para que el mundo crea en Jesús y reciba el amor del Padre:

“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:21).

“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado” (Juan 17:23).

Si bien la Cena del Señor o comunión es la máxima representación de la unidad de los creyentes que celebran su unión con Cristo, esta unidad o koinonia se tiene que ver reflejada en la vida cotidiana. De hecho, como creyentes es imposible crecer en la vida cristiana aparte del cuerpo de Cristo. Todos los creyentes nos necesitamos los unos a los otros y es a través de esta relación que demostramos nuestra unidad y crecemos juntos. En el Nuevo Testamento encontramos números pasajes con la expresión “unos a otros” en los que se manifiesta el comportamiento que deben tener los seguidores de Cristo. Este comportamiento está basado en la comunión esencial de los creyentes.

Es importante notar que estos pasajes tienen tres características importantes: 1) Implican comportamientos y no simplemente actitudes o buenos deseos, 2) para poner en práctica estos pasajes se necesita la comunidad de creyentes y 3) son órdenes que debemos cumplir y no meramente sugerencias.

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Los siguientes pasajes son solamente una selección de los pasajes “unos a otros”. En su práctica de demuestra la comunión que debemos tener los que nos llamamos seguidores de Jesucristo. Lo invito a leerlos, a autoevaluarse y a ponerlos en práctica:

* Somos miembros los unos de los otros. Romanos 12:4-5, “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.”

* Debemos preferirnos los unos a los otros. Romanos 12:10, “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.”

* Debemos ser unánimes y humildes. Romanos 12:16, “Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.” Romanos 15:5, “Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús.”

* Debemos recibirnos (aceptarnos) los unos a los otros. Romanos 15:7, “Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.”

* Debemos amonestarnos unos a otros. Romanos 15:14, “Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.”

* Debemos saludarnos unos a otros. Romanos 16:16, “Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.” Otros pasajes con el mismo mandamiento son 1 Cor. 16:20; 2 Cor. 13:12; 1 Pedro 5:14.

* Debemos servirnos los unos a los otros. Gal. 5:13, “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.”

* Debemos sobrellevar los problemas de los otros. Gal. 6:2, “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”

* Debemos soportarnos y perdonarnos unos a otros. Col. 3:13, “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

* Debemos ser benignos unos con otros. Ef. 4:31-32, “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”

* Debemos hospedarnos unos a otros. 1 Pedro 4:9, “Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.”

* Debemos estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras. Hebreos 10:24-25, “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”

¿Qué va a hacer esta semana para cultivar la comunión entre sus hermanos en la fe?
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Octavio Javier Esqueda es profesor en los programas doctorales en educación en Talbot School of Theology de la Universidad Biola en La Mirada, California. Ha tenido la oportunidad de enseñar en diferentes países, niveles académicos e instituciones entre las que se encuentra el Southwestern Baptist Theological Seminary.