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EDITORIAL: La Obra del Espíritu Santo

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GRAPEVINE, Texas (BP) — En al Antiguo Testamento Dios habló a Su pueblo por medio de milagros, señales y maravillas. En el Nuevo Testamento Cristo vino a la tierra a salvar a los pecadores. El murió por nuestros pecados, resucitó y ascendió a morar con el Padre. Al dejar esta tierra, Él dejó al Espíritu Santo para completar la obra.

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad de Dios y siempre está obrando en este mundo para tocar las vidas de los no creyentes para que se conviertan en seguidores de Cristo Jesús. Cuando el incrédulo oye y cree en la Palabra de Dios, Dios convence a ese incrédulo de su pecado por medio de la obra del Espíritu Santo.
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.” Juan 16:8-11
Cuando él no creyente acepta a Cristo en su corazón, el Espíritu Santo mora para siempre en la vida de él o ella. Cada creyente es sellado por el Espíritu Santo y obtiene una salvación segura y pasa a ser posesión de Dios y queda preservado hasta el día de la redención final.
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” Efesios 1:13-14
El Espíritu Santo también da dones espirituales a los creyentes con el fin de capacitarlos para que sean usados en la iglesia.
“No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu Santo para provecho.” 1 Corintios 12:1-7
El Espíritu Santo obra en la vida de los seguidores de Cristo para que ellos puedan reflejar el carácter de Cristo como si él estuviera físicamente en la tierra. El Espíritu Santo enseña, guía y capacita a cada creyente para vivir una vida abundante en Cristo Jesús. Necesitamos buscar continuamente ser llenos del Espíritu Santo para vivir conforme al diseño de Dios aquí en este mundo. Así podemos dar testimonio de la grandeza, el poder y el amor de Dios con todos.
¡Comparta las buenas nuevas de Cristo con alguien hoy!