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Es examinado el papel que tuvo la fe en la Casa Blanca de George Bush


WASHINGTON (BP) –- Cuando el ex colaborador de la casa Blanca Timothy Goeglein se dio cuenta que había sido descubierto en un escándalo por plagio, se derrumbó como ser humano, se quejó de la cruz de Cristo y realmente empezó a odiarse a sí mismo.

Goeglein había sido expuesto después de casi ocho años como subdirector de la Oficina de Enlace Público de la Casa Blanca en donde servía como el punto de contacto entre el presidente George W. Bush y los líderes religiosos. Él había “a sabiendas y de forma repetitiva” plagiado columnas en el periódico de su ciudad natal.

[QUOTE@left@180=“Yo he experimentado la misericordia y gracia en mi vida y te las estoy ofreciendo ahora a ti.” El Presidente Bush a un colaborador en desgracia]”Estaba engañando y todo esto estaba enraizado en vanidad y orgullo,” escribe Goeglein en sus memorias “El hombre en el medio” (The Man in the Middle en inglés) por la editorial B&H, una división de los Recursos Cristianos LifeWay de la Convención Bautista del Sur.

Goeglein avergonzado renunció rápidamente a su puesto y se preparó para reunirse con Bush para hablar sobre la estrategia a seguir. En lugar de esto, experimentó lo que él describe como el mejor momento de su vida profesional.

“Tim, quiero que sepas que te perdono,” le dijo Bush al inicio de su reunión en la Oficina Oval.

“Pero Sr. Presidente, le debo…,” Goeglein dijo de acuerdo a su libro.

“Tim,” dijo Bush, “Yo he experimentado la misericordia y gracia en mi vida y te las estoy ofreciendo ahora a ti. Estás perdonado.”

El presidente estuvo un tiempo recordando con Goeglein los últimos siete años y medio y Goeglein se alistó para abandonar la Casa Blanca por última vez.

“Tim,” dijo Bush, “Me gustaría que trajeras aquí a la Oficina Oval a Jenny y a tus dos hijos para decirles lo gran esposo y papá que eres.”

El perdón que Bush le ofreció a Goeglein ese día estaba basado en la experiencia personal de perdón del presidente, comentó su ayudante. En su libro, Goeglein escribió “la gracia que me mostró en esa reunión fue un reflejo de su fe en Jesucristo. Fue también un profundo reflejo de quién es realmente ese hombre. Su gracia me ayudo a iniciar el camino a la recuperación en donde encontré sanidad y paz como resultado.”

Goeglein había trabajado para Bush desde la campaña del 2000 hasta su renuncia a principios del 2008, principalmente dando los mensajes de Bush a la comunidad de fe y viceversa.

En sus memorias, Goeglein quien ahora sirve en Washington como vicepresidente de relaciones exteriores de Enfoque a la Familia, específicamente menciona dos veces a los Bautista del Sur.

Cuando describe su trabajo en la Casa Blanca, Goeglein escribió que se convirtió en el punto de contacto principal de los grupos y ministerios de fe entre los que estaban la Convención Bautista del Sur y oficina pública, la Comisión de Ética y Libertad Religiosa.

“Trabajé para hacer que las relaciones intencionales fueran el eje central de mi trabajo como una un reflejo del fundamento de mi vida, Jesucristo,” escribió Goeglein.

Un capítulo acerca del debate por la definición del matrimonio menciona a la Convención Bautista del Sur entre los grupos que apoyan fuertemente una enmienda federal sobre el matrimonio para proteger la definición tradicional.

“Estos grupos formaron el núcleo de apoyo para la nueva enmienda constitucional y me reunía frecuentemente con ellos,” escribió Goeglein quien trabajó directamente debajo de ex subdirector del personal Karl Rove.

“Ellos proveyeron un excelente marco de referencia para pensar acerca de las ramificaciones sociales para el matrimonio y, a pesar de que estaban ansiosos para que el presidente apoyara esa enmienda, entendieron la necesidad de una decisión profundamente razonada que estaba buscando el presidente, de la misma manera que lo hizo durante su decisión para la investigación de las células madre,” escribió Goeglein.

Un capítulo completo del libro está dedicado al desarrollo de la política de Bush acerca de la investigación con células madre, la que permitió que los fondos federales se usaran solamente para maneras en las que las células madre de embriones humanos ya se hayan tomado de embriones, pero no de maneras que requirieran destruir embriones humanos.

“Por meses antes de anunciar la decisión, eruditos, expertos en política pública, investigadores, teólogos y otros llegaron a la Casa Blanca para pasar bastante tiempo con colegas míos en el Concilio de Política Doméstica y con el mismo presidente,” recordó Goeglein.

Al describir a los aliados más fuertes del presidente durante sus años en la casa Blanca, Goeglein escribió: “El elemento de la base conservadora que se mantuvo más fiel en su apoyo al presidente fueron tanto los evangélicos y los miembros del ejército, especialmente las familias de militares jóvenes.

“Cuando muchos otros estaban abandonando al presidente, los evangélicos, los católicos conservadores y las familias de los militares lo siguieron apoyando,” escribió Goeglein. “Ellos sabían que tenían a un amigo, un aliado y un alma gemela en el presidente quien siempre acertó en los asuntos más importantes para ellos.”

En su reflexión acerca de Bush como un presidente durante tiempos de guerra, Goeglein dijo que la fe personal de Bush era la fuente de su esperanza y perspectiva de la vida y guiaba como veía a los Estados Unidos.

“Su fe me dio a mí y a millones más mucha confianza en él,” escribió Goeglein. “Creemos que nuestro destino como nación estaba en las manos de un Dios soberano y amable quien honra la justicia en la vida de una nación leal a la justicia.”

Durante los momentos más difíciles de la guerra contra el terrorismo, escribió Goeglein, Bush se sostuvo por las oraciones de muyos estadounidenses. Cuando estaba saliendo de la Oficina Oval al concluir una reunión durante una semana muy difícil, Goeglein le dijo a Bush, “Sr. Presidente, quiero que sepa que he escuchado de mucha gente esta semana que me ha pedido que le diga que están orando por usted y por las tropas en estos tiempos.”

Bush contestó, “Tim, esto es lo más importante que he escuchado esta semana. Por favor dales las gracias y diles que sus oraciones significan mucho para mí.”
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Erin Roach es editor asistente de Baptist Press. Reciba encabezados y noticias de último momento en Twitter (@BaptistPress), Facebook (Facebook.com/BaptistPress) y por correo electrónico.

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  • Por Erin Roach