[1]BRASILIA, Brasil (BP) — Una evangélica que pertenece a un partido político izquierdista pero que tiene posturas conservadoras en asuntos sociales como el aborto y la legalización de drogas ilícitas tiene una ligera delantera en las elecciones antes de la elección presidencial de Brasil.
Marina Silva, 56 años, era la compañera de fórmula del candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB) Eduardo Campos pero se convirtió en la candidata a la presidencia del partido después de que Campos muriera en un accidente de aviación el 13 de agosto. Silva adelanta por dos puntos a la titular en el cargo Dilma Rousseff en la última encuesta de la probable elección de dos vuelta. El Partido de los Trabajadores de Rousseff es un partido liberal que ha dirigido al país desde 2003.
Silva “parece genuinamente temer a Dios y muestra fe en Jesucristo,” le dijeron a Baptist Press Tiago Santos, editor en jefe de la publicación evangélica brasileña Ministerio Fiel, y Franklin Ferreira, teólogo en el Seminario Martin Bucer en Brasil, en comentarios escritos en coautoría en un correo electrónico.
Entre los ministerios compañeros enumerados en el sitio web de Fiel están el Seminario Teológico Bautista Southern y 9Marks, un ministerio asociado a la Iglesia Bautista Capitol Hill en Washington, D.C. Ferreira enseñó durante más de una década en el Seminario Teológico Bautista del Sur de Rio de Janeiro.
Exmiembro del partido comunista y ambientalista de largo tiempo, Silva se convirtió al cristianismo evangélico en 1997, lo que estremeció a su familia, reportó el New York Times. Ella sirvió en el Partido de los Trabajadores de Rousseff como senadora y en el ministerio ambientalista del presidente Luiz Inácio Lula da Silva antes de dejar el partido para presentar la candidatura a presidenta como miembro del Partido Verde en 2010.
Popular en parte debido a su crianza en extrema pobreza, Silva es llamada por muchos brasileños simplemente como Marina. La mayoría de los evangélicos brasileños, que son mayormente pentecostales y carismáticos y conforman el 23 por ciento de la población, se espera que voten por ella. Si es elegida, sería la primera presidenta negra de Brasil.
[2]Silva y Rousseff están proyectadas a ser las candidatas ganadoras de la primera vuelta de votaciones el 5 de octubre y a enfrentarse en una segunda vuelta el 26 de octubre, la cual es requerida por la ley brasileña si ningún candidato recibe más del 50 por ciento en la primera vuelta. La delantera de Silva sobre Rousseff era de 10 puntos pero se ha estrechado conforme se acercan las elecciones.
“En asuntos éticos, ella básicamente tiene posturas conservadoras y evangélicas,” dijeron Santos y Ferreira. “Está en contra de la legalización de las drogas ilícitas y del aborto. Públicamente ha defendido el derecho de las escuelas confesionales de enseñar el creacionismo como una alternativa al evolucionismo.”
Sobre el matrimonio gay, Silva “parece mantener una postura ambigua,” dijeron Santos y Ferreira.
“Ella evita usar el término ‘matrimonio’ para describir la unión civil entre personas del mismo sexo,” dijeron ellos. “Aunque su partido político, PSB, el cual es un partido de centro izquierda, ha expresado apoyo al proyecto de ley en el congreso acerca de las uniones civiles, Marina …en su programa de gobierno, modificó y simplificó el lenguaje dado a este asunto y lo trató como un asunto de derechos civiles y no como matrimonio. Marina ha sugerido que se lleve a cabo un referendo para que la población decida sobre estos asuntos.”
Los brasileños, de los cuales la mayoría son católicos, “son básicamente conservadores y contrarios al” matrimonio homosexual, dijeron Santos y Ferreira.
“Un factor de complicación” en relación a Silva “es el hecho de que su carrera política se ha desarrollado en partidos políticos que van de la extrema izquierda al ala izquierda,” dijeron Santos y Ferreira. “Ella es actualmente parte del partido social demócrata. Los lectores estadounidenses deben tener en mente que las posturas políticas y filosóficas en Brasil son fuertemente influenciadas por modelos políticos europeos. Así que, en el caso de Marina, aunque ella procede de una denominación pentecostal evangélica conservadora, está, sin embargo, bajo la influencia de líderes evangélicos izquierdistas.”
Pese a que la mayoría de los evangélicos “probablemente” votarán por Silva, Santos y Ferreira dijeron que los miembros del círculo evangélico reformado planean votar por Aecio Neves del Partido Social Demócrata, el cual está diversamente definido como centro derecha, centro izquierda y centrista.
“Casi todos los 32 partidos existentes de Brasil son de extrema izquierda, de izquierda o de centro,” dijeron Santos y Ferreira señalando que hay “solamente dos partidos de ala derecha centro, con casi ninguna visibilidad o impacto en nuestra sociedad.”
Destino popular de los viajes misioneros bautistas del sur, Brasil necesita la oración de los cristianos estadounidenses, dijeron Santos y Ferreira. Ellos solicitaron oración por “un verdadero reavivamiento” y para que Brasil no sucumba “al fuerte movimiento de la resurgencia de los izquierdistas y el autoritarismo populista conocido como bolivarismo, el cual ha afectado a los países vecinos…y causado mucha agitación social y caos.”
Santos y Ferreira ansían “un derramamiento del Espíritu Santo” que cause que Brasil “regrese a las Escrituras como la infalible, inerrante e inspirada Palabra de Dios que cause muchas conversiones reales y el redescubrimiento por parte de la iglesia de doctrinas vitales como la regeneración y la justificación por gracia a través solamente de la fe.”
Un reavivamiento de esa naturaleza nunca ha ocurrido en Brasil, dijeron ellos, pero “traería una profunda transformación ética en la vida de los creyentes que resultaría en cambios duraderos e impactantes en la sociedad.”