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Estudio: 53 por ciento es la tasa de éxito de un ministerio para ex gays

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NASHVILLE, Tenn. (BP)–Hallazgos que contradicen directamente al pensamiento académico de la cultura dominante, revelan que el 53 por ciento de los sujetos en un nuevo estudio de siete años reportaron haber dejado la homosexualidad exitosamente y estar viviendo felizmente como heterosexuales o personas célibes.

El estudio de los psicólogos Stanton L. Jones de Wheaton College y Mark A. Yarhouse de Regent University es un seguimiento de uno dado a conocer hace dos años en formato de libro, bajo el título “Ex Gays?” Ese estudio fue denominado un parte aguas, y el más reciente conjunto de datos no es menos significativo, dicen los investigadores.

Ambos siguieron a 61 sujetos por un periodo de seis a siete años, registrando sus fracasos y éxitos en sus intentos por dejar la homosexualidad. Los expertos en el área lo consideran el primer intento por seguir a sujetos que están bajo consejería cristiana por varios años. Un estudio que conlleva tanto tiempo se llama “longitudinal.”

Entre los hallazgos están:

— 23 por ciento reportó una conversión exitosa a la atracción heterosexual.

— 30 por ciento reportó vivir una vida célibe y estaba satisfecho con la reducción de su atracción homosexual. En general, al combinar las dos últimas categorías, dan un 53 por ciento en la tasa de éxito, dicen los investigadores.

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— 16 por ciento de los sujetos tuvieron un descenso modesto en su atracción homosexual y estaban satisfechos con el grado de cambio pero se comprometían a continuar el proceso.

— 7 por ciento no había visto un descenso en la atracción homosexual pero no se habían dado por vencidos intentando cambiar.

— 25 por ciento de los sujetos se consideraron “fracasos,” ya sea porque abandonaron el proceso y se identificaron de nuevo como homosexuales (20 por ciento) o porque no habían adoptado una identidad homosexual todavía aunque no se habían dado por vencidos.

Todos los sujetos estuvieron pasando por diferentes programas diseñados por Exodus International, un ministerio cristiano que busca ayudar a quienes quieren abandonar la homosexualidad. Aunque Exodus financió el estudio, Jones y Yarhouse aceptaron dirigirlo sólo si todas las partes estaban de acuerdo en que se reportarían los resultados, cualquiera que éstos fueran—es decir, incluso si los hallazgos avergonzaban a Exodus.

Los más recientes hallazgos se dieron a conocer cuatro días después que un equipo de trabajo de la American Psychological Association publicara un reporte de 130 páginas que decía que no era muy probable que las terapias “de gay a heterosexual” funcionaran. Ese reporte obtuvo diversos comentarios controversiales por parte de los conservadores, aunque la postura que la APA sostiene acerca del asunto ya es bien conocida: “[N]o ha habido investigación científicamente adecuada que muestre que la terapia cuyo objetivo es cambiar la orientación sexual (algunas veces llamada reparativa o terapia de conversión) sea segura o efectiva.”

“La APA ha afirmado anteriormente, con claridad absoluta, que el cambio de orientación sexual no es posible—que simplemente no sucede,” dijo Jones, de Wheaton College, ante Baptist Press. “La mejor manera de probarlo es estudiando a la gente que está intentando cambiar y seguirlos por un largo periodo. Nuestro estudio descubrió que una porción significativa de esta población reportó un cambio muy significativo.”

Añadió, “Yo creo que nuestro estudio es una buena muestra, y así que pienso que la gente puede seguir el proceso de Exodus con un sentido cauteloso de optimismo acerca de la posibilidad de cambiar, pero no podemos hacer predicciones absolutas.”

Comparando la información más actual con la inicial publicada hace dos años, hubo un aumento significativo en los porcentajes de “éxito” y “fracaso” y un descenso en el porcentaje de aquellos que, en ese tiempo, no habían visto un cambio significativo.

El porcentaje de aquellos que se consideraban a sí mismos como exitosos en el cambio aumentó del 38 al 53 por ciento, mientras que el porcentaje de aquellos que los investigadores consideraban haber fracasado también subió, del 12 al 25 por ciento. Al mismo tiempo, el porcentaje de quienes habían visto cambios modestos o ninguno, aunque no se habían dado por vencidos, disminuyó del 44 por ciento al 23.

De hecho, el estudio comenzó con 98 sujetos, pero 37 renunciaron en los primeros seis años, debido a diversas razones, dijo Jones. Algunos ahora se consideran ex homosexuales y ya no quieren que se les recuerde su pasado, mientras que otros regresaron a la identidad homosexual y ya no confían en los investigadores. La mayoría de ellos ya no contesta las llamadas telefónicas de los investigadores.

Jones expresó estar frustrado porque el equipo de trabajo de la APA no tomó en serio su estudio del 2007.

“Sólo aplican ciertos estándares de manera rigurosa,” dijo. “Así que cuando examinan la evidencia de que el cambio de la orientación sexual sí puede ocurrir, entonces aplican estándares exageradamente rigurosos, y éstos les permiten descartar evidencia significativa de que sí puede ocurrir el cambio de la orientación sexual. Eso le pasó a nuestro estudio. Ellos, yo creo, aplicaron de manera inválida varias preocupaciones metodológicas para así descartar nuestro estudio.

“Cuando la evidencia va en contra del punto de vista que están expresando, entonces aplican estándares científicos fuertes. Y cuando la evidencia les favorece, son más tolerantes.”

El más reciente conjunto de información será el último por parte de los investigadores. Al faltar financiamiento, así como una creencia de que los datos no son concluyentes, ha dado como resultado que ellos detengan el estudio longitudinal. A pesar de esto, ellos continuarán analizando la información.

“En nuestra experiencia conversando con los sujetos, una gran parte de ellos sólo quieren seguir adelante,” dijo Jones. “Tuvimos que persuadir mucho a la gente para que se quedara dentro [del estudio] hasta llegar a esta evaluación final.”
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Michael Foust es el editor asistente de Baptist Press. El estudio de Jones y Yarhouse está a su disposición en www.ivpress.com/media/pdfs/ex-gay-apa.pdf.