Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez por la salvación de su presencia. Dios mío, mi alma está en mí deprimida; por eso me acuerdo de ti desde la tierra del Jordán, y desde las cumbres del Hermón, desde el monte Mizar” (Salmo 42:5-6).
FRESNO, Calif. (BP)–Semanalmente tengo conversaciones con personas, incluyendo pastores y líderes cristianos, pasando por tormentas emocionales, espirituales y económicas. Al conversar con estas personas, siempre les presento las promesas de Dios. El deseo de nuestra alma es sentir la presencia de Dios todos los días. Nuestro enemigo es fuerte, pero Dios es Todopoderoso.
El salmista declara “Dios mío, mi alma está en mí deprimida….” Dios recibe las peticiones de sus hijos, y el salmista nos recuerda algo bastante importante: “… me acuerdo de ti desde la tierra del Jordán, y desde las cumbers del Hermón, desde el monte Mizar.” Recuerda! Palabra importante! Recuerda!
En los momentos más difíciles de la vida tenemos que recordar que el Dios de los profetas y apóstoles, es nuestro Dios. Y si pensamos bien, El nunca nos ha dejado ni desamparado. El estuvo con nosotros ayer, hoy y estará con nosotros mañana. Esas palabras traen alivio.
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Fermín Whittaker es el director ejecutivo de la Convención Bautista del Sur en California. Los materiales en español publicados por esta convención se encuentran en https://www.csbc.com/languageresources.