- Baptist Press - https://www.baptistpress.com -

EL MORMONISMO: ¿Es el mormonismo cristiano? (2a parte)

[1]

NOTA PARA EL EDITOR: Esta es la segunda columna de una serie de tres sobre el mormonismo.

ALPHARETTA, Ga. (BP)–En los años 90s yo tenía un amigo que había sido obispo de la sede local de la iglesia mormona. Él y su esposa eran personas maravillosas, y todavía los considero amigos personales.

En 1997, él me pidió que fuera a su casa y escuchara a dos misioneros mormones. Fui, y cuando ellos comenzaron a hacer su presentación, los interrumpí y dije: “Si el mormonismo es verdad, quiero saber todo sobre él. Sin embargo, si no es verdad, verdaderamente no me importan ni su historia ni sus creencias. Por lo tanto, ¿les importaría si nos enfocáramos en lo que el mormonismo es verdad?”. Estuvieron de acuerdo y luego de una pequeña discusión nos pusimos de acuerdo para regresar en una semana y discutir la evidencia. Al tiempo que ellos hicieron su tarea, yo hice la mía. En este artículo, compartiré dos de los descubrimientos que me llevaron a concluir que el mormonismo es una religión falsa.

Mi primer descubrimiento es que no existe una confirmación específica de la arqueología sobre el Libro de Mormón. Llamé a uno de los máximos arqueólogos de la Universidad Brigham Young y le pregunté si algún descubrimiento arqueológico había confirmado el Libro de Mormón. Fue amable y para mi sorpresa contestó que no hay evidencia arqueológica que pueda vincularse directamente a las personas y eventos descritos en el Libro de Mormón. Hice una segunda llamada a UBY y esta vez hablé con un segundo arqueólogo del Libro Mormón. Este hombre también fue muy amistoso y honesto, y de la misma manera me dijo que no existía verdadera evidencia que específicamente ligara los pueblos y los eventos del Libro de Mormón con el mundo conocido. Tengan en mente que ambos eran mormones practicantes y arqueólogos profesionales del Libro de Mormón.

Lo que es interesante es que a los misioneros mormones y a los mormones que se sientan en la banca les dicen en la iglesia mormona que un número de descubrimientos arqueológicos han confirmado la veracidad del Libro de Mormón, mientras los arqueólogos del Libro de Mormón que están en UBY hacen declaraciones sobre lo contrario.

Mi segundo descubrimiento fue que el Libro de Abraham, el cual se cuenta entre las escrituras mormonas, desacredita que el fundador José Smith fuera un verdadero profeta. En 1835, Smith compró algunas momias que estaban acompañadas por algunos antiguos papiros egipcios. Smith dijo que podía traducir los papiros debido a que estaban escritos en egipcio, muy similar al “egipcio reformado”, el cual, decía Smith, era el lenguaje del Libro de Mormón. Cuando traducía los manuscritos, sostuvo que contenía el Libro de Abraham, un libro escrito por el mismo Abraham.

[2]

Los papiros del Libro de Abraham contenían algunos dibujos con escritura egipcia que luego fueron publicados en Tiempos y Estaciones, un periódico mormón. Los papiros se perdieron después de la muerte de Smith en 1844 pero fueron redescubiertos en 1967 por el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York que los devolvió a la iglesia mormona que en respuesta confirmó que eran los originales y los publicó para que otros los vieran. Un diario académico mormón llamado “Diálogo: Un Diario del Pensamiento Mormón” les pidió a tres prominentes egiptólogos que tradujeran los papiros. Si José Smith hubiera sido un verdadero profeta, las traducciones contemporáneas serían muy similares a las de Smith. Los riesgos eran altos, ya que las traducciones de los egiptólogos podrían tanto confirmar que José Smith era un verdadero profeta como exponerlo como un charlatán. Si José Smith hubiera estado terriblemente equivocado en su traducción del Libro de Abraham, esto arrojaría dudas sobre el Libro de Mormón también.

Se les pidió a John Wilson y a Klaus Baer, ambos profesores de egiptología de la Universidad de Chicago, y a Richard Parker, profesor de egiptología de la Universidad Brown que llevaran a cabo la tarea. Los resultados fueron devastadores. Todos llegaron a la conclusión de que el manuscrito era un documento egipcio común que fue enterrado con las momias para que les sirviera de guía después de la vida y que no se usó hasta por lo menos mil años después de Abraham. También concluyeron que la traducción de Smith no tenía el menor parecido con la traducción real. Esto es especialmente importante cuando consideramos que Smith decía que el Libro de Mormón fue escrito en el mismo lenguaje. Debido a que se pudo demostrar que Smith estaba gravemente equivocado en sus habilidades traductoras cuando las aplicó al Libro de Abraham, ¿por qué no podría llegarse a la misma conclusión en relación con su alegada habilidad de traducir el Libro del Mormón?

Por lo tanto, en el mejor de los casos, José Smith se equivocó al creer que tenía la capacidad de traducir egipcio reformado y, por lo tanto, debemos interpretar que el Libro de Mormón y el Libro de Abraham no son confiables. En el peor de los casos, él era un fraude, y las tablas doradas que dijo que encontró y tradujo en el Libro de Mormón nunca existieron.

En otras palabras, si José Smith realmente creyó que divinamente le había sido dado el don de traducir y que el Libro de Mormón contiene un relato histórico de gente real, fue autoengañado o embaucado. La otra opción es que José Smith sabía que lo que decía era falso. Si este fue el caso, él era un engañador. ¿Engañado o engañador? En cualquiera de los dos casos, parece muy claro que José Smith no era un profeta de Dios. Por lo consiguiente, a pesar del hecho de que la iglesia mormona incluye unas pocas creencias en línea con la cristiandad bíblica es demostradamente una religión falsa.
–30–
Mike Licona es el director de apologética y de evangelismo a personas de diferente fe de la Junta de Misiones de Norte América. Lea otros artículos gratuitos sobre mormonismo y otros temas relacionados en www.4truth.net.