- Baptist Press - https://www.baptistpress.com -

EDITORIAL: Una Renovación Espiritual

[1]

GRAPEVINE, Texas (BP) — Nos estamos dando cuenta que hoy en día hay muchas iglesias que tienen síntomas de una decadencia espiritual. Cuando nuestro cuerpo físico nos indica que algo no está bien, nuestro sistema nervioso aumenta el nivel de dolor hasta que nos vemos obligados de ir al médico. ¿Cómo sabemos si una iglesia carece de una decadencia espiritual? Empieza con la misma sensación de que algo no está bien. Muchos van a la iglesia y parece que hay una ausencia de alegría. También hay miembros que se sienten vacíos y hay un desinterés por las cosas de Dios. Algunos van a la iglesia domingo tras domingo y siempre buscan algo por el cual quejarse.

— “Ella ni siquiera habló conmigo.”

— “La música estaba demasiado fuerte.”

— “El pastor habló acerca del diezmo de nuevo, esa es por lo menos la segunda vez este año.”

— “Nuestro pastor anterior siempre terminaba el culto a las doce en punto.”

Lamentablemente hay iglesias hoy en día que tienen miembros que dejaron de crecer en su relación con Cristo. Para muchos la oración no es tan cotidiana como lo era anteriormente y el tiempo en la Palabra de Dios ya no es tan común en sus vidas. Estas actitudes producen síntomas hacia una decadencia espiritual de una iglesia local.

[2]

Pero si vemos que Dios quiere renovar la iglesia de hoy y vemos que hay esperanza para nuestras iglesias.

Vemos en Ezequiel 36:26-27 que la renovación para la iglesia empieza con nosotros reconociendo que estamos mal y hay que buscar a Dios.

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y las pongáis por obra.”

Dios le dijo a Ezequiel que Su Pueblo tenía un corazón de piedra. Sus vidas estaban tan muertas espiritualmente, que Dios las comparó a un valle de huesos secos. El Pueblo de Dios estaba siendo disciplinado por no querer arrepentirse su adoración a la idolatría. Su condición espiritual no era solamente crítica, sino que ya no había evidencia de vida, ellos estaban muertos.

Pero hay una esperanza para una renovación completa para la iglesia de hoy. Hay que hacernos estas preguntas.

— ¿Está listo para confesar que necesita un nuevo soplo de vida en su caminar con Dios?

— ¿Está listo para asociarse nuevamente con Dios y obedecerle con todo su corazón, mente y vida?

La renovación vendrá a la iglesia de hoy si cada miembro ve la necesidad de andar, guardar y aplicar los mandamientos de Dios en sus vidas personales. Dios está listo para poner en nosotros, la iglesia, un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Ya es tiempo que la iglesia de hoy sea renovada completamente para seguir evangelizando a los perdidos para Cristo.