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EDITORIAL: Una Crisis Temporal

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KANSAS CITY, Mo. (BP)–En esta última semana nos enfrentamos con una crisis económica nacional. Algunos expertos dijeron que era algo muy parecido a la gran depresión del año 1929. Lo que me llamó la atención fue que muchos vivieron ese día, incluyéndome a mí, como un día normal y en cuestión de horas entidades históricas estaban a punto de quebrar. Reflexionando en la crisis económica de los últimos días pensé en la crisis de la Iglesia en Norte América. Observo las señales de un desastre inminente y la falta de querer hacer los cambios necesarios.

Las estadísticas nos han demostrados por años que el numero de personas que asisten a las iglesias esta en decadencia. Los números de bautismos continúan disminuyendo mientras que el número de iglesias que no han bautizado a nadie aumenta. El año pasado el 20 por ciento (1 de 5) de nuestras iglesias no bautizó a ninguna persona.

Estadísticas recientes sobre el número de personas que asisten a la iglesia revela lo siguiente:

— En 1990 casi 52 millones de personas asistían a la iglesia.

— En 2006 52 millones de personas asistían a la iglesia.

— En esos 16 anos la población en los Estados Unidos creció por 52 millones.

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Podemos observar varias cosas de importancia:

— Primero, La iglesia esta en “cuidado intensivo.” Esta viviendo del dinero y energía de previa generaciones.

— Segundo, el mundo presente es muy diferente al de hace 50 años.

— Tercero, cada generación nueva reporta un menor número de personas que asisten a la iglesia.

— Cuarto, la iglesia esta substituyendo “actividades” por una vitalidad espiritual genuina.

— Quinto, muchos en nuestras iglesias no saben como tratar con el cambio violento de nuestra cultura. Su respuesta es esconderse dentro de la iglesia y ver la cultura como el “enemigo” de la iglesia. Esto, en mi opinión, es un error fatal.

— Sexto, la gente fuera de la iglesia piensa que la iglesia es solo para los que asisten a la iglesia y no para los que están fuera de ella-en el mundo.

— Séptimo, muchos líderes confunden la falta de participación en la iglesia con una perdida de interés espiritual en Norte América.

La cultura de la iglesia como la hemos conocido en los Estados Unidos esta críticamente herida de muerte. Pero, la Iglesia fundada por Cristo sobrevira.

¿Qué podemos hacer nosotros? Déjeme mencionar dos cosas tal ves radical para muchos

(1) Tenemos que reconocer que el aceptar a Cristo quiere decir transformación radical en nuestras vidas. Para muchos el ser Cristiano es lo mismo que ser miembro de la iglesia. Fíjate que muchas personas dicen: “Si, fulano es miembro de la Primera.” Desafortunadamente, hay muchos hoy que aparecen en la lista de membresía que no han sido redimidos por la sangre de Cristo.

(2) Debemos recordar diariamente que la Encarnación de Jesús – El vive a través de nuestras vidas. No podemos aislarnos de la cultura ni tampoco abrazar la cultura de tal manera que adoptamos los valores seculares del mundo.

Vivimos en momentos difíciles pero no imposibles. ¡¡¡Continúa poniendo tus ojos en Cristo!!!
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Gustavo Suárez es profesor de iniciación de iglesias y director del centro Nehemías para Iniciación de Iglesias en Norte América en el Seminario Bautista Teológic de Midwestern.