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EDITORIAL: ¿Sera el hispano el rescate para la iglesia evangélica?


SAN ANTONIO, Texas (BP)–Hace poco oí al reverendo Samuel Rodriguez, un celebrado pastor pentecostal, hablar en una entrevista sobre el futuro de la obra evangélica en este país. Rodriguez opinó que el rescate para la iglesia evangélica en Norte América seria el hispano que sigue volteando al evangelio en grandes números.

El trasfondo de la entrevista tenía que ver con el debate nacional sobre qué hacer con los millones de hispanos no documentados viviendo en los EEUU. Para Rodriguez, los evangélicos, que tienden ser conservadores en su perfil político, no deberían alinearse con políticos que quieren deportar a los más de once millones de ilegales hispanos actualmente en el país. Rodriguez sigue a decir que los que de tal manera piensan lastiman el futuro de la iglesia evangélica, implicando que muchos no documentados vendrían a Cristo aumentando el número de evangélicos en los años venideros.

No cabe duda que las elecciones del 2012 serán de gran importancia para el futuro de la nación, y también para muchos que cruzaron la frontera sin permiso y que han vivido y trabajado aquí por 10 a 20 años. Pero hoy me pregunto si el pueblo hispano-Americano y el no documentado verdaderamente tienen el potencial de rescatar la iglesia evangélica como Rodriguez lo piensa.

En cierto sentido, Rodriguez solo esta voceando lo que otros han detectado ya por un buen tiempo. En su libro, El Nuevo Cristianismo, Philip Jenkins, por ejemplo, analiza el crecimiento de la obra evangélica en América Latina y concluye que de cierto el hispano está tornando hacia el evangelio, pero en su manifestación pentecostal. Los datos no mienten; desde los 1950s en adelante el noventa por ciento del crecimiento del cristianismo no católico romano en América Latina ha sido pentecostal (p. 63). De acuerdo a sus proyecciones, Jenkins estima que el número de creyentes pentecostales deberá sobrepasar medio billón de adherentes para el año 2050 (p. 8).

Jenkins sigue a decir que este fenómeno en América Latina está afectando la iglesia evangélica en los EEUU. La gran mayoría de hispanos en este país que abandonan sus raíces católicas romanas también abrazan el evangelio en su expresión pentecostal, o carismática. A la luz de esto, Jenkins observa que aun las iglesias protestantes tradicionales (ejemplo, metodistas, bautistas, presbiterianas), incorporan elementos de la adoración pentecostal con el fin de atraer mayores números de hispanos a sus congregaciones. Aparentemente, el éxito del pentecostalismo en América Latina ha influenciado la manera en que muchas denominaciones protestantes y evangélicas desarrollan sus ministerios.

Todo esto me deja con la impresión que si la iglesia evangélica a de crecer en Norte América, tendrá que ser crecimiento hispano en su mayoría; Samuel Rodriguez tiene razón. Pero, ¿es necesariamente el caso que cualquier iglesia o denominación que quiera tomar parte en este crecimiento tendrá que adaptarse a prácticas y creencias dotadas como “pentecostales?” Mas al punto, ¿en qué sentido podrán los hispanos evangélicos no pentecostales afectar para bien el futuro de la iglesia evangélica?

Jenkins identifica varios énfasis que atraen muchos al pentecostalismo. La serie incluye tales cosas como la oración por la sanidad y otras necesidades, la guerra espiritual, y la expresión emocional en la adoración. Concluye Jenkins que si algo divide al cristianismo Norte Americano del Sur Americano es el punto sobre las fuerzas espirituales y sus efectos en el día diario del mundo. (p. 123). En breve, Jenkins insiste que el hispano interpreta el mensaje de las iglesias tradicionales como orientado hacia la redención futura, pero con poco interés en confrontar los desafíos de la pobreza, la opresión diabólica, y las atracciones del mundo. En contraste, el hispano, de acuerdo a Jenkins, ve el pentecostalismo como una religión muy práctica a la necesidad y que toma a serio las fuerzas opresivas de la vida diaria.

A la luz de esto, ¿qué podemos hacer? En primer lugar, si bien el pentecostalismo Latino ha sido infectado con un gran sincretismo incorporando aun prácticas que se asemejan al paganismo eso no indica que el evangélico dedicado a la Palabra de Dios abandone por completo la realidad espiritual que los pentecostales a menudo confrontan. La Biblia da amplio testimonio sobre la realidad de fuerzas espirituales y malignas. También invita el creyente a perseverar en oración pidiendo por la sanidad de nuestros cuerpos. La emoción debe ser una parte saludable de nuestra adoración a Dios. Todo esto, y mucho más, no fue algo inventado por los pentecostales o los carismáticos. Es parte de la cosmovisión bíblica y deberá tener su lugar en toda iglesia que confiesa a Cristo como Señor.

Insisto, si el pentecostalismo ha tenido éxito conectando con el pueblo y ofreciendo un evangelio que toma cuenta de la necesidad diaria del pobre, nuestro evangelio también dice lo mismo, pero tenemos que basarlo firmemente en la Biblia. Es aquí donde podemos contribuir al rescate de la iglesia evangélica. Al hacer esto, no tendremos temor de caer en excesos desenfrenados. Con la Biblia como nuestra guía podemos predicar el mensaje de redención con toda autoridad y poder, y a la vez ofrecer un Salvador que nos ayuda a diario a derrotar las fuerzas opresivas que mantienen a muchos en la derrota, pero todo en proporción bíblica.

Si el hispano viene a ser el salvador de la iglesia evangélica futura, como Rodriguez lo predice, también debe reconocer la crisis que esto puede crear. No me importa si al cambiar el perfil de los evangélicos en este país se pierden los elementos vestigiales del cristianismo europeo y anglo sajón. Mi preocupación es que al elevar el impacto futuro del hispano en la obra evangélica podemos descartar algo esencial al evangelio. Si el hispano a de rescatar la futura iglesia evangélica, solo Dios sabe. Esto es cierto, la mayor oportunidad siempre trae también gran responsabilidad. El hispano evangélico deberá reflexionar seriamente sobre su responsabilidad de mantenerse fiel a la Palabra de Dios como también ofreciendo el evangelio relevante a la necesidad humana.
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Rudolph D. González es el decano de la Southwestern Baptist Theological Seminary William R. Marshall Center for Theological Studies, San Antonio, Texas. Estudios hispanos, Southwestern Baptist Theological Seminary: http://www.swbts.edu/hispanicstudies/sp/.

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  • Por Rudy Gonzalez