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EDITORIAL: Nuestra Misión — Nuestra Lucha


GRAPEVINE, Texas (BP) — En nuestras iglesias tenemos que reconocer que tenemos dos realidades. La primera realidad es que tenemos la misión de predicar las buenas nuevas de Cristo Jesús con todo el mundo.
Marcos 16:15 y 16 nos dice cuando Cristo comisionó a los apóstoles y también se aplica a nosotros hoy:
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado.”
La Gran Comisión es nuestra base fundamental para poner en práctica nuestra misión. Mateo 28:18-20 dice:
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los día, hasta el fin del mundo, Amén.”
La segunda realidad es que tenemos una gran lucha para cumplir esa misión. Tenemos que reconocer que Satanás está presente en este mundo y quiere desviar, molestar, dividir y estorbar nuestra misión aquí en la tierra. Vemos esa lucha cada día con las artimañas de Satanás. Efesios 6:12 lo confirma:
“Porque no tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en la regiones celestiales.”
Estas dos realidades afectan nuestra misión aquí en la tierra. Sabemos que debemos poner en marcha la Gran Comisión de nuestro Señor Jesucristo. Pero muchas veces ponemos en marcha la gran omisión de Satanás.
Él desea que no obedezcamos la misión que Jesús nos encomendó. El diablo no quiere que el mensaje de Cristo sea aceptado de ninguna manera. Pero sabemos que el Señor nos ha llamado a evangelizar a los perdidos y discipular a cada creyente para que vivan una vida abundante en Cristo.
Hay una leyenda que habla de Satanás y de sus demonios que estaban planeando una estrategia para atacar al mundo. Ellos no querían que las personas escucharan y aceptaran el mensaje de salvación de Cristo en la tierra. Uno de los demonios dijo: “Yo tengo un plan. Cuando llegue a la tierra, yo me apoderé del pensamiento de las personas y les diré que no hay cielo.” Satanás respondió y dijo: “Las personas nunca creerán eso. Este libro de verdad está lleno de mensajes sobre la esperanza del cielo.” Otro dijo: “Yo tengo un plan, les diré que no hay un infierno.” Satanás otra vez dijo, “Eso no sirve porque Jesús mientras estuvo en la tierra habló más del infierno que del cielo. Ellos saben en su corazón que algún día se castigará el mal. Ellos reconocen que merecen nada menos que el infierno y sabrán que la salvación está sólo en Cristo.” Otro dijo: “Yo si tengo la respuesta. Yo les diré que no hay prisa para aceptar el mensaje de Cristo. Les diré que siempre hay tiempo para aceptar a Cristo y que no hay prisa.” Y esa es la estrategia que Satanás usa hoy en día.
Muchas personas creen que pueden esperar para aceptar la salvación de Cristo. La verdad es que es urgente aceptar el mensaje de Cristo. Por eso la Gran Comisión no es opcional, es un mandato del Señor. La salvación en Cristo no es para mañana, la salvación de Cristo es para hoy. Hoy es el día de salvación.
Mientras que estemos en este mundo siempre habrá una lucha contra Satanás, pero la misión sigue siendo la misma. Comparta el mensaje de salvación con alguien hoy.

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  • Por Michael A. Gonzales