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Esperanza dentro de una mochila para niños hambrientos

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NOTA DEL EDITOR: El domingo 11 de octubre, Día del Hambre Mundial, las congregaciones bautistas del sur abordarán la crisis del hambre mundial en Norteamérica y alrededor del mundo con una oportunidad para ofrendar de manera especial. Las donaciones recibidas serán canalizadas a través de Global Hunger Relief, que usa el 100 por ciento de cada ofrenda para cubrir las necesidades de los hambrientos.

MORIARTY, N.M. (BP) — La mayoría de los niños en edad escolar, anticipa los fines de semana por ser un tiempo de diversión y libertad. Pero algunos, anticipan otra cosa: pasarán hambre. Estos niños viven en un ciclo de sobrevivencia, haciendo viajes múltiples a través de la fila de la cafetería de la escuela — comiendo mucho en el almuerzo del viernes y recobrándose hasta el desayuno del lunes — para compensar por la alimentación que escasea (o incluso no está disponible) en el fin de semana.

El pastor Dennis García de The People Church en Moriarty, N.M., sabe lo que significa pasar hambre.

“Yo crecí en una familia pobre,” dijo sobre su infancia en Albuquerque. “Vivíamos del WIC (Women, Infants and Children, un programa de asistencia gratuita) y de las estampillas de comida y de todos esos programas. Mis padres a veces canjeaban sus estampillas para comprar drogas, y a final de cuentas los niños nos quedábamos sin comida.”

García dice que ve el mismo patrón de necesidad en su comunidad actual en Moriarty –donde se calcula que un 28 por ciento de los residentes viven debajo de la línea de la pobreza, y donde la mayoría de los estudiantes de la escuela pública califican para entrar al programa de almuerzos escolares gratuitos o a precio rebajado. Muchos niños no cuentan con un acceso confiable en casa para cubrir sus necesidades más básicas. Teniendo un corazón de compasión por las necesidades físicas y espirituales de las familias necesitadas en el distrito, García se acercó al Distrito Escolar de Moriarty-Edgewood para ofrecer asistencia.

A diez millas de distancia, en Edgewood, unas damas del estudio bíblico en Mountain Valley Church estaban completando un estudio sobre el amor demostrado a través de acciones.

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“Por años hemos hecho donaciones con cheques bancarios, pero esto se trataba de realmente ser los pies y las manos de Jesús,” dijo Sheryl Stewart, una de las damas del estudio bíblico. Después de enterarse que la Escuela Primaria de Moriarty (EPM) tenía una necesidad, ella comenzó a buscar maneras en que su grupo podía ayudar.

Cargadas con amor

García y Stewart se pusieron en contacto con Sue Gibson, la intermediaria entre padres y estudiantes en la EPM, quien compartió con ellas una de las mayores preocupaciones en la escuela.

“Los lunes, tenemos niños hambrientos, enfermos,” dijo Gibson. “Vienen a la escuela tan hambrientos que están desesperados por desayunar y luego vomitan por haber comido tan de prisa. Algunos tienen tanta hambre, que no pueden ni comer.”

Al inicio del año escolar 2014, Gibson conectó a Stewart con García para poner en marcha una solución: dar a los estudiantes mochilas cargadas con alimentos para el fin de semana: dos desayunos, dos almuerzos, dos cenas y bastantes refrigerios para comer entre comidas; lo suficiente para sustentar sus malnutridos cuerpos y darles energía para las aventuras infantiles mientras están fuera del salón de clases.

Usando los fondos provistos por Global Hunger Relief a través de la Convención Bautista de Nuevo México, la ofrenda estatal misionera (Misión Nuevo México) y las donaciones de su propia congregación, García y su familia compran las provisiones para las mochilas.

“Mi esposa dice que tiene el don espiritual de ir de compras,” dice García bromeando. “Los artículos varían semana por semana, dependiendo de lo que encontremos en oferta, pero hay de todo, paquetes de atún listo para comerse, pasta con queso, barras de cereal.”

El grupo de damas de Stewart recoge la comida que proveen los García, compran más alimentos, empacan las mochilas y las entregan a 30-45 niños en la escuela cada viernes. “Hemos encontrado que los niños han cambiado desde la primera vez de la entrega,” dijo Stewart. “Eran muy tímidos con nosotras, pero ahora ya no tanto. Se están acostumbrando a vernos los viernes, y sonríen más.”

Los cambios se están viendo también en el rendimiento académico de los estudiantes, dijo Gibson, de la Escuela Primaria de Moriarty. “El programa ha marcado una enorme diferencia este año. Los resultados de los exámenes, la asistencia, las calificaciones, todo va subiendo. Ha sido una bendición maravillosa para mi ver que toda la comunidad y las iglesias están trabajando juntas por estos niños.”

Niños que crecen, relaciones que crecen

Además de las provisiones alimenticias semanales, Stewart y su grupo de damas se han estado involucrando más y más en el bienestar general de los niños a quien sirven.

“Compramos abrigos cuando hizo frio en el otoño; también proveímos ropa, zapatos, artículos escolares y otras cosas que necesita la escuela o los niños,” dijo Stewart. “Diariamente oramos por estos niños, que lleguen a conocen a Jesús y que puedan romper este ciclo de pobreza en el que viven. Oramos por su seguridad, que estén bien alimentados, y sean amados, y todas esas cosas que muchos de nosotros damos por sentadas porque crecimos en buenos hogares.”

Para García y The People Church, el programa ha abierto la puerta para profundizar en la relación con el personal de la escuela y los estudiantes. En los últimos meses, los miembros de la iglesia han tenido la oportunidad de servir como voluntarios en eventos como los días de servicio al maestro y el carnaval de literatura de toda la escuela. Esta primavera, cerca de 250 personas de las escuelas locales asistió a la cacería de huevos de Pascua en The People Church.

“Nuestra gente tuvo muy buenas conversaciones con las familias de la comunidad, y se plantaron algunas semillas,” dijo García con referencia al evento, añadiendo, “Dios ha usado mucho de mi trasfondo, y de mis experiencias para alinearme con la comunidad, me da la oportunidad de hablarles en un nivel que dice, ‘Sé por lo que estás pasando; sé por lo que has pasado; sé que hay una salida.'”

La visión de GHR

Este tipo de unión entre los recursos donados localmente y los fondos de GHR muestra exactamente la manera en funciona el diseño de GHR, dijo Jerry Daniel, director ejecutivo de LoveLoud, el ministerio de misericordia de la Junta de Misiones Norteamericanas (NAMB). (GHR puede dedicar el 100 por ciento de sus recursos directamente a suplir la necesidad de alimentos ya que las iglesias bautistas del sur cubren la mayoría de los gastos administrativos a través de sus ofrendas al Programa Cooperativo.)

“Estos ministerios no dependen totalmente de los fondos de Global Hunger Relief; también dependen de las iglesias locales y de la gente en la comunidad. GHR es un catalizador que ayuda a aquellos que están haciendo este tipo de ministerio,” dijo Daniel. “Demuestra la importancia de satisfacer las necesidades humanas inmediatas como una entrada hacia el desarrollo de relaciones — relaciones que proveerán una oportunidad para compartir el Evangelio.”