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EDITORIAL: ¿Quién es la Luz de este mundo?


HOLLYWOOD, Fla. (BP) — “Jesús les habló otra vez, diciendo: ‘Yo soy la Luz del mundo; el que Me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida'” (Juan 8:12 NBLH).

Las Sagradas Escrituras habían profetizado que Dios iba a visitar a los que moraban en tinieblas con su luz. Esto es con la luz de su salvación, presencia, conocimiento y revelación.

“El pueblo que andaba en tinieblas Ha visto gran luz; A los que habitaban en tierra de sombra de muerte, La luz ha resplandecido sobre ellos” (Isaías 9:2).

No obstante, el cumplimiento de dicha promesa había llegado, en el nacimiento (Lat. “nativitas”) de Cristo. Simeón nos relata el motivo de su gozo inefable:

“Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya En paz, conforme a Tu palabra; Porque mis ojos han visto Tu salvación La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; Luz de revelación a los gentiles, Y gloria de Tu pueblo Israel” (Lucas 2:29-32).

Efectivamente, el Mesías, la Luz del mundo, la salvación del Señor había venido y con Él, la esperanza de todos los que habitaban en tinieblas y en sombra de muerte.

Nuestro Señor estaba consciente de su misión en la tierra:

“Mientras estoy en el mundo, Yo soy la Luz del mundo” (Juan 9:5).

Él era la Luz del conocimiento de Dios. Él daría luz a los ciegos espirituales. La incredulidad era la causa de la ceguera. Aquellos que por su gracia creyeran en él, recibiéndolo como su Señor y Salvador, saldrían de las tinieblas espirituales (Juan 12:46).

Cristo impartió su Luz no sólo a los de su propia nación, sino que Él era la luz para las naciones. Su ministerio no estuvo enfocado, solo en los suyos, sino en todos aquellos que le recibieran (Isaías 42:6; 49:6; Juan 1:11-12; 10:16).

En Marcos 4:35, se nos relata como Jesús desea pasar al otro lado del Mar de Galilea (Heb. “Yam Kinneret”), a la temida región de los Gadarenos (cf. 5:1-20), probablemente la población actual de Kursi, en los altos del Golán.

En este lugar, Él va a encontrar unos hombres con espíritu inmundo (Cp. Mateo 8:28). Es posible que Marcos se enfoca en el más notable de ellos.

El cuadro para un Judío que venía del otro lado de Galilea (donde habían sinagogas y donde se enseñaba la Ley de Dios) era un contraste marcado.

Esta era una zona verdaderamente peligrosa, impura y plenamente en tinieblas (Levítico 5:2; Números 19:11,13; Zacarías 13:2; Marcos 1:21).

No obstante, Marcos previamente nos ha revelado que aún en el área de Capernaum, en su propia sinagoga también habían cautivos espirituales (Marcos 1:23).

Este relato nos muestra que Cristo fue intencional en dejar su zona de confort para buscar, proclamar y librar al cautivo (Lucas 19:10).

Pablo nos recuerda esto cuando dice:

“Que el Cristo (el Mesías) había de padecer, y que por motivo de Su resurrección de entre los muertos, El debía ser el primero en proclamar luz tanto al pueblo Judío como a los Gentiles” (Hechos 26:23).

Es importante el notar el ejemplo que dejó el Señor Jesús a los que seguimos sus pisadas.

La pregunta ¿Quién es la Luz de este mundo? Es respondida por Cristo mismo, cuando dijo:

“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar” (Mateo 5:14).

En este tiempo y en cada oportunidad que tengamos, dejemos que Cristo la esperanza de Gloria para un mundo en tinieblas, brille a través de nuestras conversaciones sobre el evangelio, las cuales podremos tener al entrar en contacto intencional, con personas que necesitan de su luz (Filipenses 2:15).

Estoy orando para que el Señor nos haga conscientes de aquellos que están solos, en tinieblas y con angustia emocional en este período particular del año. Que Jesús, la luz del mundo brille a través de nuestras vidas en esta temporada.

¡Feliz Navidad!

    About the Author

  • Peter Citelli

    Peter Citelli es el Presidente del Compañerismo de Iglesias Hispanas para el Gulf Stream Baptist Association y el Pastor de la Iglesia Bautista Miramar en West Park, Florida.

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