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Evangélicos: Las propuestas del Papa probablemente afecten a los pobres

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WASHINGTON (BP) — Las propuestas del Papa Francisco para solucionar el cambio climático probablemente afecten a quienes más quiere ayudar, según dijo un presidente de un seminario bautista y vocero de los evangélicos.

El papa emitió la primera encíclica del Vaticano sobre asuntos del medio ambiente –“Alabado seas (Laudato Si´): Sobre el Cuidado de la Casa Común” –a mediados de junio, inspirando una amplia felicitación por parte de aquellos que enfatizan el efecto del estrés producido por humanos en el calentamiento global.

Otros, incluyendo a R. Albert Mohler Jr. del Southern Baptist Theological Seminary y a E. Calvin Beisner de Cornwall Alliance for the Stewardship of the Creation encontraron ciertas fallas en la carta — especialmente en cuanto a los efectos de las prescripciones del líder católico romano en los pobres.

La carta de 191 páginas escrita por el Papa Francisco sobre el cuidado de la creación de Dios aborda el cambio climático en solamente cuatro de sus 246 secciones. Aunque no se enfocó en los efectos del gobierno, en una de sus secciones el papa endosó políticas públicas que dramáticamente reducen la “emisión de bióxido de carbono y otros gases altamente contaminantes” en los años venideros — políticas tales como el desarrollo de fuentes renovables de energía.

En su encíclica, el papa conecta la súplica de los pobres con las amenazas al medio ambiente, pero Mohler y Beisner dijeron que sus políticas recomendadas pudieran de hecho perpetuar la pobreza.

“Mientras que es seguro que los combustibles fósiles están contribuyendo al aumento de las emisiones de carbono, es difícilmente útil decirle a las naciones más pobres en medio nuestro que deben privarse de inmediato de las necesidades de refrigeración, medicina moderna y los avances de la era moderna que han extendido y preservado la vida,” dijo Mohler en unos comentarios escritos. “A estas alturas, no hay alternativa para la dependencia de combustibles fósiles, y esto es verdad tanto para el Vaticano como para los Estados Unidos y otras economías avanzadas.”

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Un combustible fósil es el material — tal como petróleo, el carbón o el gas natural — colectado de los restos de antiguos animales y plantas.

Beisner, fundador de Cornwall Alliance, escribió una pieza para The Washington Times donde dice que las políticas endosadas por el papa “atrasarían, detendrían o invertirían el aumento de la pobreza absoluta (Alguien que vive con menos de $1.25 por día) para los 1.3 billones de los más pobres en el mundo quienes no cuentan con acceso a electricidad y dependen de la leña y estiércol animal como combustibles primarios para cocinar y calentarse.” El humo que desprenden tales fuentes, escribió Beisner, “mata a cerca de 4 millones anualmente.”

Además, Beisner declaró en el artículo, cerca de 2 billones de personas “que en los últimos 25 años salieron de la pobreza absoluta para estar en la pobreza severa, encontrarían que, muy probablemente, su progreso sería revisado o les haría retroceder y regresar a la pobreza absoluta.”

Tales políticas, escribió Beisner, reducirían “el acceso a la abundante, costeable, confiable energía que es absolutamente necesaria para que cualquier nación salga de la pobreza, y que está disponible ahora mismo y en el futuro cercano casi completamente a partir de combustibles fósiles.” Más del 85 por ciento de toda la energía usada en el mundo proviene de los combustibles fósiles, escribió.

Durante las décadas recientes, los bautistas del sur y otros cristianos evangélicos han abordado el cuidado de la creación. La Comisión de Ética y Libertad Religiosa (ERLC, por sus siglas en inglés) de la Convención Bautista del Sur patrocinó un seminario sobre el medio ambiente en 1991, y los mensajeros enviados a la reunión anual de la convención han aprobado resoluciones sobre el calentamiento global y otros asuntos del medio ambiente en las reuniones del 2006, 2007 y 2010.

En la resolución del 2010, la convención solicitó oración por el fin del derramamiento masivo de petróleo que comenzó en el Golfo de México dos menes antes de la reunión. La resolución endosó acciones del gobierno y de las corporaciones para prevenir futuras catástrofes, así como políticas de energía prudentes y seguras. Russell Moore, quien actualmente es el presidente de la ERLC, era entonces el presidente del Comité de Resoluciones.

En una resolución del 2007 sobre el calentamiento global, los mensajeros instaron a los oficiales del gobierno a “asegurar un balance apropiado entre el cuidado del medio ambiente, los efectos en las economías y los impactos en los pobres” cuando contemplen políticas que disminuyan la emisión de bióxido de carbono y otros gases del efecto de invernadero.

Mohler dijo que el papa se equivoca al identificar “nuestro cuidado de la creación como un asunto teológico.” Como mayordomos de la creación, dijo, “hemos sido llamados por el Creador a cuidar al mundo que Él hizo.”

Aún así, dijo Mohler, “varias de las aserciones claves del papa sobre el cambio climático tienen más que ver con el consenso científico actual que con la teología.”

Beisner calificó las secciones que el papa escribió sobre el cambio climático como “plagadas de aserciones vigorosamente debatidas, si no definitivamente falsas.” Estas secciones están basadas en “aserciones infundadas que [los [consejeros del papa] le comunicaron,” escribió en The Washington Times. Entre los hechos no reflejados en la encíclica, Beisner señaló:

–“Modelos por computadora, -sin observaciones en el mundo real- son las únicas bases de los miedos del peligroso calentamiento global causado por humanos.”

–En promedio, los más de 110 modelos por computadora en los cuales confía el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU y “otros alarmistas climáticos… simulan más del doble del calentamiento provocado por [bióxido de carbono] atmosférico mejorado que lo que se observa en la realidad, durante el periodo relevante.”

–Ningún modelo “simuló una ausencia total del calentamiento global, estadísticamente significativa, en los últimos 16-26 años.”

Como resultado, los modelos “no solamente no son válidos si no que están invalidados –falsificados,” escribió Beisner. “Por lo tanto, no proveen bases racionales para hacer predicciones sobre la temperatura global futura, y no cuentan con una base racional para absolutamente ninguna política.”

Beisner escribió su comentario después que una copia de la encíclica fue filtrada unos días antes de ser dada a conocer. Se mantuvo firme en sus comentarios después de la publicación oficial de la encíclica. Beisner es un miembro de una iglesia bautista del sur, Palm Vista Community Church en Miami Lakes, Fl., y anteriormente fue profesor asociado de teología histórica y ética social en Knox Theological Seminary en Fort Lauderdale, Fl.

Aunque en los años recientes los evangélicos han sido más activos hablando sobre el medio ambiente, ha sido ilusorio poder llegar a un acuerdo general entre aquellos que se identifican a sí mismos como parte del movimiento.

Evangélicos más conservadores, como Mohler y Beisner, expresaron su preocupación sobre las recomendaciones del papa, pero un buen grupo de líderes que se auto identifican como evangélicos se unieron a los líderes católicos en una declaración de Faith in Public, de tendencia izquierdista, expresando su simpatía hacia la encíclica del papa. Entre quienes firmaron figuran Jim Wallis de Sojourners; Ron Sider, de Evangelicals for Social Action; Tony Campolo del movimiento Red Letter Christians; Mitchell Hescox de Evangelical Environmental Network; Richard Mouw, anteriormente presidente de Fuller Theological Seminary; y Jonathan Merritt, columnista de Religious News Service.

El papa, a diferencia de muchos partidarios seculares a favor de la protección del medio ambiente, lanzó un llamado por el cuidado de los seres humanos vulnerables, así como por la creación.

“[Es] preocupante que, cuando algunos movimientos ecológicos defienden la integridad del medio ambiente, apropiadamente exigiendo que se impongan ciertos límites a la investigación científica, a veces olvidan aplicar esos mismos principios a la vida humana,” escribió el papa. “Hay una tendencia a justificar la transgresión de todos los límites cuando se lleva a cabo una experimentación en embriones humanos vivos. Olvidamos que el inalienable valor de la vida humana trasciende su mismo grado de desarrollo.”

El Presidente Obama felicitó la encíclica del papa, diciendo que se compromete a “tomar acciones valientes en casa y en el extranjero para cortar la contaminación por carbón, aumentar la energía limpia y la eficiencia de la energía, para construir resistencia en comunidades vulnerables, y fomentar la mayordomía responsable de nuestros recursos naturales. También debemos proteger a los pobres del mundo, quienes han hecho lo mínimo para contribuir a esta acechante crisis y están en riesgo de perderlo todo si fracasamos en evitarla.”