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EDITORIAL: Verdades acerca de la fe


¿Alguna vez has pedido algo a Dios con mucha fe y Dios no te concedió lo que esperabas? ¿Cómo ha sido tu reacción ante la decisión de Dios ¿Seguiste con tu fe intacta o disminuyó? Creo que somos muchos los que hemos pasado por algo similar, y cuando esto pasa yo le llamo, “una crisis de fe.” Esto significa que hay un tiempo en donde pensamos o sentimos que la fe nos defraudó, que no sabemos para qué es la fe y hasta llegamos a dudar la razón por la cual oramos. Si alguna vez te has sentido de esta manera, quiero decirte que no estás solo(a) en esta jornada de “vivir por fe”. Dios está usando ese tiempo para mostrarte el mejor camino para seguir y llevarte a un mayor entendimiento de cómo confiar en Él, pedir con fe, esperar con fe, y vivir mediante la fe. ¿Y que es la fe? “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)

Conversando con una amiga, compartíamos lo difícil que ha sido la pérdida de un ser querido a consecuencia del COVID. Y en medio de ese dolor, mi amiga me compartía que ella verdaderamente se aferró a su fe para pedirle a Dios que no se llevara a su ser querido. Ella sentía que su ser amado todavía tenía mucho por vivir y muchos planes sin lograr. Ante un dolor así, cuando Dios no favorece al cristiano con la salud de un ser querido, podemos preguntarnos, ¿Por qué Dios no concedió su petición? A pesar de que ella y su familia oraron por la sanidad de esa persona enferma con mucha fe, no ocurrió. En algún momento, todos quizás hemos estado en la misma situación y también nos hemos preguntado, ¿Por qué a veces Dios no concede lo que le pedimos aun a pesar de que clamamos a Él con fe? Dios desea que entendamos la relación que tiene la fe con nuestras peticiones.

Mientras mi amiga hablaba, el Espíritu me mostraba verdades maravillosas sobre la fe, las cuales comparto con ustedes a continuación.

  • La Fe no es una lámpara mágica con un genio

A veces usamos la fe como esta lámpara mágica que encontramos que cuando “la frotamos”, el “genio” que está adentro nos concede lo que anhelamos. Pero, Dios no es un genio y la fe no se usa para eso. La fe nos enseña que Dios está en control de todo y es el vehículo que nos mueve a tener la certeza de que Dios no fallará y que obrará de una manera mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos. (Efesios 3:20-21)

  • La Fe no necesariamente cumple la voluntad personal o individual, la fe te mueve para cumplir la voluntad de Dios.

Si usted se acerca a Dios en oración usando la fe para que Él cumpla lo que usted desea, entonces el dios sería usted y no Él, usted sería el amo y Él sería el siervo. Dios estaría a su servicio en lugar de usted estar al servicio de Dios. Dios no se ajusta a sus planes, las personas se ajustan a los planes de Dios y se cumple la voluntad de Dios, no la suya. (Mateo 6:9-13)

  • La fe es humildad para reconocer la soberanía de Dios en todo tiempo. La fe demuestra y reconoce que Él es el amo y nosotros sus siervos, que Él es el autor y nosotros su creación. El siervo no le dice a su amo lo que tiene que hacer, si no que el siervo cumple la voluntad de su Amo, porque todo le pertenece a Él. Me imagino que rápido viene la siguiente pregunta a su mente, ¿entonces no puedo pedirle lo que yo deseo a Dios? ¡Si podemos, y aún más, la Biblia nos enseña que necesitamos presentarle a Dios nuestras necesidades y peticiones! (Filipenses 4:6) Así que, podemos presentarle a Dios nuestras peticiones reconociendo siempre en todo momento que Él es soberano.
  • Podemos poner en peligro nuestra fe cuando está en el lugar incorrecto. Observemos cómo Cristo nos enseña exactamente en dónde debemos activar la fe: Mateo 26:39 Y (Jesús) adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: “Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú ” Cristo pidió y le expresó al Padre su deseo de no pasar por el trago amargo de la cruz, pero su fe no estuvo empeñada en lo que Su corazón deseaba en ese momento, su Fe estuvo enfocada en que se hiciera y se cumpliera la voluntad de su Padre.

Puede que haya momentos en que Dios conceda la petición de nuestro corazón, porque Él es un Dios de gracia y misericordia, pero también puede que no conceda nuestros deseos, por causa de esa misma misericordia que tiene por nosotros.  No sabemos pedir como conviene, según Pablo en el libro de Romanos 8:26, ¡pero Gloria a Dios por Su Espíritu que nos ayuda en nuestra debilidad y Él mismo intercede por nosotros!  Pide con fe, espera con fe, confía en Él y descansa en su soberanía, porque nuestro Dios sabe qué es mejor para sus hijos y cuándo es el tiempo perfecto para que ocurra. “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará.” (Salmo 37:4). Cuando nos deleitamos en Dios y no en los afanes de este mundo, las peticiones de nuestro corazón se alinearán a Su plan y veremos a Dios hacer maravillas.

    About the Author

  • Arlene Sanabria

    Arlene Sanabria es esposa, madre y una oradora apasionada por la enseñanza bíblica Cristo-céntrica. Su ministerio “Germinarás” está enfocado en crear contenido bíblico dirigido a la mujer para enseñarles a vivir y crecer en la Palabra de Dios. Arlene tiene un bachillerato en Administración de Empresas y un Grado Asociado en Artes Ministeriales. También tiene un certificado en Consejería Bíblica del Southwestern Baptist Theological Seminary (SWBTS). Ella apoya a su esposo en su empresa familiar y también trabaja como traductora en su iglesia, Fielder Road Baptist Church. Arlene es parte del equipo ministerial para la mujer en el Southern Baptist of Texas Convention (SBTC) para el cual también sirve como traductora.

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