fbpx
Articulos en Español

EDITORIAL: La verdadera libertad en el Evangelio


Sergio Guardia

Hemos sido rescatados del pecado que nos tenía muertos. El pecado y nuestra adicción al pecado, nos ha llevado a cosas vergonzosas, dolorosas, y a no tener una verdadera relación con Dios. De allí nos rescató Cristo, para que vivamos libres del pecado. Pero jugar con cosas que nos pueden esclavizar es olvidar que Cristo es nuestra verdadera satisfacción.

¿Alguna vez estuviste a dieta contra tu propia voluntad? Tengo la convicción que ninguna dieta que he hecho es por mi propia voluntad, pero ese es otro tema. Cuando la dieta tiene una razón medica y un propósito de salud debo entender que aquello que me encanta en realidad, puede ser mortal para mi. Un diabético debe renunciar a ciertas comidas, porque su cuerpo transforma esa comida en veneno. Pero, nosotros miramos a esa persona que ha tomado conciencia, y decimos “pobrecito, no puede comer tal y tal cosa.” En realidad no puede porque es veneno para esa persona.

Con el pecado pasa algo parecido, pensamos que ahora estamos libres de la diabetes espiritual, y comenzamos a darnos licencias. Y me olvido de que el pecado sigue siendo igualmente mortal. Cualquier pecado, en mayor o menor medida, tiene el mismo objetivo: ofender a Dios, alejarnos de Dios, intoxicar mi alma, adormecer mis sentidos espirituales. NO somos pobrecitos por abstenernos de algo pecaminoso, porque en realidad, tengo algo que es mucho mejor. Tengo una relación plenamente satisfactoria con Cristo, que me ama incondicionalmente, pero me ama tanto que quiere moldearme a su imagen para que disfrutemos una eternidad con él.

Ciertamente, hay cosas que no están claramente prohibidas en la biblia, pero mi pregunta no es si eso esta bien o esta mal, sino ¿es esto lo más sabio para mi? Basado en mi pasado, y hacia donde quiero ir en el futuro, ¿me ayudará a ser mejor? ¿puede ser adictivo? ¿glorifica a Dios?

Pero además en este caso, puede haber otro peligro. Aunque muchas veces se quiere ir en contra de todo lo que ve como legalismo, se puede caer en otro tipo de legalismo. Y es cuando menosprecia o impone su punto de vista en otros. Por ejemplo, hay algunas partes del mundo, donde no es considerado un pecado o mal visto comer con un vaso de vino o una cerveza. Mientras no se emborrachen, o queden medio alegrones por el alcohol, esta bien. Pero, que pasa cuando aparece alguien que tiene la convicción de no tomar alcohol. Si estos hermanos, menosprecian al que no toma, o quieren obligarle de alguna manera, están imponiendo su punto de vista. O si ellos, deciden hacerlo sabiendo que alguien que tiene un pasado de alcoholismo, y no consideran al hermano, también están faltando al amor.

Gálatas va a confrontar el problema de ambos lados:

Gálatas 5 13 Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor. 14 Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», 15 pero si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado! Corren peligro de destruirse unos a otros.

Durante esta carta, Pablo va a guiarnos a una profundidad única en nuestra vida cristiana, se puede resumir en tres puntos:

  1. La raíz de una verdadera vida cristiana está en el Espíritu Santo dado a los cristiano. (3:5, 14)

Uno recibe nueva vida al momento de ser salvo, y recibimos nueva vida por el Espíritu Santo. Solamente la fe es necesaria para la salvación, nada más. No necesitamos ser bautizados, ni ninguna otra cosa adicional para ser salvos, SOLO FE. Dios habitando en nuestras vidas es lo que hace la diferencia. Vida eterna es la vida de Dios.

5 Vuelvo a preguntarles: ¿acaso Dios les da al Espíritu Santo y hace milagros entre ustedes porque obedecen la ley? ¡Por supuesto que no! Es porque creen el mensaje que oyeron acerca de Cristo.

14 Mediante Cristo Jesús, Dios bendijo a los gentiles con la misma bendición que le prometió a Abraham, a fin de que los creyentes pudiéramos recibir por medio de la fe al Espíritu Santo prometido.

  1. Los deseos del Espíritu Santo en el cristiano le llevan a crecer en Cristo (5:17)

Cuando recibimos esa vida de Dios, Dios nos hace libres de nuestras ataduras y esclavitudes: de la carne, religiosas y de ceremonias. Dios tiene el poder sobre la carne, y hemos encontrado vida a parte de las ceremonias religiosas. No es licencia para pecar, es libertad para obedecer y vivir para Dios. Producimos fruto cuando seguimos los deseos de Dios, lo que su Espíritu nos va ensenando a través de su Palabra

17 La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones,

  1. Los frutos del Espíritu Santo en el cristiano son la evidencia que el Espíritu vence a la carne (5:22)

Cuando caminamos en el Espíritu de Dios, cuando le seguimos en obediencia, producimos su fruto. La esencia de ese fruto es el amor. Los frutos de la carne son fruto de una vida sin Dios, incluso una religión ritualista sin el Espíritu Santo. La vida de Dios produce fruto, los rituales producen obras.

22 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, 23 humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!

El pastor Matt Chandler describió el legalismo de una manera muy adecuada: “Legalismo es tomar lo que es bueno, justo y hermoso y usarlo para exaltarse a sí mismo y juzgar a otros.” El explicaba que no hay cosas legalistas en si mismas, sino que nuestro corazón orgulloso lo convierte en algo legalista. Podemos pensar “yo soy el único sirviendo correctamente.” “Soy al único que le importa el evangelismo correcto en este lugar.” “Soy el único que entiende la doctrina.”

El autor Jared Wilson,  de The Gospel Coalition (La Coalición por el evangelio), escribió un articulo extenso advirtiendo al respecto:

“Cuando entendemos las doctrinas de la gracia, es como de pronto se nos hubiera abierto un nuevo conocimiento, que otros no tienen, o que esta persona no tenía antes. La verdad ha sido liberada, y el ha sido iluminado. Lastimosamente, esta puede ser una gran tentación al orgullo. Podemos ver a otros cristianos como “menos iluminados” o que no toman la fe tan en serio como nosotros. Esta gnosis doctrinal puede llevar un comportamiento herético, arrogancia y parcialidad. Los que han sido iluminados pueden verse a si mismos como mas diligentes en la biblia que otros, llegando al punto que ven el conocimiento de la gracia como algo que ganaron.”

Estos peligros están al acecho de todos los corazones. Estoy convencido que muchas de nuestras disputas no son necesariamente un problema de diferencia teológica, sino un problema de nuestro corazón deseoso de ganar a toda costa. Es como si dijéramos:

“Mi posición es la verdad y si otros no la tienen, no tienen la verdad. Si tuvieran la verdad pensarían y se comportarían como yo. Y si no lo hacen, yo tengo que enseñar la verdad.”

Debemos defender la sana doctrina, pero ten cuidado de no convertirla en la marca de quien es realmente un cristiano. La Biblia marca como testimonio principal de un nacido de nuevo en Cristo al amor, a Dios y a su prójimo, y a su semejanza a Cristo, que lo que enfatiza doctrinas primarias, secundarias o terciarias.

Esta es una carta que nos puede llevar a una verdadera y profunda intimidad con Cristo. Seamos humildes en escuchar la voz del apóstol Pablo (Gálatas es una carta apasionada), consideremos a la luz de la Palabra si Dios me está mostrando algo que debo cambiar, algo que puede ser peligroso en mi vida y para mi familia. Que Dios nos muestre si hemos intercambiado un glorioso evangelio, por algo sin valor, que quiere parecerse, pero que no es el evangelio. Dios quiere que vivamos en el poder del Espíritu Santo, manifestando su fruto en nuestra relación con otros.

    About the Author

  • Sergio Guardia

    Sergio Guardia es el Catalizador de Liderazgo Hispano en el estado de Virginia para la Convención Bautista del Sur (SBC de VA).

    Read All by Sergio Guardia ›