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EN PRIMERA PERSONA: Los bautistas del sur no han adoptado la Navidad desde siempre

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MAYFIELD, Ky. (BP)–Después de 1845, los bautistas en el sur [de los Estados Unidos] y la comunidad de fe de los bautistas del sur originalmente no le daban mucho significado a la Navidad. La celebración no fue reconocida como un día especial de alabanza en ninguna de las confesiones bautistas históricas, las alusiones a ella son raras en los volúmenes de historia bautista antes de 1880, y la fiesta, en las mentes de muchos ministros bautistas, poseía una asociación con lo mundano e incluso con el paganismo. Tales opiniones todavía se pueden encontrar entre algunos bautistas del sur hoy en día, quienes dicen, “El Nuevo Testamento no nos ordena que celebremos un festival conmemorando la natividad.”

Sin embargo, según Emyl Jenkins, un historiador de la navidad en el sur, la gente sureña tenía una antigua tradición que celebraba la festividad como una popular en honor del nacimiento de Cristo. En una época cuando la Navidad estaba llegando lentamente desde la Nueva Inglaterra (Boston no celebró la Navidad si no hasta 1856), los sureños la habían declarado una celebración legal en la mayoría de los estados comenzando por Alabama, Arkansas y Luisiana en la década de 1830. Las comunidades sureñas y sus familias observaban la fecha con gran entusiasmo. Incluyendo en esta celebración habían costumbres regionales distintivas tales como la popular cena de carne de puerco (no de pavo); el mayor uso de casi cualquier cosa que fuera verde y natural para hacer decoraciones además de las típicas ramas de acebo, arbustos de hojas perennes y el muérdago; descarga de armas de fuego; fuegos artificiales; fogatas. Estas actividades de celebración se realizaban junto con otras más profundas, relacionadas con el nacimiento del Señor.

Es probable que antes de la Guerra Civil la mayoría de los bautistas del sur casi minimizaran por completo la celebración de la Navidad en sus iglesias, aunque ellos participaron en las actividades navideñas con sus familias y en sus comunidades. Estos bautistas del sur ejercieron su libertad cristiana acerca de los días especiales que Pablo citó en Romanos 14:5-6 y encontraron actividades y costumbres festivas, aunque mesuradas, de celebrar el nacimiento de Cristo.

Después de la Guerra Civil, los bautistas del sur comenzaron un lento proceso de incorporación de los temas y actividades navideños en sus programas y servicios en la iglesia. Una razón para ello fue la creciente popularidad de la Navidad durante la Era Victoriana. Las iglesias cantaban coros, implementaban obras teatrales alusivas a la Navidad y eventos para niños y actuados por los niños, y crearon una serie de sermones basados en los relatos de Mateo y Lucas acerca del nacimiento y la infancia de Jesús, todos como medios válidos para proclamar el Evangelio y enseñar la doctrina de la encarnación a los creyentes de cualquier edad. Por ejemplo, en 1867, Basil Manly Jr, profesor del Southern Baptist Theological Seminary, escribió una carta a sus hijos describiendo la manera en que el programa de Escuela Dominical de su iglesia celebraría la Navidad con un árbol decorado y un intercambio de regalos económicos. Manly escribió específicamente que esta costumbre sólo se había realizado en su iglesia después de la Guerra Civil, y la carta misma evidenciaba la creciente tolerancia otorgada a las actividades navideñas en los programas de la iglesia.

Una segunda razón para que la cultura bautista del sur adoptara a la Navidad fue la influencia de la misionera Charlotte Digges “Lottie” Moon. En 1887 ella escribió una carta al Foreign Mission Journal sugiriendo que las mujeres bautistas del sur apartaran un tiempo de oración y generosidad para las misiones internacionales. Ella suplicaba que se eligiera la “semana antes de Navidad.” “¿No es ésta, la estación festiva en que las familias y amigos intercambian regalos en memoria del Regalo que se puso en el altar por el mundo para redimir a la raza humana, el tiempo más apropiado para consagrar una porción de las riquezas abundantes… para enviar las buenas nuevas de gozo a toda la tierra?”

En la famosa carta de Moon ella señaló de paso que las celebraciones de la Navidad en la vida bautista seguían siendo sembradas entre las “familias y amigos,” pero que eso pronto cambiaría. En 1888 la recientemente inaugurada Woman’s Missionary Union (Unión Femenil Misionera) aceptó el reto de colectar una ofrenda navideña entre las mujeres en las iglesia bautistas del sur. Para 1889 el Reporte Anual de la convención reportó que los “sobres navideños” habían sido distribuidos entre las iglesias. El Foreign Mission Board, en el Reporte Anual de 1890 reconoció que había publicado “literatura navideña.” En 1897 la convención agradeció a la WMU “la suma de todas las ofrendas navideñas.” Con el tiempo, los bautistas del sur adoptaron la ofrenda navideña para apoyar a las misiones y consideraron algo respetable el incorporar más temas navideños en las iglesias bautistas del sur.

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Luego del fallecimiento de Lottie Moon, la ofrenda navideña de la WMU fue rebautizada como la Ofrenda de Navidad Lottie Moon y a inicios del siglo XX la celebración de la Navidad en las iglesias bautistas del sur incluía la promoción y el apoyo de las misiones internacionales junto con actividades abiertas y públicas que celebraban el nacimiento de Cristo. Mientras avanzaba el siglo XX, las iglesias bautistas se unieron a otros grupos de la fe cristiana en los Estados Unidos, quienes también celebraban la Navidad en los servicios de las iglesias con música especial, eventos festivos, sermones sobre la Navidad que comenzaban después del Día de Acción de Gracias. También el dar regalos y caramelos a los niños en los programas de la Escuela Dominical. Sin embargo, el centro de las actividades festivas de los bautistas del sur siguió siendo la promoción de la Ofrenda de Navidad Lottie Moon para apoyar a las misiones en el extranjero.

Hacia finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, la Convención Bautista del Sur y sus iglesias afiliadas habían incorporado completamente en su cultura las celebraciones del nacimiento de Cristo. Las grandes iglesias suburbanas produjeron elaborados programas de Navidad en honor de la natividad y también para proclamar el Evangelio. Además, muchas de estas iglesias grandes también comenzaron a incorporar las actividades de la temporada de Adviento en sus servicios de alabanza, incluyendo las coronas y velas de Adviento, los sermones que preparan a la iglesia local para la llegada de la fiesta de la Navidad, y los eventos comunes del Adviento como “colgar lazos de ramas verdes” en el santuario de la iglesia.

En el 2008, en la reunión anual de la convención, se aprobó la primera resolución relacionada con la Navidad cuando los bautistas del sur decidieron “afirmar el uso del término Navidad” en lugar de referirse a ella con términos más genéricos como “fiesta” o “solsticio de invierno” en la vida pública. La frase inicial de la resolución, que proclamaba que “la Navidad celebra uno de los eventos más santos en la historia cristiana,” hubiera provocado un shock entre los bautistas de épocas anteriores quienes veían una desunión entre la natividad del Señor y la popular festividad de la Navidad. Los bautistas habían experimentado una adopción gradual de la Navidad que primero toleraba y más adelante defendía muchos de los aspectos de la celebración.

En el 2011, uno de los aspectos de la celebración de la Navidad entre los bautistas del sur que ha sido una constante desde finales de la década de 1880 es la ofrenda navideña propuesta por Lottie Moon para la proclamación de las Buenas Nuevas en todo el mundo. Apoyar la Ofrenda de Navidad Lottie Moon es una de las mejores maneras en que los cristianos bautistas del sur pueden apoyar la visión de los ángeles de la natividad para que haya “en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad.” [NVI]
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Stephen Wilson es el vicepresidente para asuntos académicos en Mid-Continent University en Mayfield, Ky., y miembro del Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur.