NASHVILLE, Tenn. (BP)–Anoche por alguna razón, no podía consolar el sueño. Me acosté cansado pero algo me despertó. Eran como las 2:00 de la mañana. No podía dormir. Decidí como otras veces bajar a la cocina y dedicar un tiempo a estudiar la Palabra y hablar con Dios. Mi esposa se levantó para preguntarme si algo me pasaba o preocupaba. Le dije que simplemente no podía conciliar mi cabeza con la almohada. Esta mañana mi devocional estaba enmarcado en el fascinante libro de Ester. Leí mi porción diaria pero seguía despierto. Seguí leyendo hasta que mis ojos quedaron fijos en el último versículo de este extraordinario libro. “Porque Mardoqueo el judío fue el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos, porque procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para todo su linaje.” Ester 10.3 ¡Ahora necesitaba una buena taza de café!
Lejos de tratar de compararnos con el rol tan especial que Mardoqueo jugó cuando los judíos estaban cautivos en Persia, en ninguna otra porción de la Biblia es más evidente el cuidado providencial de Dios hacia su pueblo que en Ester. Por alguna razón Dios incluyó esta historia en las Sagradas Escrituras. Después de enfrentar tanta angustia y la amenaza de una masacre completa de su pueblo, Dios usó a un tío como el “estratega” de ascenso al poder de una muchacha y la victoria que siguió sobre el malvado Amán. En pocas palabras, Dios usó a un tío junto a una sobrina huérfana para cumplir sus propósitos.
Cuando vemos los retos que enfrentan nuestros jóvenes hoy, las terribles influencias de gangs, los tempranos embarazos de nuestras adolescentes que no terminan sus estudios y las presiones económicas, sociales y culturales de nuestro época, esto nos hace clamar a Dios por más tíos como Mardoqueo y adolescentes como Ester. Nuestro mundo necesita de más gente así. Las escuelas los necesitan. Los trabajos los necesitan. El mundo quiere ver instrumentos sencillos pero valiosos en las manos del Eterno.
Filo Ordoñez, estimado hermano en Cristo y potente vocalista quien vive en Illinois, en su más reciente producción musical titulada “Depende de Ti”, interpreta una bella canción escrita por Edgar García titulada “Gente de Dios”. En ella da gracias al Creador por la gente que el Altísimo puso en su camino y que le animaron e inspiraron a seguirle. Parte de la letra dice así: “A Dios lo que sea de Dios, al cesar lo que sea del cesar, que honor el que Dios me ha dado, al conocer gente de Dios. El ánimo que me inspiraron, la mano de un amigo, en ti amado siervo, que tu visión no se ha cortado. Yo ruego a mi Creador, que te de mucha vida y amor, y tu familia en todo sea prosperada, por ser gente de Dios” La letra lo dice bien. ¡Gloria al Padre por los Mardoqueos modernos! Eso fue lo que aquel tío fue para aquella sobrina huérfana. Nunca desestimemos lo que Dios puede hacer en medio de las circunstancias. Gracias por esa gente que Dios ha puesto y pone a nuestro alrededor para que influyamos positivamente en sus vidas.
Esta mañana Dios me despertó para orar por mis sobrinos y sobrinas, algunos sin Cristo, otros caminando con El. Todos podemos usar una dosis de oración. Hoy, multitud de jóvenes están necesitando mentores y modelos positivos que los animen a descubrir quienes somos o podemos ser en Cristo. ¡Mira a tu alrededor! Al orar, le pedí al Todopoderoso no solo por ellos pero por mi mismo. Dios, ayúdame a ser como Mardoqueo.
Porque Él vive,
Luis R. López
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Luis R. López es el Director de LifeWay Español de LifeWay Church Resources en Nashville, Tenn. http://www.LifeWay.com/espanol.
