- Baptist Press - https://www.baptistpress.com -

EDITORIAL: Un retorno a lo fundamental

[1]

NASHVILLE, Tenn. (BP)–Veníamos manejando de regreso, después de asistir a unas clases en el Seminario en California, y mi amigo y yo conversábamos acerca de planes e ideas para el ministerio que Dios nos había confiado. En nuestra iglesia íbamos a lanzar un agresivo plan de alcance. Necesitábamos muchos recursos que no teníamos para poderlo llevar acabo. Mi amigo me preguntó que cómo lo íbamos a hacer. Le dije: “no sabemos, estamos orando intensamente.” Han pasado unos veinticinco años y aún recuerdo su respuesta: “Yo no hablo de la ‘cosa religiosa’ me refiero a la parte práctica del asunto.”

Parece ser que lamentablemente muchos ministros, líderes y laicos se han dejado influenciar por el medio ambiente y las corrientes prevalecientes en la sociedad actual y se han dedicado a tratar de aplicar los principios del mundo de los negocios a la vida de la iglesia. No digo que haciendo esto no se puedan construir fabulosos castillos de naipes, pero es edificar sobre la arena.

El modelo y ejemplo a seguir es nuestro Señor Jesucristo quien siendo Dios, dependía de la oración constantemente. Un estudio de la vida del Maestro nos muestra intensos y largos periodos de oración. Él oró antes de acometer las tareas más difíciles que debía realizar, como por ejemplo enfrentar el Calvario. ¿Cómo es posible que nosotros tratemos de vivir y de ministrar sin una dependencia absoluta en la oración? Sobran los ejemplos bíblicos de los errores cometidos cada vez que se hizo algo sin previamente orar, y si esto no fuera por sí suficiente, yo mismo, y tal vez usted, tengo muchos ejemplos de tiempos intensos de oración pidiendo a Dios que me sacara de problemas en los que me metí, por no haber orado suficiente, antes de hacer algo que evidentemente no era la voluntad de Dios, aunque yo actué convencido de que lo era.

La oración no es para pedir el permiso de Dios para hacer lo que queremos hacer. La oración es la manera de entrar en contacto con el Padre para buscar su voluntad y recibir las fuerzas necesarias para hacerla. La oración no puede ser una resolución de Año Nuevo, tiene que ser un modo de vida que comencemos, si no lo tenemos, y se mantenga siempre como la mayor prioridad de nuestras vidas. Pero al mismo tiempo, la oración no es, ni pude ser un ritual religioso.

En los últimos meses algunos libros han sacudido a algunas de nuestras congregaciones, entre ellos, Avergonzados del Evangelio, Radical, La iglesia que Dios usa para transformar y otros. Muchos nos hemos cuestionado si vale la pena lo que estamos haciendo, al ver el poco crecimiento espiritual y la falta de madurez en nuestras congregaciones. La pregunta lógica es: ¿Qué podemos hacer? Y la respuesta bíblica es la misma que le di a Tony aquel día, manejando por la I-40: “TENEMOS QUE ORAR.”

Para mí, no hay dudas de que estamos viviendo días malos. Estoy convencido de que necesitamos un avivamiento en nuestras congregaciones Hispanas y en las Anglosajonas por igual. Necesitamos un avivamiento en nuestra denominación. Necesitamos que el mundo deje de oír nuestras voces y vea nuestras vidas transformadas reflejando la Gloria del Padre. Hemos perdido mucho tiempo en discusiones y polémicas y ha llegado el tiempo de obrar. Necesitamos un avivamiento que comience en cada uno de nosotros. Usted y yo necesitamos, ante todo, estar de acuerdo con Dios en nuestra relación con Él. No podemos permitir que el pecado, la incredulidad o los motivos equivocados contaminen nuestra relación y luego esperar que Dios escuche y responda nuestras oraciones.

[2]

Creo que usted también puede coincidir conmigo en que no sabemos con certeza qué debemos pedir en esta situación (Romanos 8:26), y lo que deseamos o pensamos en realidad carece de importancia, comparado con lo que Dios desea. Busquemos a Dios en oración, oremos sin cesar, limpiemos nuestras vidas de inmundicias, pongamos la voluntad de Dios sobre la nuestra y veremos cómo se cumple la promesa de Marcos 11:24: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.”

Es tiempo de retornar a lo fundamental. Es tiempo de empezar a orar, y de orara sin cesar.
–30–
Óscar J. Fernández es el Editorial Project Leader para Leadership and Adult Publishing, en LifeWay Christian Resources en Nashville, TN, es además escritor independiente y estudioso de la Biblia. Su blog http://estudiandolabibliaconoscar.blogspot.com tiene seguidores de 20 países hispanos.