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En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Juan 7:37-39 (RVR)

En una pequeña ciudad costera sobre el mar de Cortés, Guaymas, Sonora, México; vivía una niña de aproximadamente 6 años, llamada María Soledad, a la cual su familia y amigos le llamaban Marisol.  Ella nació en la ciudad de Mazatlán, un lugar atractivo, conocido como destino turístico, pero el trabajo de su padre, como capitán de la marina naval, requería que la familia se mudara a diferentes puertos de la república mexicana frecuentemente durante su niñez. 

 La familia de Marisol era una familia tradicionalmente religiosa que asistían a la iglesia en los días festivos, pero nada más.  Fue en Guaymas que Marisol fue invitada a asistir a una escuelita Bíblica de verano que se llevaba a cabo en el seno de una familia con cinco hijos. Las reuniones se llevaban a cabo todos los fines de semana durante un mes. Para Marisol fue tan atractivo pues era como asistir todos los fines de semana a una fiesta con piñatas, porque al final de cada clase le regalaban dulces y galletas. 

Al asistir, lo primero que le cautivó el corazón a esta niña fue la música; pequeños cantos que en aquellos tiempos le llamaban coritos, los cuales eran cantados acompañados con mímicas, tales como, “Zaqueo era un chaparrito así’, “Cual lirio ha de ser” … entre otros.  Las historias de la Biblia que Marisol llego a escuchar en ese lugar tuvieron un impacto sobre ella, y un día pidió que Jesús entrara a su corazón.  Esto, eventualmente llevo a que sus padres, quienes estaban viviendo una crisis matrimonial, escuchara el evangelio y respondieran al llamado de Jesús. 

Desde el primer día que Marisol asistió a la iglesia y escuchó las canciones e himnos que se solían cantar, la música se convirtió en una pasión para ella.  Empezó a cantar canciones en su congregación y le llenaba su corazón el experimentar el impacto que su interpretación tenía en la audiencia.

Con el tiempo, Marisol empezó a recibir invitaciones para cantar fuera de su congregación lo cual afirmó su llamado.  Más tarde se mudó a la capital de su estado, para estudiar Ciencias de la Comunicación en la universidad.  Pronto, empezó a dirigir la alabanza en la iglesia donde asistía.  Las oportunidades seguían llegando mientras crecía su pasión por compartir esperanza por medio del don que Dios le había dado.

Durante su etapa universitaria, Marisol recibió la invitación para ser solista de un grupo, lo cual le dio la oportunidad de experimentar con diferentes estilos y sonidos musicales obteniendo la experiencia de cantar a diversas audiencias.

Esto pronto abrió las puertas para que ella grabara su primer proyecto, “Quiero Volar,” y alcanzara a audiencias aún más amplias.  Fue durante este tiempo que conoció a su esposo, Levi Park, con el cual ha estado casada por 23 años.  Levi estaba en su ciudad organizando un evento evangelístico masivo a donde la invito a cantar.

Hasta hoy, Marisol Park ha grabado 4 producciones, varios sencillos y colaboraciones.  Ha tenido el privilegio de cantar a audiencias que han sobrepasado las 200,000 personas, en festivales en sur América y Europa, hasta audiencias de 150 en varias prisiones en los Estados Unidos, México y Argentina. 

Cuando le pregunté qué le motivaba a continuar haciendo lo que hace, su respuesta fue, “La música es la herramienta que Dios me ha dado para compartir de Su esperanza y las Buenas Nuevas a toda persona que necesita escuchar este mensaje transformador.  La música es un instrumento poderoso y abre muchas oportunidades para compartir el evangelio en lugares remotos, donde el amor de Dios quizá no pudiera ser compartido de una manera accesible”.

Algunos de sus eventos favoritos que ella recuerda, han sido en conjunto con la SBC y sus eventos de Crossover en varias ciudades en el pasado.  “Cuando puedo ser parte de un evento que está diseñado intencionalmente para alcanzar a aquellos que necesitan oír el evangelio, me emociona. Es mi pasión”, dijo Marisol.

El sencillo más reciente de Marisol, “Fluye En Mí,” es un ejemplo claro del deseo de su corazón de ser un conducto del amor de Dios a tantas personas que sea posible.

El colorido sencillo pop latino, compuesto por Johnny Rez, ex-participante del programa televisivo, The Voice USA, y el nominado al Latin GRAMMY®, Andy Alemany, expresa un anhelo de total dependencia y guía de Dios, para llevar una vida plena.  El tema mismo, manifiesta Su poder que transforma, renueva y dirige al oyente hacia la vida eterna.

La primera vez que escuché este tema, imaginé un torrente de agua que fluía en mí sin parar; me llevó a la historia de Jesús y la mujer samaritana, donde Él le ofrece el agua de vida con el cual no tendrá sed jamás, pues ella no había logrado llenar su corazón con los “placeres terrenales”, explicó Marisol.

En conjunto con su nuevo sencillo, “Fluye En Mí,” Marisol ha lanzado un devocional de 3 días por YouVersion para complementar esta canción, compartiendo la importancia de nuestra dependencia total, al estar conectados con Dios como nuestra fuente, y ver frutos que permanecen.

Cuando le pregunté de sus planes para el 2023, me respondió que seguirá tomando tiempo con su esposo y sus dos hijas, Julianna e Isabella, tanto con el plan de producir más canciones en adición de “Fluye En Mí,” y viajar por el sur, centro y norte América con el deseo de que el espíritu de Dios siga fluyendo a través de ella para dar esperanza y vida a los demás.

Para más información de Marisol Park visite http://www.marisolparkoficial.com/.

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  • Lucinda Clark