
FRESNO, Calif. (BP)–Diciembre es el mes cuando celebramos el nacimiento de Jesús, nuestro Salvador. Actividades, celebraciones, recuerdos de los tiempos, nos traen gozo. Una de las características de este mes es observar a nuestros hermanos en Cristo desviarse de la importancia de este mes. Reciente he observado mucha discusión acerca de Navidad, si la celebración es cristiana. Hace algunos días escuche a varias personas argumentar acerca del árbol de navidad y si era importante poner luces en el árbol. Una sonrisa cruzo mis labios y pensé, “otro desvío en el camino.”
Este es el mes cuando la gran mayoría de personas están pensando en dar y recibir regalos. Este es una increíble oportunidad de compartir la historia verídica del nacimiento de nuestro Salvador, Jesucristo. En vez de argumentar, debemos usar todos los medios posibles de compartir el evangelio de Jesús.
Algunos nos informan que en Diciembre hay muchos que se suicidan, otros que se frustran con los problemas y es uno de los periodos más tristes para muchas personas. Eso nos permite ministrar de una manera increíble, enseñando que Dios nos amo de tal manera, que envió a Su único hijo, Jesucristo, para traer esperanza eterna. He aprendido a usar esta temporada en el ano para llevar el evangelio de salvación a muchos que no tienen esperanza. Tengo una pasión de ver a muchos encontrar a Jesucristo este mes. Dejemos las discusiones a otros, y enseñemos al mundo sin esperanza, que hay salvación en Cristo Jesús.
Si hacemos esto, estaremos cumpliendo con nuestro ministerio de ayudar en la reconciliación del pecador con Jesús, y participar en la celebración celestial. Dice la Biblia, “Así os digo que hay gozo delante de los Ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente” (Lucas 15:10). No permite que las desviaciones de la vida nos quiten el gozo de celebrar este tiempo.
Cuando observo las condiciones en otros países y el sufrimiento de muchos, oro a Dios por los que sufren, y especialmente pido a Dios que Su poder transforma la vida de los que no le conocen. El deseo y anhelo de los cristianos debe ser, como el Apóstol Pablo, cuando dijo, “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y la oración a Dios por Israel, es para salvación” (Rom. 10:1). Pedimos a Dios por la salvación de los inconversos y que hay celebración en la tierra y en el cielo.
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Fermín Whittaker es el director ejecutivo de la Convención Bautista del Sur in California. Los materiales en español publicados por esta convención se encuentran en http://www.csbc.com/languageresources.